Masiva respuesta ciudadana a la concentración del PP en Belluga contra la amnistía y «por España»

La rotunda imagen de la plaza Belluga desbordada por miles de manifestantes contra la ley de amnistía y sembrada de banderas de España fue este domingo una exhibición del músculo del PP en la calle, un espacio en el que, insistieron los líderes populares murcianos, darán la batalla. Miles de ciudadanos de toda la Región fueron colapsando la plaza desde las once de la mañana, una hora antes de la convocatoria, enarbolando banderas de España y unas cuantas de la UE, y con pancartas con mensajes como 'España no se vende'.

La concentración se fue desplegando por las estrechas calles que rodean la plaza Cardenal Belluga, bloqueadas al tránsito por los manifestantes, en una extensión del descontento popular por el corazón de la ciudad.

Familias completas, jóvenes con banderas por capa, ancianos que sí fueron actores de la Transición, niños… Entre ellos, muchos ciudadanos no militantes y que no suelen acudir a manifestaciones, como María José Prior y su hija Macarena Aguilar y sus tres hijos. «No había ido a una protesta desde la concentración por Miguel Ángel Blanco, hace 25 años, pero no hay más remedio que dar la cara, por nuestro país y nuestra democracia», reivindicaba Prior. A su lado, Manuel Alarcón, pensionista, lamentaba «vivir una situación política que nunca imaginé. Quienes sabemos lo que nos costó la Constitución y esta España tenemos que estar aquí para revindicarlo».

Aunque los populares habían apelado también a los votantes de otros partidos «desencantados» con la estrategia de Sánchez, especialmente a los socialistas, convencidos de que «el malestar trasciende los límites del PP», no se dejaron ver rostros conocidos de otras formaciones en la concentración, a la que acudieron el Gobierno regional y la corporación municipal en pleno, senadores y diputados populares y alcaldes de la mayoría de los municipios del PP regional. También quisieron secundar la convocatoria otros representantes de la sociedad civil, como el presidente y el secretario general de Croem, José María Albarracín y Ramón Avilés; el empresario y expresidente de Proexport, Juan Marín; la presidenta de Coec, Ana Correa; y el presidente de la Confederación Católica de Padres de Alumnos, Alberto González Costea. Con ellos, muchos ciudadanos no militantes y anónimos que enarbolaban la bandera de España.

No quisieron salirse de la foto del rechazo popular a la amnistía los líderes de Vox José Ángel Antelo, Martínez Alpañez y Luis Gestoso, quienes escucharon a pie de escenario las palabras del alcalde de Murcia, José Ballesta; y del presidente del PP, Fernando López Miras. El presidente provincial de Vox y vicepresidente del Gobierno regional denunció, momentos antes de que comenzara el acto, que los pactos de Pedro Sánchez «están quebrantado la unidad de la nación. No es el momento de los partidos políticos ni de las siglas, es el momento de la sociedad civil», reivindicó Antelo, quien avisó de que «vamos a estar en todas las manifestaciones contra del golpe de Sánchez», y pidió «una manifestación institucional en la que toda la sociedad de España se sienta representada, piensen lo que piensen, porque hay que parar el golpe de Sánchez».

El acto oficial estuvo protagonizado por López Miras y Ballesta, quienes enfocaron sus discursos en la defensa de la Constitución y contra la amnistía. Los dos trufaron sus intervenciones, cerradas con sonoros '¡Viva España!', con alusiones a la Transición y al reconocimiento a «nuestros abuelos y padres, que conquistaron la Carta Magna y la democracia»; y el mensaje claro de que «daremos la batalla en la calle por la libertad y la igualdad, con firmeza y serenidad», reivindicando así su lugar en el espacio público pero marcando distancia con los movimientos más exaltados.

El líder de los populares murcianos, Fernando López Miras, apeló a la lucha de quienes conquistaron la Constitución Española. «La democracia no va solo de votar cada cuatro años, hay que defenderla todos los días, porque estáis comprobando que la Constitución y la democracia tienen enemigos. No es un día para llorar en el hombro de nadie, sino para tener claro que España será más fuerte que la ambición de unos pocos. Ya basta de humillar, manipularnos y comprar los argumentos del supremacismo independentista», reclamó López Miras entre gritos de 'España no se vende' y 'Puigdemont a prisión'. Los populares, ya resignados con la idea de que no habrá marcha atrás en la medida de gracia, pidieron a los murcianos que «no permitáis que esto afecte a vuestra convivencia, os animo a que tengáis la cabeza fría», pero insistieron en la necesidad de pelear contra la amnistía «en las calles, los tribunales y las instituciones», en palabras de López Miras. «Un aspirante a presidente del Gobierno ha prometido a un prófugo de la justicia libertad, pero España vale mucho más que siete votos», reivindicó antes de proferir tres sonoros '¡Viva España!'.

El alcalde de Murcia, José Ballesta, intervino antes también apelando «a nuestros padres y abuelos que hicieron hace ahora 45 años una empresa nacional: la Constitución de 1978. No solo superaron con inmensa generosidad una difícil situación, sino que fundamentaron la totalidad de nuestro futuro. No se limitaron a dar cobertura jurídica a un Estado, sino que dieron forma política a una nación. Una nación formada por españoles libres e iguales en derechos y obligaciones», reivindicó Ballesta», quien recalcó que los populares «no vamos a permitir ni beneficios fiscales ni chantajes independentistas. Con templanza pero con coraje vamos a defender los valores que articulan el estado más antiguo de Europa», dijo, tras reivindicar que «que la gota de sudor de un trabajador murciano derramada sobre esta tierra que nos mantiene vivos y que pisamos valen exactamente igual que la gota de sudor de un trabajador catalán».

Con el himno nacional y los 'vivas a España', la concentración se fue disolviendo en un ambiente festivo que, en la mayoría de los casos, se completaba con comidas familiares y aperitivos al sol. Muchos de los concentrados se trasladaron a la sede del PSOE, frente a la que Vox había convocado otra protesta.

En el manifiesto del partido, los populares denunciaron que «hoy España es un clamor por la igualdad, la dignidad, la justicia, la convivencia y la diversidad». Y fijaron los objetivos de las concentraciones como un modo de lanzar el mensaje de «no al privilegio. No a la impunidad. No a la amnistía». «Somos una nación con siglos de historia que nunca se ha callado ni se va a callar ante la desigualdad».

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