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Mejores del Valle del Guadalentín

Más allá de nuestras fronteras

Están representados los vértices de nuestra sociedad, el alma de una Región que se enorgullece de su historia pero que mira al futuro con optimismo, exportando talento al resto del país, transmitiendo un legado secular y renovándolo hasta hacer de la vanguardia un sello de identidad

Jueves, 19 de diciembre 2024, 10:51

Los miembros más destacados de la sociedad, los que sirven de ejemplo para las nuevas generaciones, deben ser buscados precisamente en las calles, en esta geografía castigada por la sed y siempre dispuesta a convertir su cotidianidad en arte. A este propósito, LA VERDAD reúne, un año más, a los mejores exponentes del territorio, regantes, artistas y deportistas que han llevado el nombre del Guadalentín más allá de nuestras fronteras.

Están representados los vértices de nuestra sociedad, el alma de una Región que se enorgullece de su historia pero que mira al futuro con optimismo, exportando talento al resto del país, transmitiendo un legado secular y renovándolo hasta hacer de la vanguardia un sello de identidad. El cruce de caminos que simboliza el Guadalentín se materializa en una forma de entender la vida que marca la sociedad que la acoge.

Lorca no sería la capital mundial del bordado artístico sin sus bordadoras. Han sido ellas, las de la Hermandad de Labradores, Paso Azul, y las de la Archicofradía del Rosario, Paso Blanco, las que, durante siglos, han cristalizado un arte ambicioso. Lo es aquel que pretende traspasar a un lienzo, en sedas y oro, la imagen de Dios, los fundamentos de la religión, los engranajes de la Historia Antigua, que cada Semana Santa cobra vida por la avenida Juan Carlos I. Hace más de cien años, fueron estas mujeres valientes las que iniciaron la edad de oro del bordado, dirigidas por Francisco Cayuela y Emilio Felices, en talleres privados, sorteando la escasez, el hambre y las guerras. Hoy, son las cofradías las encargadas de prolongar la seda hasta nuestros días. La aguja y el oro siguen siendo el lenguaje de esta ciudad, la razón de ser de una Semana Santa que debe aspirar al Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en la UNESCO por méritos propios.

Y del arte viejo al arte nuevo. Es el caso de Sonia Navarro, artista plástica nacida en Puerto Lumbreras y que triunfa más allá de las galerías españolas. Sus postulados han llegado hasta la Academia de España en Roma y recientemente ha sido galardonada con el Premio BMW de pintura. Sonia Navarro reinterpreta el concepto textil ligado a la laboriosidad femenina. Sus obras hablan de tradición, del silencio generacional de las mujeres atadas al hilo. Revierte la dinámica de exclusión social y transforma el arte del tejido en un elemento de reivindicación y liberación.

Merece FOD (Francisco Olivares Díaz) también el título de Los Mejores del Guadalentín. Nacido en Puerto Lumbreras, la concepción artística que lo ha llevado a exponer en los últimos 25 años en toda España y buena parte de Europa se basa en la utilización de materiales cercanos al ser humano. La relación entre la vida y la naturaleza que rodea al hombre ha sido su dictado fundamental, lo que le ha llevado a producir un arte híbrido, entre la pintura y la escultura, que habla mucho de lo que necesita la sociedad y a lo que aspira.

Mismo galardón merece Mari Carmen Romero, la boxeadora lumbrerense que ostenta el título de supergallo femenino europeo. Desde el ring, lleva más de diez años siendo un referente deportivo de primer orden. Buena parte de su mérito radica en mantenerse durante un lustro en la cima, en un deporte tan exigente como el boxeo. Mari Carmen Romero es un ejemplo de sacrificio, de esfuerzo recompensando y profesionalidad en el cuadrilátero.

Dignificar la sociedad

La última concesión de Los Mejores recae en la Comunidad de Regantes de Lorca, una institución que hunde sus raíces en las necesidades históricas del Valle del Guadalentín para conservar y distribuir el agua, motor indiscutible de la vida económica de nuestra tierra. Fundada en 1978, sirve también como transmisor cultural de las viejas técnicas de regadío y como preservación del paisaje murciano, defensa de los derechos de los agricultores, siempre en un equilibrio entre el desarrollo y el cuidado del medio ambiente.

Desde LA VERDAD, se reconoce el valor social de cada una de las instituciones y personas premiadas, con la firme convicción de que son los individuos los que pueden hacer de esta geografía del Guadalentín un lugar que merece la pena. Todos y cada uno, en sus ámbitos, ayudan con su arte, su oficio, su tradición y su pericia, a dignificar la sociedad en la que vivimos.

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