El Ayuntamiento de Fuente Álamo evaluará los daños y planificará medidas tras la 'rave'

La presencia de casi 3.000 vehículos y varios miles de personas entre el 30 de diciembre y el 6 de enero ha dejado un reguero de pintadas, basura, rotura de vallas y desprendimiento de algunos elementos de seguridad en la pista del circuito de velocidad de Fuente Álamo. Es el primer balance, todavía muy provisional, que hace la alcaldesa, Juana María Martínez, tras las inspecciones iniciales al circuito municipal de Los Milanos, escenario este año de la 'rave' ilegal 'Fucking Big Party'.

Lo que más llama la atención son dos grandes montañas de basura donde los fiesteros acumularon sus desperdicios en estos siete días. En ellas hay centenares de bolsas y enseres como sillas y mesas en mal estado. A lo largo de esta semana, la primera edil y directivos del Moto Club Fuente Álamo tienen previsto visitar las instalaciones del circuito municipal para evaluar definitivamente los daños y planificar las primeras y más urgentes actuaciones.

Lo que probablemente también llevará muchas horas de trabajo es la eliminación de grandes grafitis, dibujos y frases que se realizaron en las paredes de los 'boxes' y en otros muros interiores y exteriores del circuito durante los días que se desarrolló la fiesta ilegal.

La alcaldesa y los responsables del Moto Club Fuente Álamo también analizarán la forma de dotar de mayor seguridad al circuito para evitar el acceso a conductores furtivos que quieren utilizar la pista, de 3.700 metros, para exprimir sus vehículos.

Las instalaciones son de titularidad municipal, pero en 2018 se encomendó su gestión al Motoclub Fuente Álamo, que ha invertido unos 500.000 euros en este tiempo en el circuito de velocidad. La pista todavía no se ha podido inaugurar porque está pendiente de un reasfaltado.