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Isabel Vidal Ortiz. LV
«Nunca es tarde para aprender a bailar: tenemos alumnos de hasta setenta años»

«Nunca es tarde para aprender a bailar: tenemos alumnos de hasta setenta años»

Isabel Vidal Ortiz, bailarina

MINERVA PIÑERO

Domingo, 22 de julio 2018, 11:21

Nunca se imaginó Isabel Vidal (Cartagena, 1992) trabajando como profesora de salsa. «Aunque lo de enseñar lo llevo en la herencia», asegura esta risueña joven, hija de un maestro. De niña, creaba las coreografías que daban por cerrado el curso escolar en el colegio San Ginés de la Jara, en el Llano del Beal, donde creció. Ahora, mientras ejerce como instructora de baile en la Academia Bora Bora, en Murcia, organiza eventos y galas de ritmos latinos -como son la bachata, el chachachá, la kizomba, la salsa y el merengue- y viaja por España y América para actualizar su formación.

-¿Considera que es más importante la técnica o saber cómo seguir el ritmo de la música?

-A mis alumnos les comparo aprender a bailar con sacarse el carné de conducir. Por una parte, es importante asistir a las clases teóricas y prácticas de las autoescuelas, pero si después de esa formación el alumno no coge el coche no aprenderá a conducir. Es muy importante que te enseñen la técnica, pero también es necesario ponerla en práctica. En el caso de los bailes latinos, la práctica sería asistir a los bailes sociales.

-¿Sociales?

-Sí. Se realizan en salas de baile en las que solo ponen música latina, como es la kizomba, la salsa, la bachata, el chachachá. A veces, incluso suena un poco de merengue... Es un ambiente muy sano y familiar, ya que la gente no sale a beber, sino a bailar. Quizás, en otros estilos, sí se pueden aprender los movimientos solo con la técnica pero, desde mi punto de vista, la evolución de una persona que acude a los bailes sociales es mucho más rápida que la de aquella que solo asiste a las clases.

-¿Cuál cree que es el más complicado de todos los estilos que sabe?

-El más complicado en cuanto a aprendizaje, por lo amplia que es, es la salsa. Engloba muchísimos subgéneros, como el son, la rumba, el jazz, la guaracha...

-¿Cuántas academias participaron en la última gala que organizó?

-Más de 16 academias de Murcia. La plaza del Zig Zag, donde se organizó, se llenó: acudieron más de mil personas. En el escenario predominó la salsa, la bachata y las coreografías que fusionaban estos estilos con música más comercial.

-¿Es un número que aumenta o desciende con el paso de los años?

-Cada año nos llaman más academias que están interesadas en participar. De hecho, como me suelo mover por todo el territorio español para seguir formándome, tengo constancia de que Murcia es una de las ciudades en las que más se baila. No nos podemos comparar con Madrid o Barcelona, ya que allí hay mucha más población, pero aquí hay muchísimos murcianos a los que les gustan los ritmos latinos.

-¿Qué le aportan los bailes latinos que no encuentre en el hip hop y en el funky, estilos que antes practicaba?

-Son dos sensaciones muy diferentes. El hip hop es individual. En este sentido, te puedes centrar más en ti mismo y en la música. Mientras, bailando salsa, por ejemplo, hay que conectar con la pareja y dejarse guiar. Esta es una de las razones por las que dicen que los bailes latinos son muy beneficiosos, ya que siempre tienes que estar en alerta para ver las marcas que te indica tu pareja, para saber si lo que toca hacer es un giro; moverte hacia un lado u otro... Hay que reaccionar rápido, estar activo física y psicológicamente. Por esta razón, mucha gente mayor se apunta.

-¿Nunca es tarde para aprender?

-Nunca. Nosotros tenemos alumnos de todas las edades. Desde los 17 años, cuando se suele empezar, hasta los 60 y 70.

-¿Cuál cree que es el error de principiante más común?

-Querer hacer figuras demasiado complicadas antes de tiempo; se debe avanzar poco a poco. No se puede lanzar a la chica por los aires en la segunda clase. Por otro lado, el error más común que ellas suelen cometer es no dejarse guiar por la otra persona. Así, el baile no fluye.

-¿Guarda otra alternativa a su carrera como bailarina?

-Nunca me lo he planteado: tengo 26 años y estoy muy centrada en esto. Mi meta es montar mi propia academia de baile y trabajar en ella.

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