

Secciones
Servicios
Destacamos
La ya pandemia de incorrecciones ortográficas y gramaticales en los textos que redactan los estudiantes ha ido escalando niveles en los últimos años, hasta llegar al más alto de la enseñanza, la universidad, donde los docentes han empezado a alarmarse por los fallos recurrentes entre los alumnos. El desaliño de la escritura en redes sociales -sin vocales, tildes y haches, abreviaturas...-, la indolencia y precipitación ante la redacción, el poco hábito de lectura entre los jóvenes y adolescentes y la permisividad de algunos docentes en la penalización de los errores se han conjurado para deteriorar la calidad de los textos que redactan los estudiantes, hasta el punto de que decanos y profesores entienden ya el problema como «un mal sistémico».
El deterioro es innegable a juicio de los profesores de todos los niveles, y las causas, multifactoriales. La indolencia y precipitación del lenguaje que los chicos emplean en redes sociales, plagado de abreviaturas y errores ortográficos intencionados, ha ido recalando en los textos que redactan en los exámenes y en los trabajos. «No es un problema que escriban 'xk' en sus mensajes de móvil, pero sí cuando lo hacen en un examen, y así ocurre de forma inconsciente», lamenta el director del instituto Alfonso X El Sabio de Murcia, Andrés Nieto, a quien no le cabe duda de que el hecho de que los alumnos presenten la mayor parte de sus trabajos escritos con ordenador no ayuda a que se expresen bien. «Leen muy poco, y escriben menos. Pasan el corrector automático y listo, pero no tienen práctica con la escritura manuscrita», advierte el profesor, que también imparte clases en la Universidad de Murcia y comprueba en cada examen las consecuencias de esa dinámica a largo plazo.
La dificultad que encuentran los universitarios para desarrollar una idea desde el planteamiento y la exposición hasta la conclusión es alta, a juicio de los docentes. «No tienen hábito de escribir; presentan golpes, telegramas, un lenguaje sincopado que carece de fluidez», detalla el decano de Letras de la Universidad de Murcia (UMU), Pascual Cantos, quien considera que la organización formal del texto en el papel, la presentación y la caligrafía son algo más que un buen acabado.
Los profesores de Secundaria se quejan de «cómo les llegan» los escolares de la Primaria; los docentes de Bachillerato lamentan el nivel en Secundaria, y los de universidad piensan que igual ya es tarde para arreglar nada. Una dinámica que, reivindica el decano de la Facultad de Educación, Antonio de Pro, no sirve de nada. «Es absurdo echarnos las culpas y hacer demagogia con el tema. Tenemos un problema muy grave, sistémico y con una raíz muy profunda, que debería marcarse como objetivo estratégico de la Región», advierte De Pro, consciente de que las alarmas se dispararon cuando algunos tribunales de las recientes oposiciones de Secundaria se quejaron de los errores ortográficos y gramaticales de los graduados aspirantes. «Si el MIR fuera un examen con desarrollo, probablemente encontraríamos los mismos errores», advierte.
La permisividad de los propios profesores en la penalización que aplican a los fallos en sus calificaciones está también detrás del deterioro del lenguaje escrito de los estudiantes. «Empiezas a ver lo que viene corrigiendo los exámenes de Selectividad; es triste admitirlo, pero en ocasiones levantas la mano porque tienen bien el contenido, y no puedes hacer una escabechina», dice Noelia García, profesora en la UMU, quien también entiende que los programas de enseñanza bilingüe «no han ayudado. Estudian sociales en inglés, y es una de las materias que más favorece el aprendizaje de la lengua».
«Muchos docentes pasan por alto en los exámenes las faltas cuando entienden que el contenido es correcto. Si fuésemos estrictos mucha gente no aprobaría. Los niveles de exigencia han bajado en todo», coinciden otros profesores de Derecho.
Para evitar encrucijadas, lamenta De Pro, en los últimos años se han impuesto los exámenes tipo test. En las pruebas de acceso a la Universidad no se aplica un baremo general para restar puntos a los alumnos que cometen faltas. Solo en el examen de Lengua las penalizaciones están claras para los estudiantes: los alumnos pierden un punto por cada falta, y 0,25 por tilde, hasta un máximo de tres puntos de rebaja. En el resto de asignaturas, sean de Ciencias o de Letras, queda a criterio del profesor que corrige el examen o del coordinador del área.
El adelanto de la edad de iniciación en el uso de los móviles a Primaria ahonda, a juicio de los maestros, las consecuencias. Los niños aprenden a escribir en el colegio textos largos casi al mismo tiempo que a teclear mensajes cortos, saltándose acontecimientos clave en el proceso de su desarrollo lingüístico. «Igual que hay que gatear antes de andar, el proceso de aprendizaje del lenguaje es importante», insiste Mariola Sanz, maestra y directora del colegio de El Esparragal, quien desarrolla en su centro muchos de los programas que la Consejería de Educación despliega para acotar el problema: el proyecto Lector (promueve la lectura diaria durante la jornada escolar), el plan Leemos, la liga de debate y 'Mi periódico digital', programa educativo que se lleva a cabo junto con el diario 'La Verdad'.
La «escritura selvática», como la define el profesor Ramón Almela, autor del 'Manual de buenas prácticas ortográficas editado por la Universidad de Murcia, se fragua tanto en la escuela como en la vida. «Los chicos hoy son más impulsivos. Primero actúan y luego piensan, y su escritura, que les refleja, es como ellos, precipitada».
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.