Contratan por 472.000 euros en Lorca los elementos de control de las zonas de bajas emisiones

La implantación de las zonas de bajas emisiones ha dado un paso más con la contratación del suministro e instalación de los elementos de control necesarios por un importe de 472.000 euros, a cargo de los fondos europeos Next Generation. Este servicio incluirá cámaras con lectores de matrícula para estudiar la movilidad de los vehículos, sus características y su número. Las actuaciones implican la creación de una plataforma digital para la monitorización, un sistema de seguimiento para que los técnicos municipales puedan tomar decisiones en términos de movilidad y contaminación y el equipamiento de una sala de control que disponga de un 'videowall' y el equipamiento de dos puestos de trabajo con ordenadores y mobiliario.

La ciudad contará con dos zonas de bajas emisiones, una más amplia que abarca el centro de la ciudad entre la alameda de Menchirón y el residencial Miguel Ángel y el casco antiguo, y otra delimitada en la zona de la plaza de toros, los colegios de Las Alamedas, instalaciones deportivas de este entorno y el hospital Virgen del Alcázar. En un primer momento la Concejalía de Medio Ambiente previó la distribución de 22 cámaras con lectores de matrículas y que estas tuvieran también una función de vigilancia con su incorporación al circuito de seguridad de la Policía Local.

No se considera prioritario elaborar una ordenanza por los bajos niveles de contaminación por tráfico registrados en las mediciones que se han realizado, porque no está previsto establecer medidas prohibitivas ni sanciones. Se contempla la restricción de los vehículos sin etiqueta ambiental en el año 2030 a las zonas de bajas emisiones siempre que no sean residentes en el interior de éstas o se dirijan a aparcar a los parkings públicos.

La adaptación de la ciudad a las zonas de bajas emisiones cuenta con una subvención europea de 3,2 millones y actualmente están en marcha las obras para el calmado de tráfico en la alameda Rafael Méndez, que se convertirá en una ciclocalle, tendrán prioridad los peatones y las bicicletas y la velocidad máxima permitida para los vehículos será de 30 kilómetros por hora. También se construye un parking disuasorio en la calle Periodista Ángela Ruiz, que estará acabado en septiembre y tendrá capacidad para 176 vehículos en dos plantas.

Están pendientes de adecuación las calles General Eytier, Fernando el Santo, Alfonso X, Vicente Ruiz Llamas y Selgas, en el casco antiguo. La Concejalía de Medio Ambiente también trabaja en la adaptación de algunos de los carriles bici de la ciudad y la ampliación de la red, con la incorporación de la avenida Fuerzas Armadas, en el barrio de Los Ángeles, que reducirá el espacio de la carretera para los vehículos.

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