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«No van a ser buenas noticias». El presidente del Sindicato de Regantes del Trasvase (Scrats), Lucas Jiménez, considera que los cálculos ya están hechos ... y que será «inminente» el cambio de las reglas de explotación del Trasvase para ajustarlo al aumento de los caudales ecológicos en el Tajo. Señala que los técnicos del Cedex ya han realizado su informe y que todos están a expensas de que salga a información pública.
A falta de conocer la propuesta que realice el Ministerio, el dirigente del Scrats estima que «vendrá muy poca agua para el regadío» cuando se haya aplicado en el año 2027 toda la subida de caudales ecológicos prevista en el Plan del Tajo. «En ese año, podría producirse la práctica desaparición del Trasvase para el regadío. Sufrirá una merma de más de 100 hectómetros (la mitad de lo que ahora recibe), ya que la asignación para los abastecimientos urbanos no se va a tocar». Sobre esta base, sostiene que con las nuevas reglas de explotación «habrá muchos meses al año en los que la cabecera del Tajo estará en el Nivel 4, de trasvases cero», según las aportaciones que se registren.
Lucas Jiménez se pregunta cómo se modularán los sobrantes para evitar que la cabecera entre en los niveles 3 y 4, temiendo además que el Nivel 2, que permite derivar de forma automática 27 hectómetros por mes, se presente en pocas ocasiones. Desconoce asimismo si las nuevas reglas se aprobarán en un solo golpe, contemplando el caudal ecológico máximo de 8,6 metros cúbicos por segundo, o se hará de forma escalonada. Antes de que el Consejo de Ministros apruebe el decreto, se convocará al Consejo Nacional del Agua y se solicitará un informe no vinculante al Consejo de Estado.
El dirigente de los regantes señaló que el recorte del Trasvase responde «al capricho de Teresa Ribera». «En el año 2027 sufriremos la pinza de ese recorte y del cierre de pozos; no sé cómo lo va a llevar el sector», apostilló.
En relación con el informe del Cedex sobre las nuevas reglas de explotación, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, declaró a LA VERDAD que no tiene constancia oficial del documento. «Sé que el informe está terminado, pero todavía hay que esperar a que se realice el trámite de información pública. En cualquier caso, el informe no va decir nada que no sepamos. Cuando se aprobó el plan del Tajo, sabíamos que habría mermas».
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