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Aunque temían el resultado de esta fase del proceso de planificación, los regantes del Trasvase recibieron como una bomba la propuesta formal de subida de caudales ecológicos en el Alto Tajo, como recoge el plan de cuenca que hoy avanza LA VERDAD. El presidente del ... Sindicato Central de Regantes del Trasvase (Scrats), Lucas Jiménez, indicó que se encuentra «un poco noqueado». Apuntó que el recorte del Trasvase «nos va a provocar mucho daño. El Ministerio ha tenido la desfachatez de anunciar el daño que nos iba a causar y al mismo tiempo, veinte días después, ejecutarlo». Lamentó el «ensañamiento» del Ministerio hacia el Levante, y ha solicitado los ceses de la ministra Teresa Ribera y del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.
«Quieren acabar con el Trasvase ideológicamente», recalcó. El dirigente del Scrats señaló que «se cumplen cuatro años del anuncio que hizo Pedro Sánchez en Albacete de poner fin al Trasvase. Aunque sea un fin diferido en el tiempo, pone fin a la mitad de lo que venía recibiendo el Trasvase. Creo que esa es la noticia: han tardado cuatro años, pero son gente cumplidora. Pedro Sánchez, instigado por Cristina Narbona, ha cumplido la hoja de ruta de la exministra».
Jiménez considera que de poco han servido las presiones de los representantes del PSOE de la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana. «En esta negociación política ha ganado la contienda el más gritón, que es el presidente de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page. Seguro que se va a quejar del resultado porque así funciona el teatrillo político que se ha orquestado en el Ministerio para la Transición Ecológica, pero el resultado no va a beneficiar nada al Tajo ni a Castilla-La Mancha , salvo para afianzar los votos de Page».
El presidente del Scrats consideró que el río Tajo «va a seguir mal» . «A Portugal llegará un gotica más de los miles de hectómetros que le llegan anualmente. Los pueblos ribereños celebrarán la medida, sin darse cuenta de que hay dos tiros: un tiro va al pie de los levantinos, y el otro tiro a los propios pueblos, ya que ese caudal no se va a quedar en Entrepeñas y Buendía. Va a bajar para abajo, y cuando pase la algarabía alguien tendrá que explicarlo. Si les satisface más que ese agua baje hacia Portugal, a que la aprovechen una parte de los españoles, que se lo hagan mirar».
Jiménez insistió en que hay dos planes hidrológicos «enfrentados y contradictorios y me imagino que el Ministerio resolverá ese tema de una forma chapucera».
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