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Cuando en 1967 la Residencia Sanitaria Virgen de La Arrixaca se convirtió en el primer hospital de la incipiente Seguridad Social en Murcia, la sanidad ... aún estaba claramente marcada por los roles de género: la medicina era cosa mayoritariamente de hombres, mientras a las mujeres se les reservaba la Enfermería, una actividad por entonces considerada subalterna a la de los médicos. Por descontado, en los hospitales, como en el resto de instituciones, empresas u organizaciones de aquellos años finales del franquismo, los puestos de responsabilidad estaban copados por trajes y corbatas.
Pero ya entonces, en aquella vieja Arrixaca que se ubicaba en la parcela en la que hoy se levanta el Morales Meseguer, había mujeres que rompían techos de cristal, pioneras que abrieron el camino hacia una nueva sanidad y una nueva sociedad, más igualitaria.
La mayoría de los cerca de 5.000 trabajadores que hoy conforman la plantilla del Hospital Virgen de La Arrixaca son mujeres. En las aulas de Medicina del campus de la salud, integrado en el complejo de El Palmar, también hay una clara mayoría femenina. Son el presente y el futuro, que se construye sobre las bases de quienes en el pasado rompieron barreras.
En un acto organizado por la Fundación para la Formación e Investigación Sanitaria (FFIS-IMIB), el hospital rindió homenaje esta semana a ocho mujeres que ocuparon puestos de responsabilidad en aquellos primeros años de la 'Arrixaca vieja' y también tras el traslado a la ciudad sanitaria de El Palmar, en 1975.
Médica. Jefa de sección de Microbiología
Pilar Sánchez es la pionera de la Microbiología en la Región de Murcia. Se formó en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid de la mano de Ricardo Candel. A finales de los 60, Candel aterrizó en Murcia para encabezar el servicio de Análisis Clínicos de la vieja residencia Virgen de La Arrixaca (hoy Morales Meseguer), y se trajo consigo a Pilar Sánchez, quien se encargó de poner en marcha el primer laboratorio de Microbiología. Como jefa de sección vivió el traslado a la ciudad sanitaria, la nueva Arrixaca. Quienes compartieron años de trabajo con ella la recuerdan como «muy emprendedora, con gran agilidad mental y con un enfoque muy preciso de lo que quería».
Médica. Jefa de sección de Anatomía Patológica
Nacida en Madrid en 1943, estudió Medicina en la Complutense con la intención de ser pediatra, pero por el camino se encontró con la Anatomía Patológica y se «enamoró» de la especialidad. Formó parte de la primera promoción de residentes del Hospital de La Paz, y allí la encontró el jefe de Anatomía Patológica de la vieja Arrixaca, Rodríguez Bermejo, cuando fue a Madrid en busca de médicos para su servicio. «Me propuso venir a Murcia y a mí me pareció bien; lo que yo quería era trabajar. Al principio estábamos los dos solos, y luego se fueron incorporando residentes», recuerda Monzonís. La medicina era entonces un mundo de hombres, pero ella siempre se sintió «perfectamente» tratada. «Sé que otras mujeres han tenido que luchar mucho, pero yo solo puedo decir que tanto en La Paz como aquí tuve compañeros maravillosos», cuenta. La exjefa de sección trabajó durante años sin descanso, pero con poca visibilidad: Anatomía Patológica «siempre estaba en los sótanos». Los focos solían centrarse en otros especialistas, que poco podrían haber hecho sin los diagnósticos de los patólogos.
Doctora en Farmacia. Jefa de sección de Bioquímica
Concepción de la Peña pasó por el Instituto de Orientación y Asistencia Técnica del Sureste (IOATS), precursor del actual CEBAS-CSIC, antes de recabar en la 'Arrixaca vieja', donde se hizo cargo de los laboratorios de Bioquímica, dentro del servicio de Análisis Clínicos que dirigía Ricardo Candel. Ya en el actual Virgen de La Arrixaca, en la ciudad sanitaria de El Palmar, se convirtió en jefa de sección. Pocos compañeros tenían entonces el grado de doctor.
