Adiós a Desiderio López, el maestro ejemplar

«...Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado...» (Miguel Hernández).

Rotos y vacíos nos ha dejado el fallecimiento del profesor y maestro, del poeta y humanista, Desiderio López, quien, en sus casi 73 años de vida, desarrolló, como nadie, en Cehegín, un espacio de convivencia y de educación, de tolerancia y de respeto, de honradez y de cordura.

En verdad que la muerte está ahí, pero no era el momento para Desiderio. 'Madrugó'demasiado pronto, yéndose en silencio, privándonos de su liderazgo, de sus enseñanzas, de sus poemas. A Mara Robles, su mujer, a sus hijos, Martín, Victoria y Juana Mavi y a sus cinco nietos los deja huérfanos de su inmenso amor.

Nació Desiderio López en los duros y fríos albores de los años 50, en el campo de Moratalla. Con cuatro años, se traslada, junto a la familia, al barrio ceheginero de San Juan, cerca de la plaza de toros y bajo la sombra de la mágica Peña Rubia.

Desde muy temprano se despiertan en él unas ganas enormes de leer y de aprender. Buen estudiante, tras hacer el Bachillerato en Caravaca, se traslada a Murcia, para, de una forma brillante, con constancia, obtener la carrera de Magisterio y el acceso directo al ejercicio de la profesión por el extraordinario expediente académico que le acompañó.

Su trayectoria como docente la inicia en La Copa de Bullas, impartiendo la EGB y enseñanzas para que los adultos de la zona lograsen el ansiado título de Graduado Escolar. Su inquietud le lleva, al mismo tiempo, a seguir estudiando para licenciarse en Filología Hispánica.

Tras cinco cursos académicos en la pedanía bullera, se traslada definitivamente a Cehegín en el curso 1979-80, para trabajar en el colegio Ciudad de Begastri y, posteriormente, hasta su jubilación, impartir Lengua y Literatura en el IES Vega del Argos. Un trabajo, el de maestro y profesor, que hizo con vocación, en una entrega generosa a unos hombres y mujeres que conforman la realidad actual.

Han sido cientos de alumnos los que han pasado por sus aulas y de Desiderio recibieron, desde la seriedad y el rigor, las primeras lecciones de vida y de conocimiento. Y de su ejemplo, aprendieron los mejores valores, esos que hablan de respeto, tolerancia, generosidad y, sobre todo, adquirieron la importancia del esfuerzo para lograr sus metas y superar las dificultades.

A la par que su trabajo profesional, Desiderio López practicó, desde siempre, su pasión por la escritura y la poesía. Publicó en numerosas revistas locales diversos artículos y hace pocos años sacó su primer libro de poemas, 'Imágenes y sonetos', una preciosa melodía que, a través de la palabra, rescata del silencio y el olvido a mujeres, hombres y lugares que lo forjaron en el amor y en el dolor, en las ausencias y en la constancia.

«Esta antología –decía él mismo en una publicación del Ayuntamiento de Cehegín- pretende reflejar no sólo mi vida, sino también una etapa que, de algún modo, nos marcó a toda una generación». La presentación del libro, en la Casa de la Cultura de Cehegín, reunió a muchísimas personas y Desiderio, en su bondad, donó a la junta local contra el cáncer, la recaudación de la venta de esta primera edición. Relatos cortos y cientos de poemas sobrevuelan el que ha sido su hogar a la espera de ser compartido en una próxima publicación.

Desde la sencillez y la humildad, el maestro y profesor, el poeta, enarboló su grandeza humana en el día a día con su familia, en su trabajo con los alumnos y compañeros y con los vecinos y amigos para los que no escatimó palabras y gestos de amabilidad y cercanía. La premio Princesa de Asturias de las Letras en 2024, Ana Blandiana, escribió que con la muerte empieza todo. Pero no sabemos qué... En cualquier caso, y mientras tanto, nos agarramos a la esperanza del reencuentro con el amigo, una extraordinaria persona, un maestro ejemplar, un gran poeta y un mejor padre y esposo.