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Los municipios de Cieza y Mula vivieron ayer con fervor y pasión la procesión del Corpus Christi. Ambos cortejos fueron presenciados por centenares de fieles, que no quisieron perderse esta tradicional cita religiosa. En Cieza, la Junta de Hermandades Pasionarias sacó el cortejo con la imagen del Santísimo Sacramento. Este año, y como novedad, fue recibida por una gran alfombra de sal que fue elaborada por la Cofradía de Ánimas con motivo de su 25 aniversario.
El cortejo procesional, presidido por las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, partió de la basílica de Nuestra Señora de la Asunción y estuvo compuesto por la Sagrada Forma, que fue llevada a hombros por los anderos. Desfilaron también los estandartes de las dieciocho cofradías que componen la Junta de Hermandades. Así, recorrió la plaza Mayor, continuó por las calles Cid, La Parra, la plaza del Comisario, el Rincón de los Pinos, hasta llegar a San Pedro. También participaron en el desfile cientos de niños ataviados con sus galas de la primera comunión. A lo largo de la carrera, como marca la tradición, se levantaron diversos altares elaborados de manera artesanal por los vecinos. Estos fueron engalanados con imágenes y cientos de flores de todos los colores.
En Mula, la procesión del Corpus Christi se inició, como viene siendo tradición, en la iglesia de Santo Domingo de Guzmán. La sagrada forma recorrió los barrios de Los Molinos y San Felipe, para regresar de nuevo hasta el templo. Durante el cortejo, los vecinos mostraron su fervor a las imágenes con altares que cada año se instalan en las vías por las que discurre este acto religioso.
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