Murcia-Alicante, la carrera desigual

A finales del año pasado, la Generalitat obtuvo luz verde para ampliar el puerto de Valencia, en clara competencia con la fallida dársena de El Gorguel, y ahora la comunidad vecina centra sus esfuerzos en el baipás ferroviario de Torrellano y la ampliación del aeropuerto de Alicante. Dos proyectos que afectan directamente a los intereses murcianos. El pasado miércoles, las consejeras valencianas de Medio Ambiente y de Turismo se reunieron con la cúpula de Aena para analizar la ampliación del aeropuerto de Alicante-Elche, cuyo plan director incluye la construcción de una segunda pista a medio plazo. Eso sería otro golpe para el aeropuerto de Corvera, que no consigue levantar cabeza.

Aena considera que no es necesario construir esa segunda pista porque el aeropuerto dispone de suficiente capacidad durante los próximos años. Esa obra se hará «cuando se necesite», precisa. No obstante, Aena sí trabaja en el diseño funcional de la ampliación de la terminal del aeropuerto alicantino, que incluye la integración de la futura estación ferroviaria.

Las últimas cifras de ocupación del aeropuerto regional, facilitadas ayer por Aena, reflejan las dificultades de esta infraestructura para remontar el vuelo y subirse a la ola del récord de viajeros por avión que vive el sector turístico nacional. Pese a la fiebre que existe por viajar, sigue lejos de alcanzar los dos millones de pasajeros del año 2018 (en San Javier). Crece, pero no lo suficiente en comparación con la media nacional.

Durante el primer semestre de este año se han rozado los 400.000 pasajeros, la mayoría de ellos extranjeros, con un incremento del 4,3% respecto al mismo periodo del año anterior. El incremento más destacable de pasajeros se produce en el mercado nacional con 47.012 viajeros registrados, lo que supone un aumento del 55,8%. Si nos ceñimos a los datos del mes de junio, el incremento fue del 2,1%, con un registro de 111.787 viajeros.

Estos datos permiten sacar algunas conclusiones: el principal vector de crecimiento del aeropuerto regional son las rutas nacionales, aunque representan una pequeña parte en comparación con el tráfico total. En segundo lugar, el aeropuerto de Alicante se sigue comiendo al de Murcia y batiendo récord de pasajeros. En junio creció un 17,7% (ocho veces más que el aeródromo murciano) hasta alcanzar los 1,7 millones de usuarios.

Volviendo al ferrocarril, Adif ha dado el primer paso para implantar el ancho estándar (internacional y con vía electrificada) en la línea de Cercanías C1 entre Murcia y Alicante, el tramo con mayor tráfico de viajeros del mapa ferroviario regional. Se trata de modernizar este trayecto, que incluirá la nueva estación en el aeropuerto de Alicante. Mientras está latente la polémica sobre el trazado (en Alicante exigen que se desmantele el itinerario por la costa y se acometa el baipás), Adif ha lanzado la redacción de los proyectos entre San Isidro y Alicante, junto a la conexión de la estación de Elche con su centro urbano, ya que ahora están muy alejados. «Esta actuación dará respuesta a la elevada demanda de transporte en la línea convencional Alicante-Elche-Murcia, un eje de gran dinamismo económico e industrial; al tiempo que la conectará al Corredor Mediterráneo litoral», indica Adif.

Permitirá asimismo mejorar la operatividad e incrementar la capacidad con nuevos tramos de doble vía, a la vez que potenciará el tráfico de mercancías con dos baipases. La redacción de los proyectos tiene un presupuesto de 6,5 millones y dos años de plazo para su elaboración. En la actualidad, Murcia, Elche y Alicante están conectados ferroviariamente de dos formas: por la plataforma de alta velocidad (para trenes AVE, Avlo, Avant y los próximos de Ouigo) y por la antigua vía de Cercanías que se bifurca en San Isidro y que utilizan los viejos trenes automotores diésel. Con el nuevo diseño, ambos recorridos quedarán conectados en la zona de San Isidro y unificados con vías electrificadas de ancho internacional.