El informe preliminar de la autopsia descarta signos de violencia en el cadáver del chico hallado muerto en el Mar Menor

El informe preliminar de la autopsia realizada al cuerpo de Ivailo ‘Ivo’ Petrov, el menor de 16 años y nacionalidad búlgara que desapareció en el Mar Menor el pasado 5 de enero cuando navegaba por el Mar Menor en una piragua robada junto a otros dos chicos, que sobrevivieron, no presenta signo de violencia.

Según pudo saber LA VERDAD de fuentes cercanas al caso, esta documentación preliminar establece una muerte accidental como la causa del fallecimiento. Además, las muestras de genéticas recogidas a los familiares del joven para corroborar que el cadáver hallado en el Mar Menor el pasado 25 de enero es el del menor desaparecido han confirmado que se trata de Ivo Petrov. Esta prueba era necesaria para que el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de San Javier autorizara el traslado y enterramiento del cadáver del menor, algo que hizo ayer, tras confirmar su identificación por medio de ADN.

El Instituto Medicina Legal de Cartagena trabaja para completar el informe de la autopsia, que aportará los resultados de los análisis toxicológico de las muestras de los tejidos y que indicarán, entre otras cuestiones, el tipo de sustancia que había en su organismo.

Con la recepción del informe preliminar de la autopsia y terminadas las pruebas y recogida de muestras, la familia del menor ya puede proceder al entierro del cuerpo, que tendrá lugar previsiblemente este jueves en Los Alcázares.

La Guardia Civil encontró el pasado jueves el cadáver de Ivo sumergido a una profundidad de unos 5 metros y a una distancia de entre 1.000 y 1.500 metros del puerto de Los Alcázares. Desde su desaparición en la noche de Reyes, un amplio dispositivo trató de localizar por tierra, mar y aire al joven

El cadáver estaba en el entorno del Balneario San Antonio, una zona que ya había sido peinada por los efectivos de búsqueda y rescate.

La desaparición tuvo lugar en la madrugada del 5 de enero. Esa noche, a las 2.34 horas, el 112 recibió la llamada de un vecino que estaba por la zona del muelle y escuchaba gritos de socorro desde el Mar Menor. Un guardia civil, un policía local de Los Alcázares y un patrón del club náutico del municipio partieron a bordo de un bote de rescate improvisado con el que localizaron a los dos jóvenes, Francisco Javier, de 22 años, y José David, de 17 años con síntomas de hipotermia y cansancio, pero sin daños físicos.

Un rastro de mensajes de WhatsApp sitúa el principio de la tragedia en una conversación entre los tres chicos. Según Sergio Marco, el abogado de la familia del menor, «Ivo recibió mensajes de los otros dos jóvenes diciéndole que tenían que quedar 'para hacer cosas'. Él no quería salir esa noche y menos al Mar Menor. Tampoco es coherente la ropa que llevaba para salir a navegar», argumentó el letrado en una rueda de prensa días después de su desaparición junto a la madre del muchacho, Migleva Petrova. «A Ivo le daba pánico el agua y no sabía nadar», confirmó la madre.

La investigación que lleva a cabo la Policía Judicial de la Guardia Civil deberá aclarar las distintas versiones que dieron los supervivientes sobre lo que ocurrió antes del embarcarse en la piragua, y lo que pasó cuando naufragaron. En un primer momento, manifestaron a un policía local que los tres salieron en dos tablas, en una de ellas iban ellos dos e Ivo navegaba solo en la segunda. Luego, explicaron que salieron los tres en una piragua que estaba abandonada en la playa para fumarse un cigarro en mitad del mar. La mujer de Francisco Javier, por su parte, afirmó que su marido salió con los otros dos jóvenes a pescar. Finalmente, se supo que la piragua había sido robada del garaje de un vecino.

Algo que también deberá aclarar las pesquisas de los agentes es por qué José David le dijo a un policía, justo después de salir del agua, que Ivo no había regresado a la orilla por sus propios medios, porque «está muerto».

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