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María Dolores Sánchez, en su despacho del Cuartel General de la Armada, en el área de Intervención Delegada Central. El edificio está en la plaza de Cibeles de Madrid. Ministerio de Defensa
María Dolores Sánchez Medrano: «Las Fuerzas Armadas son una salida muy atractiva para la mujer»
General de Brigada Interventor Militar de la Defensa

María Dolores Sánchez Medrano: «Las Fuerzas Armadas son una salida muy atractiva para la mujer»

Con una trayectoria militar de 34 años, es la primera murciana que llega a general y una de las diez mujeres con ese rango en España

Domingo, 2 de marzo 2025, 07:27

Era 1988 cuando se licenció en económicas y empresariales por la Universidad de Murcia (UMU) y, animada por su madre, no dudó en aprovechar el momento histórico que vivió España con la apertura de las Fuerzas Armadas a las mujeres. La posibilidad de ingreso era para los Cuerpos Comunes, y dentro de ellos aprobó en 1990 la oposición para el de Intervención. A sus 60 años, después de 34 en distintos puestos de control económico-financiero y asesoría –entre ellos en la Intervención General de la Defensa, el Instituto para la Vivienda de las Fuerzas Armadas (Invifas) y el Gabinete Técnico del Director General de la Guardia Civil–, María Dolores Sánchez Medrano (Murcia, 1964) ascendió en diciembre de coronel a general de brigada del Cuerpo Militar de Intervención. La resolución de su ascenso, con rango de real decreto, la firmó Margarita Robles, la tercera mujer ministra de Defensa tras Carme Chacón y María Dolores de Cospedal. En el caso de María Dolores Sánchez, es la primera murciana que llega a general y una de las diez mujeres que ya lo han logrado en España.

–¿Qué supone para usted el ascenso a general de brigada, estar entre las diez únicas mujeres que han alcanzado este rango en las Fuerzas Armadas españolas y ser la única murciana en este selecto grupo?

–Para mí es el reconocimiento de una carrera profesional de prácticamente 35 años. Entré en 1990, tras aprobar la oposición. Este ascenso es el reconocimiento al trabajo y a la experiencia profesional. Tú te preparas como militar e intentas llegar a lo máximo, ¿no? Entonces, personalmente, pues es, claro, una alegría. Y aparte también, pues una responsabilidad y un orgullo profesional. La primera vez que la mujer tuvo la posibilidad de entrar en las Fuerzas Armadas fue en 1988, con un real decreto de 22 de febrero de 1988, a través de los Cuerpos Comunes. Quienes entramos por esa vía fuimos las pioneras, digamos. Luego ya se abrió la posibilidad de acceso para todas las Fuerzas Armadas. Las mujeres hemos ido ascendiendo igual que nuestros compañeros. En definitiva, este ascenso prueba que puedes desarrollar tu carrera profesional en las Fuerzas Armadas, seas hombre o mujer, con la misma igualdad y condiciones.

–¿En qué consiste su empleo actual, qué lo diferencia de los anteriores y cuántas personas tiene a su cargo?

–Nosotros entramos en las Fuerzas Armadas ya con una carrera. En el Cuerpo Militar de Intervención normalmente entras con Derecho, Económicas y Empresariales, Administración y Dirección de Empresas y carreras similares. Los Cuerpos Comunes están formados por el Cuerpo de Sanidad, integrado por médicos, veterinarios, farmacéuticos y enfermeros; el Jurídico; el de Intervención; y el de Músicas Militares. Yo soy economista, hice la carrera allí en la Universidad de Murcia y aprobé la oposición del Cuerpo Militar de Intervención. Nos encargamos del control interno de la gestión económico-financiera de la actividad económica de las Fuerzas Armadas. Tenemos también las funciones de asesoramiento económico-fiscal y de notarios militares, fedatarios públicos. Yo me he dedicado mucho a la auditoría. He estado destinada en la Intervención delegada de organismos autónomos y varios años en el gabinete del director general de la Guardia Civil. Ahora, con el ascenso a general, mi destino es la Intervención Delegada Central de la Armada. Estoy entre el Cuartel General y la Jefatura de Apoyo Logístico. La Armada gestiona unos mil millones de euros al año. Y en el grupo de Intervención, entre interventores militares, personal militar y funcionarios, somos unas dieciocho personas.

«Doble responsabilidad»

–A pesar del importante volumen de presupuesto y de contratos que se gestiona en el ámbito de la defensa nacional, no se conocen escándalos de corrupción en los tres ejércitos, como sí ocurre en otros ámbitos de las administraciones públicas. ¿A qué lo atribuye?

