Ojós reivindica una solución para no espantar al turismo

Aquella imagen del banquero escribiendo a mano en la libreta de ahorros las cantidades de las que disponían sus clientes no es lejana a la realidad que viven los vecinos de Ojós, en pleno Valle de Ricote. Aunque las tecnologías hayan permitido informatizar las actualizaciones de la libreta, la ausencia de un cajero en la única sucursal del pueblo, de Banco Santander, hace que la relación de sus usuarios con el agente de la oficina sea mucho más íntima que la que mantienen con algunos familiares.

Hace más de cuatro años que el Ayuntamiento pide a la entidad que habiliten un cajero «donde poder sacar dinero a cualquier hora, porque es necesario para los vecinos y para la gente que viene de fuera. Recibimos muchos turistas que pasan por aquí cuando visitan el Valle de Ricote. Sin ir más lejos, el Museo de Belenes del Mundo ha recibido más de 4.000 visitas el último año. Es gente que viene y que no tiene donde sacar dinero, y eso es perjudicial para el municipio», manifiesta Pablo Melgarejo, alcalde de la localidad. Joaquín Jesús Ruiz tiene un comercio de bizcochos en el centro del pueblo. Él respalda la versión de Melgarejo: «Por aquí pasa mucha gente y si no tienen donde sacar efectivo, se van y no vuelven», asegura.

Alejandro Sánchez, agente del Santander y responsable de la oficina de Ojós, asegura que el cajero «está pedido desde junio de este año, pero todavía no hemos obtenido respuesta del banco». Sánchez no cree que la presencia de un cajero hiciera crecer los clientes del Banco Santander en Ojós. Su experiencia le dice que el cajero «sería más útil a las personas que vienen de fuera que a los propios vecinos», aunque estos últimos no opinan lo mismo.

Antonio Bermúdez, cliente de Sabadell y BMN, es franco al admitir que «si tuviera una forma de sacar dinero siempre que quisiera, me haría una cuenta en el Santander, para no tener que estar desplazándome cada vez que necesito efectivo».