Los narcos de Pinoso trataron de quemar el cuerpo del moratallero

José Alonso Marín, de 35 años, el vecino de Moratalla que estuvo desaparecido durante casi año y medio y cuyo cadáver fue hallado el pasado fin de semana enterrado en un monte de Yecla, fue asesinado supuestamente por una banda de traficantes de Pinoso (Alicante) a los que había acudido con la intención de adquirir una importante cantidad de drogas. Así se refleja en los atestados realizados por los agentes de la Policía Nacional que han esclarecido el crimen y que están convencidos de que el móvil es el robo del dinero que portaba para cerrar esa compra de estupefacientes.

En concreto, el moratallero, a quien las fuerzas de seguridad vinculan con el tráfico de drogas, habría llevado encima unos 34.000 euros y, cuando entró en contacto con los supuestos narcotraficantes ahora detenidos, uno o varios de ellos lo asesinaron en apariencia para quedarse con el dinero. Después trataron de quemar el cadáver en una piscina que estaba vacía, por estar en desuso, pero como no conseguían reducir a cenizas el cuerpo acabaron por envolverlo en plástico y desplazarse hasta una zona de monte, situada en la Sierra de Raspay de Yecla, para enterrarlo.

Allí fue hallado esta semana por la Policía Nacional, que ha logrado esclarecer el crimen durante una investigación centrada en el tráfico de drogas.

Fue el pinchazo telefónico de un sospechoso lo que permitió a la Policía descubrir el zulo en el que se encontraba, desguazado, el coche de José Alonso Marín y, gracias a ello, se pudo tirar de ese hallazgo hasta resolver completamente el caso. En ese momento se detuvo ya a dos hermanos, propietarios de la vivienda y la cueva en la que se ocultaron los restos del vehículo: Raúl R. T. y Leandro José R. T.

En la conversación telefónica captada por los policías el 11 de octubre se escucha a un hombre llamando a la novia de Raúl para preguntarle si era verdad que había una redada policial, a lo que ella responde afirmativamente. Y le añade que han detenido a Raúl, así como a Agustín V., propietario de la vivienda de Pinoso donde presuntamente el moratallero murió estrangulado. En otro momento, el interlocutor le dice a la chica que tenía «que sacar eso de ahí», en referencia a las piezas del coche desguazado. «Que coja el camión y se saca eso entre cuatro personas».