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M. SAURA
El mito del adoctrinamiento en las aulas

El mito del adoctrinamiento en las aulas

La Consejería no ha recibido una sola denuncia en años, aunque padres, docentes y expertos sí reconocen que las quejas fluyen en los grupos de Whatsapp

Lunes, 30 de mayo 2022, 00:41

Las decenas de portadas de periódico, horas de televisión y radio y tertulias encendidas sobre el adoctrinamiento en las aulas no se corresponden, al menos en la Región de Murcia, con una inquietud real de los padres sobre la cuestión. La Consejería de Educación no ha recibido en los últimos años una sola denuncia o queja de padres molestos o disconformes con cuestiones relacionadas con la ideologización en los centros educativos, ni las agrupaciones de familias, docentes y directores perciben la cuestión como un problema.

Superada la acalorada disputa por la implantación del veto parental hace dos años, diluida en la aprobación de un pin edulcorado que ni siquiera ha tenido efecto real en las aulas, la penúltima controversia sobre el adoctrinamiento en las aulas la han desatado los nuevos currículos de la Lomloe, que hacen especial incidencia en cuestiones como la igualdad de género, la diversidad sexual, el respeto a la diferencia y la sostenibilidad.

Esta misma semana, además, el portavoz de Vox, Juan José Liarte, presentó una moción en la Asamblea –que fue rechazada– que reclamaba establecer un catálogo de sanciones para los funcionarios o autoridades públicas que «vulneren el principio de neutralidad ideológica. El tipo conllevará la sanción máxima cuando el perjudicado sea menor de edad», reclamaba.

«Normal que no haya quejas o denuncias de los padres», justifica Liarte, quien considera que es un problema «real pero difícil de demostrar. ¿Qué familia va a a poner una queja en el centro donde van a seguir estudiando sus hijos. Pero lo cierto es que nuestros alumnos escuchan en ocasiones disparates aberrantes; el problema es que la barrera es muy tenue».

«La no aprobación del veto parental es el fracaso más grande de esta legislatura; nos habíamos comprometido»

Juan José Liarte

Portavoz de Vox

«Tenemos mucho cuidado para no polemizar. Las banderas, aunque sean de equipos de fútbol, son innecesarias en el instituto»

Andrés Nieto

Director del IES Alfonso X

«Los profesores cumplen con la Constitución y con la ley, y si la ley te dice que trates la diversidad sexual en el aula, lo haces»

Antonio José Espín

PSOE

«La crispación política de los últimos años se traslada a todos los lugares, también a los estudiantes»

Andrés Pedreño

Sociólogo

La denuncia de Liarte no encuentra apoyo ni respaldo en la Consejería de Educación, donde hasta la propia consejera, la ex Vox Mabel Campuzano, terminó desechando la propuesta estrella de su programa, la implantación del polémico veto parental, para terminar aprobando una norma mucho más laxa que ni se acerca al propósito inicial de someter a la aprobación de los padres los contenidos de las charlas complementarias. El departamento de Campuzano mantendrá el próximo curso ese mismo 'pin' parental edulcorado y esta misma semana ha confirmado que los servicios de Inspección no han recibido una sola queja por adoctrinamiento.

La sutil línea entre la denuncia y la queja más privada provoca, admiten las asociaciones de padres, que aunque las denuncias no lleguen a la Administración, sí se registren de cuando en cuando en los foros de debate de las familias, fundamentalmente en los grupos de Whatsapp. «Pero tampoco es frecuente. Ocurre muy de vez en cuando, pero no son cuestiones de entidad. Los problemas de la escuela son otros, como las ratios», defiende Clara García, portavoz de FAPA.

En la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa), el debate por el adoctrinamiento apenas tiene encaje. «Las familias que llevan a sus hijos a un centro concertado con ideario propio eligen ese colegio precisamente porque comparten el ideario. No tendría sentido», apunta el presidente de la entidad, Alberto González Costea.

«La coeducación y el respeto a la diversidad no son ideología, son valores democráticos»

Olga Catasús

Presidenta de los directores de Primaria

«La Inspección no ha recibido ninguna denuncia por cuestiones de adoctrinamiento ni por el 'pin' parental»

Consejería de Educación

«Es posible que se planteen quejas en redes o en grupos, pero no deja de ser un tema secundario para tapar otros problemas»

Clara García

Portavoz de FAPA

«Las familias que llevan a sus hijos a un centro concertado con ideario propio eligen el colegio porque lo comparten»

Alberto González Costea

Presidente de Concapa

La libertad de cátedra no necesita más límites, considera el diputado socialista y maestro Antonio José Espín, que los ya en vigor, como el estatuto del empleado público y la propia Constitución. «El problema radica en que, para algunos, cuestiones recogidas en las leyes, como el respeto a la diversidad sexual, son ideología, cuando son derechos. Los docentes cumplen la ley y se ajustan a los currículos», defiende Espín, quien entiende que entre la puntual incomodidad de una familia ante un comentario escuchado por su hijo en clase y el adoctrinamiento media un destierro.

Una visión que comparte la presidenta de los directores de colegios de Primaria, Olga Catasús, quien remarca que «la coeducación y el respeto a la diversidad no son ideología; son valores democráticos. El veto parental nunca tuvo sentido, y la versión actual, ningún efecto en nuestro día a día. Los padres siempre han conocido el programa de actividades complementarias de sus hijos».

En los institutos prevalece, de forma mayoritaria, la prudencia. «Tenemos mucho cuidado e intentamos no polemizar. Se debate, porque se trata de formar a alumnos responsables, pero sobran las banderas, aunque sean de fútbol. Ya tenemos las correspondientes a la entrada del centro», reivindica el director del IES Alfonso X de Murcía, Andrés Nieto, quien a la vez es consciente de que «la bronca política a la que asisten los estudiantes fuera del centro es evidente. Si vivimos en una sociedad crispada, termina salpicando». Una visión que comparte el sociólogo de la UMU Andrés Pedreño, para quien «la crispación política tiene implicaciones» y «la diversidad sexual se ha convertido para muchos en un vector de polarización».

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