–Hombre, está todo muy controlado. Tenemos primero el control de los propios gestores públicos. El gasto de defensa se gestiona a través de los cuerpos de Intendencia de Tierra, Mar y Aire, y ellos son los primeros controladores de que se realice de acuerdo con la ley y la buena gestión financiera. Y luego estamos nosotros, el cuerpo de control de esa gestión económica. Realmente son gestores muy profesionales y yo, en mi vida de controlador, no he encontrado ningún tipo de escándalo económico. Siempre se puede hacer mejor la gestión, que sea más eficiente. Además, la normativa cambia y tienes que ser cada vez más profesional en la ejecución del gasto. Muchas veces la Administración es lenta en gestionar precisamente por lo garantista de la ley de contratos. Estás gestionando recursos públicos y tienes una doble responsabilidad. Y, sí, la verdad es que los gestores de las Fuerzas Armadas son ejemplares.

–La general Patricia Ortega afirmó en 2019, al convertirse en la primera mujer general en España, que con carácter general el apoyo a la promoción profesional de la mujer no es una cuestión de establecer cupos sino de «equidad». ¿Cuál es su experiencia en este ámbito?

–En las Fuerzas Armadas, por su propia condición, sobre todo en las áreas más operativas, es más complicado a lo mejor conciliar tu vida familiar y tu vida profesional. Eso es evidente. Por ejemplo, si tienes que viajar o si vas de misión con la Armada y tienes que embarcar. Yo tengo tres hijas y la verdad es que ha sido un poco duro el conciliar. Pero no por estar en las Fuerzas Armadas, sino porque trabajamos tanto mi marido como yo y, además, tampoco teníamos ayuda familiar. Vivimos en Madrid y toda mi familia está en Murcia y la de mi marido, en Alicante. Pero también hay que decir que la normativa, en general, ha ido evolucionando mucho tanto para la madre como para el padre en cuanto al cuidado del bebé. Hay muchas más facilidades para conciliar. Y en las Fuerzas Armadas se procura siempre que puedas compaginar tu vida profesional y tu vida familiar. Las Fuerzas Armadas enseguida pusieron los medios y las facilidades para que pudiéramos desarrollar nuestra carrera profesional en igualdad, respetando siempre las eventualidades del embarazo, el cuidado de hijos y cualquier otra circunstancia, en todos los empleos y en todas las escalas.

–Quedan pocos días ya para el 8 de marzo (8M), Día Internacional de la Mujer. ¿Cómo ve el panorama actual de la mujer en España y su evolución en los ejércitos? ¿Cree que pronto habrá mujeres que alcancen el rango de Jefe de Estado Mayor?

–Las Fuerzas Armadas son una opción atractiva para la mujer y el porcentaje de mujeres se va incrementando cada vez más. En nuestro cuerpo de Intervención, ahora mismo, la máxima Jefatura es de una mujer. La interventora general es Maite Gordillo, que es una de las generales de división. Ahora mismo hay dos generales de división y una es ella. O sea que ella es pionera en eso. En la Fuerza, es decir en la Armada, el Ejército de Tierra y el Ejército del Aire, las mujeres ingresaron un poquito después que nosotras en los cuerpos comunes. Entonces, hay que dar tiempo a que hagan el ascenso a general. Con esa evolución, claro que sí, se llegará a ver mujeres Jefe de Estado Mayor. La fecha del 8 de marzo se acerca y yo insistiría en que el Ejército ha ido evolucionando y es cada vez más atractivo como salida profesional para las mujeres. Es una salida muy atractiva. En el Ejército, la mujer representa ya un 13%, casi un 14%, que está muy bien si lo comparamos con cuerpos que puedan ser similares por el tipo de trabajo, como la Guardia Civil y la Policía. En el Ejército estamos en una media un poquito más alta. Encima, en el Cuerpo de Intervención Militar, el mío, somos un poquito más mujeres que hombres. En determinados empleos, como el de teniente y el de capitán, ya hay más mujeres que hombres. Aprueban más mujeres la oposición.

–La Princesa de Asturias da gran visibilidad a las Fuerzas Armadas y al papel de la mujer en ellas. Está embarcada en el buque 'Elcano' y este año se incorporará a la Academia General del Aire (AGA), en San Javier, para culminar su formación militar. ¿Cómo valora esta presencia y la contribución de Doña Leonor en la difusión de la denominada cultura de defensa?

