La muerte por tosferina de un bebé cuya madre no se vacunó se produjo en la Región de Murcia

Los contagios de tosferina comenzaron a aumentar el verano pasado en todo el país. En 2023, la onda epidémica dejó 52 casos en la Región. Pero la incidencia se ha disparado sobre todo en 2024. En lo que va de año, Epidemiología ha notificado 511 casos. En toda España hay ya 6.800 contagios registrados, de acuerdo al sistema de vigilancia que coordina el Carlos III.

La tosferina es una infección provocada por la bacteria 'Bordetella pertussis' que en la mayor parte de los casos cursa de forma leve. Pero los bebés menores de un año son especialmente vulnerables y tienen un riesgo importante de padecer cuadros graves o muy graves si no están correctamente vacunados. A los dos meses de edad, los lactantes reciben la primera dosis de la vacuna acelular DTPa, que protege frente a la tosferina. La segunda dosis se suministra a los 4 meses. Después hay sendos pinchazos de recuerdo a los 11 meses y a los 6 años.

En 2016 se comenzó a vacunar a la mujeres embarazadas con el objetivo de proteger a los recién nacidos en los primeros meses de vida, durante el periodo en que todavía no han recibido las dos dosis de vacuna acelular DTPa. La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda que las embarazadas se inmunicen en la semana 27 o 28 de gestación. «El objetivo es que la madre genere anticuerpos frente a la tosferina, que pasan al bebé a través de la placenta. De esta forma, cuando nazca tendrá anticuerpos en sangre que le protegerán frente a la enfermedad grave», explica el pediatra murciano Antonio Iofrío, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la AEP.

La cobertura de esta vacuna en embarazadas llega en la Región al 85%, según datos de la Consejería de Salud. Es una cobertura alta, pero hay todavía un 15% que no se inmuniza. Los resultados pueden ser trágicos, como demuestra el fallecimiento de un bebé en 2023. Más allá de esta falta de protección vacunal, el neonato no presentaba «factores adicionales de riesgo que pudieran condicionar el resultado de la enfermedad», explica Epidemiología.

En todo caso, Iofrío recuerda que «hay que evitar culpabilizar, porque no sabemos las circunstancias que rodean este caso. Hay madres que rechazan la vacuna que se les ofrece y otras que no disponen de la información adecuada». Once bebés menores de un año fueron diagnosticados de tosferina el año pasado en la Región y, de ellos, cinco requirieron ingreso hospitalario. Es decir, el 45%. En lo que va de 2024, las cifras son diferentes. Solo uno de los 18 lactantes contagiados ha sido hospitalizado.

«A pesar del gran aumento del número de casos hay que mantener la tranquilidad, porque la mayoría de casos se están registrando en niños de edad escolar. El grupo más afectado es el de los niños de entre 10 y 14 años. En ellos, el cuadro de tosferina va a ser un poco mayor que un cuadro catarral, con una tos espasmódica», recuerda el pediatra Antonio Iofrío. «Eso sí, hay que estar muy atentos con los menores de un año y especialmente con los menores de tres o cuatro meses, que son los que si se contagian pueden desarrollar un cuadro grave o muy grave. Hay que recalcar la importancia de llevar el calendario vacunal al día, tanto en los lactantes como, especialmente, en las embarazadas», explica.

También Epidemiología advierte de que «cualquier retraso en la administración de las dosis puede someter a un riesgo innecesario a los recién nacidos».

La Asociación Española de Pediatría recuerda que la tosferina presenta, clásicamente, brotes epidémicos cada cierto tiempo. La última onda epidémica importante se registró en la Región en 2015, aunque entonces hubo 115 casos frente a los 511 contabilizados en lo que va de 2024. Epidemiología recuerda, no obstante, que ahora hay «una mayor vigilancia epidemiológica», se hacen más estudios de contactos y se diagnostican casos que antes podían pasar desapercibidos. Esta epidemia especialmente intensa de tosferina llega además después de que, durante la pandemia, la covid y las medidas de protección arrinconasen al resto de virus y bacterias que causan infecciones respiratorias.

Para afrontar el rápido aumento de contagios, Salud ha puesto en marcha protocolos de aislamiento para los infectados. Los afectados deben evitar sobre todo el contacto con personas inmunodeprimidas y con lactantes. Además, en Cartagena y el área de La Arrixaca las muestras a los pacientes con síntomas se toman en los centros de salud y son desde allí remitidas al hospital. De esta forma se agiliza el proceso y se evitan desplazamientos a Urgencias. El procedimiento se está extendiendo al resto de áreas.