Cariño, pactos y otras movidas

Cabe suponer que con los acuerdos municipales PP-Vox se puede montar otro circo político, a tenor de la posición del PSOE animando a los populares a desembarazarse de sus socios de la ultraderecha. Llegados a este punto, cabe pensar si esta será una condición irrenunciable de los socialistas murcianos para suscribir pactos puntuales con el Gobierno de López Miras, como puede ser la ley de Presupuestos del año que viene, en la que incide precisamente el sondeo del Cemop. Si esto es así, puede que el efecto a la postre sea el contrario, y que se refuercen las alianzas municipales.

José Vélez se habrá percatado de que el 45,5% de quienes le votaron el año pasado son partidarios de que el PP gobierne en minoría llegando a acuerdos puntuales con el PSOE; mientras que los votantes del PP prefieren que se pacte indistintamente a dos bandas, aunque priorizando la relación con Vox.

Es muy probable que los socialistas murcianos estén tomando medidas y recomponiendo fuerzas ante la posibilidad de que se produzca un adelanto electoral más pronto que tarde. No quieren que les pille desprevenidos. Las urnas están lejos en estos momentos, pero nunca se sabe qué órdenes puede enviar Feijóo a los presidentes/as autonómicos abandonados por Vox.

En mitad de esta crisis tan volcánica no ha pasado desapercibida la revelación de López Miras sobre la relación que mantiene con José Ángel Antelo, cuando dijo el pasado lunes que siente «afecto y cariño» por su exvicepresidente, con quien aseguró que había mantenido una buena relación profesional y personal durante el tiempo que compartieron en el Gobierno. Una relación que puertas afuera se percibía de otra forma debido a los encontronazos entre ambos partidos, aunque nunca por motivos suficientes para romper la coalición, como se pudo comprobar.

A tenor de la palabras de López Miras, parece haber sido una relación muy 'sui generis', aunque también es cierto que el presidente querrá cuidar a sus antiguos socios y darles cariño para que no le pongan demasiados palos en las ruedas o le puedan bloquear.

Otro dato de la encuesta que también invita a la reflexión es el referido a la política de inmigración. Resulta relevante que más del 65% de los ciudadanos apoyen el reparto de los inmigrantes menores no acompañados entre las comunidades autónomas, una medida de gran calado social, frente a una cuarta parte que está en desacuerdo con esta actuación. Entre los votantes de Vox, tal rechazo llega al 72,4%. Obvio.

Sería deseable que el nivel de entendimiento y colaboración –que dure– al que han llegado la Comunidad y el Ministerio sobre el Mar Menor también se traslade al agua. Este conflicto tiene una complejidad diferente porque entran en juego otras comunidades autónomas. Crece la expectación ante la reforma de las reglas del Trasvase, y el Gobierno regional y los regantes no son nada optimistas. En la Comunidad temen que todos los trasvases sean automáticos, y que los volúmenes asignados hasta ahora al Nivel 3 se recorten y se destinen solo al abastecimiento. Junto a eso, sospechan que en el Nivel 2 también se podrían reducir los 27 hectómetros mensuales actuales.