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Andalucía está preparando algunos de sus puertos para recibir barcos con agua desalada en el caso de que sea necesario y garantizar el abastecimiento de ... Málaga y otras ciudades, como avanzamos ayer en LA VERDAD. El presidente andaluz Juanma Moreno señala que quiere tener encima de la mesa todas las posibilidades para afrontar esta dura sequía en su territorio, y una de ellas es el transporte en barco de agua desalada de Escombreras o de Sagunto. Con este propósito, hubo contactos entre los gobiernos de Andalucía y Murcia, aunque tratándose de la planta de Escombreras, que la Comunidad tiene alquilada al Grupo ACS, conviene recordar que su producción está bajo mínimos.
En el Ejecutivo regional explican que se produjo una «conversación informal» el pasado 21 de diciembre entre representantes de ambos gobiernos, que coincidieron en la firma de los convenios de los regantes con Acuamed. Además de los altos cargos del Ministerio, asistieron la consejera Sara Rubia y su director general José Sandoval, y por parte de la Junta de Andalucía lo hizo el secretario general del Agua, Ramiro Angulo Sánchez. Este preguntó a Rubira si la Región tenía disponibilidad de agua para mandar por barco. Si esto se llevara a cabo, serían caudales de una desaladora autonómica, no ministerial.
Aunque informal en aquel momento, dicha propuesta se puso sobre la mesa y está en estudio. «Llegado el momento, y en la medida de nuestras posibilidades, veremos cómo ayudar a Andalucía y a otras regiones que lo necesiten», es la posición del Ejecutivo de López Miras. «Siempre vamos a ser solidarios con otros territorios, tal y como nosotros lo reclamamos para la Región. Esto es una clara evidencia de que ante esta situación de sequía hace falta una política de Estado, pero no existe coordinación alguna por parte del Gobierno central. Se pone de manifiesto la necesidad de un Plan Hidrológico Nacional, como venimos reclamando», apuntan.
Considerando la escasez que sufre la Región de Murcia, resulta evidente que hay otros territorios que están mucho peor. Se aproxima una primavera catastrófica, si sigue sin llover, y el verano puede ser peor. De ahí que en los gobiernos de Andalucía y Cataluña (y también de Extremadura) crezca el nerviosismo y se estén barajando todas las opciones para conseguir agua lo antes posible. La Generalitat catalana solicita un minitrasvase del Ebro para los riegos del Priorato; mientras que Juanma Moreno, además de los barcos y las desaladoras, también propone trasvases desde donde sea posible, entre cuencas, provincias, regiones e incluso países, como Portugal. «Hay que abrir la mano», ha declarado. En referencia a Portugal, indicó que actuaciones de este tipo son «complicadas porque hay que buscar siempre el consenso con el Gobierno central».
El Ejecutivo de Extremadura, por su parte, propone trasvasar del Tajo al Guadiana, construir tres embalses y recurrir el Convenio de Albufeira que garantiza el paso de importantes volúmenes de agua a Portugal. En Badajoz están mal en el Guadiana, y en Cáceres bien con el Tajo. A todo esto, ¿cómo actuará el Ministerio?
Así está el panorama. La cuenca del Tajo resiste y las reservas de cabecera crecieron un 7% en la última semana. El Gobierno de García-Page mantiene su política de cercenar el Trasvase y urge al Ministerio a que publique los informes que modificarán la explotación del Tajo. La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, considera que con el cambio de las reglas se deben recortar aún más las transferencias al Levante.
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