Con este déficit no hay quien pueda

Con este punto de partida se pretende llegar al más difícil todavía: el objetivo de déficit del 0,1% propuesto el pasado lunes para las comunidades autónomas por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Los gobiernos de Murcia y Valencia lo consideran un doble agravio: por el hecho de que el Ejecutivo central se reserva un déficit muy superior del 2,9%, y por la infrafinanciación que arrastran ambas regiones, las más perjudicadas por el actual sistema.

Así las cosas, la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana han mantenido contactos para hacer un frente común en defensa del 0,3% de déficit, echando un pulso a la ministra. Los Ejecutivos de Carlos Mazón y López Miras piensan mantener sus hojas de ruta y esperan que se sumen otras comunidades gobernadas por el PP. Eso conlleva mantener los respectivos presupuestos para el año que viene y desafiar a María Jesús Montero, quien advirtió de que ese rechazo puede derivar en un ajuste más duro. Imponer prácticamente el equilibrio presupuestario a la Región de Murcia y a la Comunidad Valenciana, sobre la base del plan de estabilidad que se envió a Bruselas, equivale en estos momentos a pedir la Luna. De la deuda pública ya ni hablamos.

Esta refriega está condicionada por «la factura del separatismo», que el PP considera que tendrán que pagar el resto de comunidades autónomas, así como por la condonación de deuda. El consejero Luis Alberto Marín indicó ayer que no tiene intención de dialogar bilateralmente con el Ministerio sobre la condonación si antes no se negocia la reforma de la financiación autonómica. En declaraciones a EP, Marín sostuvo que la ministra intentará romper la unidad de las regiones que dirige el PP.