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«Estoy fatal, es una desgracia». Estas fueron las únicas valoraciones que hizo a LA VERDAD Miguel R. L., el presunto autor del atropello múltiple que se saldó con una fallecida en la noche del sábado en Molina de Segura. «No quiero hacer comentarios respecto de lo que pasó y conforme se vaya aclarando el tema, así diré. Es una desgracia», reiteró en la puerta de su casa, situada en la pedanía molinense de Llano de Molina, a escasos dos kilómetros de Lorquí, de donde es natural.
El hombre, que rechazó ahondar en los detalles del siniestro, apuntó que regresaba a su casa tras una comida en Murcia, pero no especificó cuánto había bebido. También afirmó no recordar qué cantidad de alcohol en sangre arrojaron las pruebas, cuyo resultado fue positivo. «No estoy seguro, porque con los nervios no lo recuerdo, pero creo que me dijeron que di 0,60 o 0,63 [miligramos por litro de aire espirado], pero no lo sé hasta que no se vea el atestado, no lo sé».
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El presunto autor del atropello mortal permaneció en el lugar del siniestro y fue detenido inicialmente por un delito de homicidio imprudente y dos de lesiones y contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
Este jubilado, de 64 años, exempleado de banca, residente en la pedanía de Llano de Molina desde hace nueve años, se encuentra actualmente en libertad a la espera de ser citado por un juzgado de Instrucción de Molina de Segura. «Después del accidente, fui a declarar al cuartel de la Policía Local y me vine a casa. No sé nada más».
Los agentes lo detuvieron por un presunto delito de homicidio imprudente y dos de lesiones agravado por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas. El arrestado fue trasladado a dependencias de la Policía Local y, posteriormente, puesto en libertad a la espera de ser citado por el juzgado.
El accidente se produjo sobre las 23 horas en la avenida de la Industria, pasado el centro comercial Vega Plaza. El paso de peatones por el que cruzaban las tres amigas atropelladas estaba «perfectamente iluminado y las líneas pintadas en la calzada», tal y como aseguran desde el Ayuntamiento. Al parecer el semáforo que lo regula se encontraba en rojo para los coches y las primeras informaciones indican que el conductor no se detuvo a pesar de tener el paso cerrado para los vehículos. «No existen marcas de frenada en la calzada», refleja el atestado policial.
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