![Lorena, una enfermera murciana que trabaja en Oxford: «Mi esperanza es que este pinchazo me acerque a casa»](https://s1.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/202012/28/media/cortadas/enfermera-kD2C-U13062729902HWC-1248x770@La%20Verdad.jpg)
![Lorena, una enfermera murciana que trabaja en Oxford: «Mi esperanza es que este pinchazo me acerque a casa»](https://s1.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/202012/28/media/cortadas/enfermera-kD2C-U13062729902HWC-1248x770@La%20Verdad.jpg)
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Puede que Josefa Martínez fuera ayer la primera persona en la Región en recibir una vacuna contra el coronavirus, pero no fue, ni mucho menos, la primera murciana. El inicio de la vacunación semanas atrás en países como Reino Unido, había permitido ya a otros ... paisanos recibir sus respectivas dosis de la fórmula de Pfizer-BioNtech. Este es el caso de Lorena Corbalán, natural de la pedanía murciana de Los Dolores y que fue vacunada el pasado 24 de diciembre, casi a modo de regalo de Navidad.
Esta enfermera de 29 años lleva más de un lustro desarrollando su labor en las islas británicas, pero no había vislumbrado la posibilidad de enfermar gravemente hasta la llegada de la pandemia de Covid-19. «Trabajo en el servicio de Urgencias del Hospital John Radcliffe y aquí he podido comprobar los estragos del virus, con pacientes que lo pasan muy mal día tras día, incluso compañeros y gente de mi edad», explica esta sanitaria, que no dudó en inmunizarse a la primera propuesta.
«Al ser personal de riesgo me ofrecieron una posibilidad ante la que no podía decir que no», explica. Su mayor esperanza es que esta circunstancia le abra las puertas para ver pronto a su familia. «Estas navidades tenía pensado ir a casa, pero conforme se fueron complicando las cosas decidí resignarme y quedarme aquí», lamenta con pesadumbre. De hecho, nunca había pasado tanto tiempo sin ver a sus seres queridos como este año, en el que apenas ha pisado España en dos ocasiones: antes de la pandemia y unos cuantos días en el mes de agosto.
Junto a su dosis ha recibido una pequeña tarjetita azul que acredita su inmunización. Sin embargo, este carné de vacunación no tiene por el momento más valor que el informativo, ya que no le exime de cumplir ninguna medida higiénico-sanitaria ni le otorga ninguna libertad de movimiento extra. De hecho, Reino Unido, en plena escalada de la pandemia y con una nueva variante del virus más contagiosa, ha decidido volver a los confinamientos. «La cuarentena ha vuelto a mi zona y, aparte de para hacer la compra y trabajar, solo puedo pisar la calle para hacer algo de ejercicio», relata.
En su decisión de vacunarse no solo han pesado los motivos personales, sino también los colectivos, ya que cada nueva inyección acerca al conjunto de la población a la inmunidad de grupo. «No he sufrido por el momento ningún efecto secundario y creo que no va a ocurrir: los científicos han estado todo un año centrados en desarrollar esta vacuna, que está más que testada y que no se aprobaría si no fuera segura», señala para tranquilizar a todos aquellos escépticos y animarles a que se la pinchen en cuanto puedan. Al final, cada nueva inyección le acerca un paso más a la normalidad y, por tanto, a casa.
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