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Ya es demasiado tarde para frenar la explosión de contagios de las últimas semanas, considera el profesor de la UMU Antonio Guirao Piñera. Para evitar esta infección masiva, las autoridades sanitarias –en el caso de la Región, la Consejería de Salud– deberían haber adoptado medidas a principios de noviembre, cuando la incidencia empezó a aumentar y Delta, que también contaba con una elevada capacidad de transmisión (aunque en menor medida que Ómicron) era la variante mayoritaria.
Pero no es tarde para acelerar el ritmo de bajada de la curva, una vez que se alcance el pico a lo largo de este mes de enero. Antonio Guirao considera que, si se adoptan medidas de limitación de la interacción social, unidas al mejor uso de la mascarilla que se está produciendo en las últimas semanas, la recuperación será mucho más rápida. Y eso evitaría ingresos hospitalarios, pacientes en cuidados intensivos y, lo que es más importante, fallecimientos. «Aún estamos a tiempo», concluye el profesor de Física, cuyas predicciones han dado en el clavo a lo largo de toda la pandemia.
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