Médica de Anatomía Patológica
Nacida en Lorca, estudió Medicina en Granada y después se trasladó a la Universidad Pública de Navarra para ampliar su formación en Anatomía Patológica, relata su hija Mónica. Regresó a Murcia a principios de los años 70 y ejerció en La Arrixaca hasta su jubilación, tras sacarse la plaza con brillantez. A Pilar la vocación le venía de familia; es hija de médicos. Quienes compartieron con ella años de profesión la describen como una persona «amable, siempre dispuesta» y entregada a la Medicina.
Médica. Jefa de sección de Anestesia
Hija de pequeños comerciantes, María del Carmen López Cabarrocas (Granada, 1943) «siempre» tuvo claro que quería ser médica. «Lo tenía decidido desde antes del preuniversitario», explica. Se formó en aulas donde la mayoría de alumnos eran chicos, pero «una tercera o cuarta parte eran mujeres», recuerda. A finales de los 60, Murcia necesitaba médicos para poner en marcha la vieja Arrixaca. El jefe de servicio de Anestesia, Manuel Serrano, la convenció a ella y a otro compañero para que se embarcasen en el proyecto. «Aterricé en el Hotel Victoria -recuerda-, sin conocer Murcia». Cabarrocas se convirtió en la primera mujer anestesista en la Región de Murcia. Como jefa de sección, vivió el traslado a la ciudad sanitaria en 1975. «Cuando llegamos no teníamos ni un sillón donde sentarnos a descansar en el nuevo edificio, pero los quirófanos estaban perfectamente preparados y pudimos empezar a operar enseguida», relata.
Enfermera jefe
Julia Muñoz nació en Peñafiel (Valladolid) en 1913. En los años 30 estudió Enfermería en Santander, y después se trasladó a Orihuela con su marido, que era médico. Compaginó la crianza de sus siete hijos con el trabajo en la consulta de su esposo, hasta que enviudó. A finales de los 60 se incorporó a la Arrixaca vieja, y en 1975 vivió el traslado a la ciudad sanitaria ya como enfermera jefa, recuerda su nieta, Lourdes Gimeno. «La Escuela de Enfermería se instaló en lo que hoy es el hospital de día, y ella prácticamente vivía allí». Entre las decenas de enfermeras que estuvieron a su cargo se encuentra María del Carmen García Calatayud, que recuerda así a Julia Muñoz: «Fue una enfermera jefe comprometida con su profesión y con el hospital; tenía una capacidad de trabajo excepcional. A pesar de ser unos tiempos en los que la Enfermería estaba como al servicio de los médicos, ella siempre defendió nuestra independencia».
Secretaria de la Escuela de Enfermería
Encarna Sidrach formó parte del equipo que puso en marcha la Escuela de Enfermería en La Arrixaca, con Purificación Renedo al frente. En aquella época convivía la escuela de La Arrixaca con la del antiguo Hospital Provincial, antecesor del actual Reina Sofía. Ambas iniciativas confluyeron más tarde en lo que hoy es la Facultad de Enfermería de la Universidad de Murcia. Pilar Almansa, profesora de la UMU, recuerda a Encarna como «una mujer encantadora, que nunca perdía el humor y que tenía esa sabiduría que dan los años».
Matrona jefa del Maternal
«Luisa Muñoz era una matrona excelente, una persona maravillosa. En 1975 ya era la enfermera jefe del Maternal. Había llegado en el 68 a Mazarrón, y de allí pasó a la 'Arrixaca vieja'. Siempre fue una persona muy activa en todos los frentes». Lucía Sánchez, matrona jubilada, recuerda así a Luisa Muñoz, con la que compartió muchos años de profesión. Además de dirigir a las enfermeras del Maternal, Muñoz también presidió el Colegio de Matronas de la Región de Murcia hasta su fusión con el Colegio de Enfermería.
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