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La Medicina de Familia se integrará por fin como una asignatura más en el grado de Medicina de la Universidad de Murcia (UMU). La Junta de Facultad aprobó este jueves con un amplio respaldo -solo hubo un voto en contra- el nuevo plan de estudios, que dará respuesta a una reivindicación histórica de los profesionales de la Atención Primaria. La UMU mantenía un déficit que era excepcional: casi todas las universidades públicas y privadas de España -entre ellas la UCAM- incorporaron la Medicina de Familia hace tiempo.
«Se responde a una necesidad social: el 40% de los graduados serán médicos de familia», subraya Juan Pereñíguez, uno de los ochos profesores asociados de esta especialidad con los que cuenta en estos momentos la UMU. Hasta ahora, la Medicina de Familia representaba solo un rotatorio en sexto curso, con prácticas en centros de salud durante tres semanas. Con el nuevo plan de estudios habrá una asignatura específica de Medicina de Familia en quinto curso, de tres créditos. Además, también estará presente, con 1,5 créditos, en otra asignatura de Primero, denominada Introducción a la práctica clínica. En este caso, compartirá protagonismo con la Medicina de Urgencias, que dispondrá de otros 1,5 créditos.
Esta incorporación de la Medicina de Urgencias constituye, de hecho, otra de las novedades del nuevo plan de estudios, que empezará a implantarse previsiblemente en el curso 2024-2025, según detalló la decana de la Facultad, Carmen Robles.
También la Oncología pasa a ser asignatura especifica, incorporando los cuidados paliativos y desgajándose de Hematología. Se impartirá en Quinto. Una vez aprobado en Junta, el plan pasa ahora a la Comisión de Planificación de la UMU, después al Consejo de Gobierno y, finalmente, deberá someterse al filtro de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca).
La UMU trata de adaptarse con estos cambios a la propia evolución de la medicina. Desde 2010, el plan de estudios no se había modificado, más allá de «algunas pequeñas puntualizaciones», explica Robles. El camino hasta aquí no ha sido fácil. La incorporación de Medicina de Familia se ha ido retrasando por las «resistencias importantes» que sus impulsores se encontraron durante años en el seno de la propia Facultad, admite Juan Pereñíguez. Aunque el proyecto siempre contó con el apoyo claro tanto de Carmen Robles como del anterior decano, Miguel García-Salom, no ocurrió lo mismo con algunos profesores de departamentos que debían ceder créditos a la nueva asignatura. Al final, sin embargo, se ha impuesto la fuerza de los hechos: la ausencia de Medicina de Familia era una anomalía en el panorama universitario.
Las principales novedades
1,5 créditos estarán vinculados a Medicina de Familia, y otros 1,5 a Medicina de Urgencias
Asignatura de nueva creación, con 3 créditos. Además, se mantiene la rotación en Medicina de Familia en sexto curso, con 6 créditos.
Asignatura de nueva creación, con 3 créditos. Hasta ahora, Oncología estaba integrada con Hematología. Se incorporan los cuidados paliativos a la denominación de la nueva materia.
Pero en el proceso para llegar hasta este nuevo plan de estudios se han evidenciado otras tensiones que se arrastran desde hace tiempo, como la reivindicación por parte de los profesores vinculados que desarrollan actividad asistencial en el Servicio Murciano de Salud (SMS) de un mayor peso de la práctica clínica en la formación de los estudiantes. Cerca de 30 de estos docentes rubricaron en enero de 2022 un escrito dirigido al rector de la UMU en el que cuestionaban el procedimiento puesto en marcha por la Facultad para abordar las modificaciones en el plan de estudios. Reclamaban una «auditoría» previa, «mucho mejor externa y liderada por el equipo rectoral», para analizar de forma «objetiva» las «debilidades y fortalezas» del grado de Medicina y de los posibles cambios a aplicar.
Uno de los firmantes de este escrito fue Alberto Torres, catedrático y jefe de Medicina Preventiva de La Arrixaca. Este jueves, Torres volvió a mostrarse crítico: «Este plan de estudios empezará a implantarse en 2024-2025, con lo que estamos hablando de médicos que se graduarán a partir de 2030. Es decir, se trata de adaptarse a la Medicina de mediados del siglo XXI. Hay que ser muy ambiciosos y tomar nota de las referencias nacionales e internacionales. No ha habido un trabajo suficientemente intenso en esta dirección, previo a este plan de estudios».
Sin embargo, la gran mayoría de los clínicos han terminado respaldando el plan. Eso sí, con matices. El catedrático Domingo Pascual, jefe de Cardiología de La Arrixaca, cree que la nueva ordenación de materias «se queda corta» a la hora de dar más peso a la clínica, aunque valora que se haya contemplado una asignatura introductoria en Primero y respalda la incorporación de Medicina de Familia. «El cambio es absolutamente necesario. Las universidades privadas se están adelantando con una docencia más innovadora, que acerca al alumno a la práctica clínica desde el principio, porque tienen más flexibilidad docente. Es difícil introducir cambios con estructuras tan rígidas como las que tenemos nosotros», reflexiona.
Precisamente esta visión está muy presente en las nuevas asignaturas de Medicina de Familia e Introducción a la práctica clínica. «Estarán orientadas hacia la clínica, con una visión más dinámica, y menos centradas en las clases teóricas», explica Juan Pereñíguez. La entrada de la Medicina de Familia en el plan de estudios permitirá a esta especialidad situarse en un plano de igualdad con respecto al resto, algo imprescindible para afrontar el actual déficit de facultativos en Atención Primaria, subraya Pereñíguez. No solo hará más atractiva, a ojos de los estudiantes, la medicina que se ejerce en este nivel asistencial, sino que supondrá un impulso a la investigación y al desarrollo profesional y docente de los médicos de familia. «Habrá profesores titulares y catedráticos , y se generarán más publicaciones científicas», resume.
La creación de una asignatura específica para Oncología es otra novedad importante del plan de estudios. Hasta ahora, esta disciplina estaba integrada junto con Hematología. «Teníamos 10 o 12 clases en Quinto, gracias a que Hematología nos cedió horas. Era una parte pequeña de la asignatura. Ahora, Oncología médica pasa a tener entidad propia», destaca Francisco Ayala, profesor titular y jefe de Oncología del Morales Meseguer. Esta nueva materia incorpora, además, los cuidados paliativos. «Ya había una o dos clases dedicadas a a paliativos, pero la idea es ampliar esta perspectiva. La subcomisión que ha abordado el plan de estudios propuso incorporarlo a la denominación de la asignatura, y así se ha hecho», subraya Ayala. En las aulas no solo se enseña a curar, a tratar y a usar las nuevas tecnologías. En la medicina del siglo XXI habrá que seguir acompañando y cuidando cuando el final de la vida sea inevitable.
El proceso hasta la aprobación del plan de estudios por parte de la Junta de la Facultad ha sido largo y no ha estado exento de tensiones. La decana, Carmen Robles, destaca el esfuerzo por aunar posturas, que ha permitido llegar «a un consenso» tras «hablar mucho». Los 13 departamentos del grado se integraron en la subcomisión que ha abordado los cambios, y todos respaldaron el resultado final, subraya Robles. El nuevo plan estructura el grado desde las materias básicas, en los primeros cursos, a las asignaturas clínicas a partir de tercero, con un quinto curso de carácter «transversal», que incorpora Medicina de Familia y Oncología.
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