
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La Guardia Civil estableció este martes, a las nueve de la mañana, un cerco a la macrofiesta clandestina con un dispositivo permanente instalado en el acceso principal al circuito de velocidad de Fuente Álamo, donde se celebra la 'Big Fucking Party' 2024. El otro paso existente por la zona de la balsa Los Almagros también está vigilado por la Benemérita. Del total de casi 100 agentes desplegados, cerca de una veintena están apostados a unos cien metros de la entrada a la fiesta. Su función es impedir que quienes salen de las instalaciones regresen, además de realizarles las pruebas de alcohol y drogas.
El objetivo de los guardias civiles es no dejar pasar a nadie que no sea propietario de alguna finca de la zona o trabajador de las empresas del entorno de Los Paganes, una pedanía fuentealamera donde unas ocho mil personas asisten a la 'rave' que dio comienzo el pasado sábado.
Fruto de este dispositivo, los agentes detuvieron hasta el mediodía de este martes a un hombre de nacionalidad brasileña por tráfico de drogas, a quien se le incautaron 90 dosis de LSD y 4,1 gramos de la misma sustancia líquida. Además, según informó la Delegación del Gobierno, los efectivos de seguridad ciudadana registraron 17 denuncias por tenencia de drogas y otra a la Ley de Seguridad Vial. Además, los especialistas de Tráfico han contabilizado 12 denuncias por test de drogas, una por atentar contra la seguridad vial y tres más por otras causas.
Aunque la finalidad, según explicaron los efectivos, es impedir la llegada de más personas y cortar los suministros, en el interior del recinto da la impresión de que ya se contaba con la instalación de este dispositivo. Tanto los asistentes como los organizadores se han provisto de bebida y comida para aguantar varios días.
Así lo asegura una joven granadina, que llegó con su novio de nacionalidad inglesa el pasado domingo en un furgón cargado hasta arriba de alimentos. «Sabíamos que podrían un control tarde o temprano. Ya sucedió el año pasado en la edición de la 'Big Fucking Party' que se celebró en La Peza, un pueblo de mi provincia, Granada. Por eso venimos preparados, para aguantar hasta el 6 o 7 de enero». El paraje agrícola en el que se desarrolla esta fiesta ilegal, a unos 12 kilómetros del núcleo urbano de Fuente Álamo, está totalmente tomado por furgonetas, camiones, caravanas y vehículos llegados de distintos puntos de España y de Europa.
A las ocho de la mañana de este martes, la fiesta parecía que estaba en sus horas más bajas. En el recinto hay distribuidas cinco torres de sonido donde los DJ pinchan los estilos de música propios de estas celebraciones ilegales, como trance, techno, hardcore, hardstyle y progressive, entre otras.
A pesar de la hora, varios grupos se apostaban frente a las torres, en la calzada del circuito, y se movían al ritmo del estruendo sonoro. A pesar de aparentar ser una fiesta improvisada, existe cierta organización dentro del recinto, de entrada libre y con puestos de hamburguesas, cervezas, pizzas y hasta sofás para quienes quieran descansar un rato. También existen carteles que recuerdan a los asistentes que deben recoger la basura que dejen.
Ayer martes se cumplió el tercer día de fiesta sin que se hayan registrado incidentes. «El perfil de los asistentes a este tipo de fiestas ilegales no son de naturaleza violenta», recuerda un agente. Tampoco hay intención de que la música pare. Está previsto que continúe hasta después del día de Reyes, tal y como ya avisaron los organizadores, cuya identidad se desconoce, a través de un mensaje de WhatsApp.
La fiesta ilegal fue detectada el pasado sábado, cuando los primeros asistentes rompieron el cerrojo de la puerta principal de las instalaciones de propiedad pública y comenzaron a introducir vehículos, grupos electrógenos y equipos de sonido. A media tarde del domingo ya había más de 5.000 personas y la afluencia esperada es de 15.000 asistentes, aunque el dispositivo de la Guardia Civil puede disuadir a no hacerlo a quienes tenían pensado acudir.
«Mi hermano y sus amigos estaban de camino por Albacete, pero les he llamado por teléfono para decirles que hay un control que impide el acceso y se están pensando si continuar el viaje o no», explica Carmela, una asistente. De momento, se descarta un desalojo forzoso ante la multitud de personas que hay y porque es inviable, «se puede ocasionar un perjuicio mayor del que se quiere evitar», señala un guardia civil desde el punto de control.
La Delegación del Gobierno emitió este martes un comunicado en el que informó de que había activado operativos de seguridad dirigidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con la participación activa de alrededor de 100 efectivos de la Guardia Civil, en respuesta al aviso del Ayuntamiento de Fuente Álamo en la madrugada del domingo sobre la realización de una fiesta ilegal.
En la nota, se destaca la colaboración plena entre la Guardia Civil y la Policía Local de Fuente Álamo, «quienes trabajan de manera conjunta en la resolución de la situación». Desde el inicio, el enfoque primordial de las Fuerzas de Seguridad ha sido «evitar la expansión de la 'rave', bloqueando el acceso a nuevos participantes, aproximadamente 200 vehículos han abandonado el recinto».
Desde ayer, expone la Delegación del Gobierno, se ha implementado una medida de no retorno, impidiendo el acceso nuevamente a aquellos que han abandonado el recinto. De acuerdo con la información proporcionada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad desplegados en la zona, se notifica que la fiesta continúa activa sin incidentes destacables que reseñar. Asimismo, se continúa con el dispositivo permanente de control de accesos, permitiendo a las personas salir del recinto, pero no su acceso al mismo.
Por su parte, el vicepresidente y consejero de Interior, Emergencias y Ordenación del Territorio, José Ángel Antelo, solicitó ayer a la alcaldesa de Fuente Álamo, Juana María Martínez, la convocatoria extraordinaria y «urgente» de la Junta Local de Seguridad para abordar «los hechos delictivos e infracciones administrativas» que se produzcan en el entorno de la macrofiesta ilegal que se celebra en el municipio. El objetivo es tratar con la Delegación del Gobierno y el resto de integrantes de la Junta Local de Seguridad, de la que es presidenta Martínez, la situación que se vive desde el pasado sábado en los terrenos municipales del antiguo circuito.
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