–Al pasar por las tres academias, la Princesa de Asturias adquirirá la formación con la que, en un momento, llegará a ser jefe de las Fuerzas Armadas, como lo es su padre, el Rey Felipe VI. Su paso por los tres ejércitos lo está haciendo, además, en un tiempo récord, porque prácticamente es un año en cada academia. Está muy bien que se imbuya de ese espíritu militar y, además, yo creo que da una visibilidad muy buena a las Fuerzas Armadas. Veo muy importante el que se transmita esa cultura de defensa. Se hace, además, de manera muy transparente. Por ejemplo, con la despedida de sus padres en Cádiz, ¿no? Cuando se embarcó. Fue un acto muy cercano. En general, yo creo que la gente tiene que conocer un poco más el Ejército, familiarizarse con él, saber que está para el bien común. La gente asocia mucho el Ejército a la UME (la Unidad Militar de Emergencias), a la que ve muy cercana, sobre todo ante catástrofes como la dana de Valencia. Pero todo el Ejército está ahí. También la gente que se quiere hacer reservista, cada vez más civiles juran bandera. Es muy positivo dar a conocer a las Fuerzas Armadas, que sea algo cercano para la gente.

–La vuelta al poder de Donald Trump y sus conversaciones con Putin para un acuerdo de paz en Ucrania tres años después de la invasión rusa, la tregua entre Israel y Hamás en la guerra de Gaza, la presión del presidente de Estados Unidos para que los países de la Unión Europea inviertan más en defensa en el seno de la OTAN... el cambio en la situación internacional en las últimas semanas hace que se hable del refuerzo de las políticas de seguridad y de la defensa. ¿Qué reflexión general haría sobre la importancia de estas materias, que además suponen una oportunidad de desarrollo de la industria española y europea?

–Con carácter general, diría que nos toca vivir una época de cambio y que la seguridad y la defensa son siempre fundamentales para el mantenimiento de la estabilidad, la paz y la democracia. Y, efectivamente, la inversión en estos ámbitos supone un refuerzo del tejido industrial de un país.

Tejido industrial

–En ese aspecto, Cartagena tiene un papel relevante, en especial con la construcción de los submarinos S-81 de la Armada en Navantia. En la Región de Murcia también hay presencia de los ejércitos del Aire y de Tierra. ¿Cómo valora esta situación?

–Esta presencia militar aporta la cercanía a los ciudadanos de la que hablaba antes. Y en el aspecto económico es bastante importante. Cartagena, con el Arsenal y la relación con Navantia por los submarinos, contribuye a que haya un tejido industrial importante en la zona. La AGA da soporte económico y prestigio al área de San Javier. En general, la Región de Murcia está muy vinculada a las Fuerzas Armadas y eso es muy positivo.

  1. «La entrada en el Ejército se la debo a mi madre»

–Además de haber ascendido a general de brigada, usted atesora numerosas distinciones. Son la Cruz al mérito militar con distintivo blanco, Cruz al Mérito Aeronáutico con distintivo blanco, Cruz de Mérito Naval con distintivo blanco, Cruz de San Hermenegildo, Distintivo de profesorado, Cruz del Mérito de la Guardia Civil, Encomienda de la Orden de San Hermenegildo, Cruz del Mérito de la Guardia Civil, Mérito de Plata Defensa Nacional Francesa, Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil y Placa de San Hermenegildo. Y aún tiene por delante cinco años de carrera profesional. ¿Tiene la expectativa de llegar a general de división?

–Como general de brigada puedes estar hasta cuatro años. En 2027 podría optar a una vacante de general de división. Hay que tener en cuenta que este empleo es por elección, se debe considerar que eres idónea para su desempeño. Con 65 años, en las Fuerzas Armadas se pasa al retiro. Como he comentado, como militar siempre tienes el compromiso del servicio al bien común e intentas dar lo mejor de ti mismo y llegar a lo máximo.

–En su caso, ¿hasta qué punto fue importante la tradición militar de su familia para opositar a las Fuerzas Armadas?

–Mi padre era militar. Aunque nació en Melilla, su familia era de Murcia, de Molina y de Lorca. Él era de Infantería de Tierra y su padre era también militar. Y luego, por parte de mi madre, también tenemos familia militar. O sea, yo, remontándome, seré la sexta generación de militares. Mi tío, que ya está retirado, también ha sido coronel del Ejército del Aire. Y, bueno, pues sí que tenemos tradición familiar. Pero yo el entrar en las Fuerzas Armadas se lo debo, en concreto, a mi madre, que fue la primera que dijo: 'Oye, que ya puede la mujer entrar en el Ejército'. Se publicó el real decreto en 1988, y dijo: 'Que ya puedes; preséntate, preséntate'. Antes, no era una posibilidad que me pudiera plantear. Mi madre estaba pendiente y eso hizo que yo me presentara, nada más terminar la carrera. En todo caso, el ámbito militar siempre lo he vivido en mi familia.

–Su destino profesional está en Madrid. ¿Qué relación mantiene con Murcia?

–Bueno, mi madre vive en Murcia capital, y mis dos hermanos desarrollan su trabajo allí: el mayor, Paco, es arquitecto, y Rafael es ingeniero de Minas en la Comunidad Autónoma. O sea, que mi familia vive en Murcia y yo voy a la ciudad con frecuencia para estar con ellos.

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