Dudas legales sobre el Pleno convocado obligan a retrasar la elección del alcalde

Los políticos deberían hacer más caso a las frases proverbiales y así se evitarían situaciones esperpénticas como la vivida ayer en el Ayuntamiento molinense. Las prisas son malas consejeras, como quedó bien patente al revocarse el Pleno extraordinario y urgente que se había convocado para la elección de alcalde. La regidora municipal en funciones, Adoración Molina, firmó un decreto en el que indica que la revocación se basa en un informe de la secretaria del Ayuntamiento, María Dolores Martín-Gil, en el que daba respuesta a un escrito registrado por el grupo Cambiemos Molina, que ponía el énfasis en la «irregularidad» de la convocatoria.

El concejal de esta formación, el letrado Pedro Jesús Martínez, remarcó que los plenos extraordinarios se tienen que convocar con 48 horas de antelación, como mínimo. Sin embargo, el Pleno se convocó el martes a mediodía. Además, tal urgencia carecía de motivación suficiente, toda vez que la ley dice que la elección de alcalde puede hacerse dentro de los diez días posteriores a la renuncia formal del saliente, algo que sucedió el lunes, cuando Eduardo Contreras dio conocimiento de su renuncia como primer edil molinense.

Ante tal circunstancia, Adoración Molina se reunió con los portavoces de los cinco grupos que tienen representación municipal y acordaron celebrar la sesión plenaria el día del Bando de la Huerta, es decir, el próximo martes, 29 de marzo, a las diez y media de la mañana. Al parecer, es la única fecha que no coincide con los compromisos diversos que tienen algunos concejales de cara a la semana próxima.

«Un hecho insólito»

Cambiemos Molina señaló que se trataba de «un hecho insólito». En palabras del edil Pedro Jesús Martínez, «estas maniobras respondían a prácticas de la más vieja política, con movimientos de última hora para que Ciudadanos tuviera su primer alcalde en la Región».

El concejal de la alianza municipalista precisó, asimismo, que él no habría presentado el escrito a la secretaria del Ayuntamiento de haber contado con el apoyo de C's en su rechazo a la declaración de urgencia. Es decir, PSOE, Cambiemos y Ganar Molina tenían decidido votar en contra de dicha declaración de urgencia -que debía someterse a votación al principio del Pleno-, pero para conseguir la mayoría suficiente necesitaban el respaldo de los cinco concejales de C's, que, a última hora de la noche del martes, se desmarcaron y comunicaron a los partidos de izquierdas que votarían a favor de la declaración de urgencia, según la versión de Cambiemos.

El portavoz de la formación naranja, Estanislao Vidal, calificó de «chapuza» la forma de proceder del PP, en concreto de su alcaldesa, y también responsabilizó a Cambiemos Molina porque dos de sus concejales, Fernando Miñana y Maru Carbonell, están de viaje y no tenían previsto asistir al Pleno. Y ello «sin saberse siquiera si han comunicado, como es su obligación, que han salido e, incluso, si han recibido la notificación de la convocatoria», aseguró Vidal.

Desde Cambiemos, su concejal Martínez calificó las palabras de Vidal de «impresentables», aduciendo que en estas fechas todo el mundo programa sus vacaciones y recordó que el Pleno se convocó el martes, sin tiempo suficiente, como luego se ha demostrado. La portavoz socialista, Esther Clavero, destacó «la precipitación y la falta de respeto a la legalidad vigente del PP al convocar el Pleno». Calificó de «improcedente» la urgencia y remarcó que la elección de nuevo regidor «no es un asunto baladí». A juicio de la portavoz socialista, «esta convocatoria urgente sin justificación suficiente desvela las prisas del PP y la incompetencia de quienes lo dirigen en Molina de Segura».

El portavoz de Ganar Molina, Antonio López, que un día antes dijo que la convocatoria «huele a chamusquina», consideró que una decisión tan importante como elegir alcalde merecía unos días de reflexión y que bien podría esperar su celebración a la semana próxima. Algo que finalmente va a suceder.