Las lluvias dejan más de 30 hm³ en los embalses del Segura y abren la puerta al fin de los recortes

Este mes de marzo está previsto que se reúna la Comisión Permanente de la Sequía donde previsiblemente se levantarán de forma parcial o total los recortes de agua a los regadíos tradicionales (40%) y no tradicionales (57%) del Segura, así como las restricciones del 25% para todos los aprovechamientos de agua de la margen derecha del río Segura, área donde está incluida la comarca del Noroeste y el norte de Lorca. Esta zona, donde más ha llovido en toda la superficie de la cuenca levantina junto a Mula y Almería, está declarada en situación excepcional por sequía extraordinaria.

La Junta Central de Usuarios Regantes del Segura y organizaciones agrarias como COAG dan por seguro que, si no todas, parte de esas medidas restrictivas desaparecerán de cara a la primavera, que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé más húmeda de lo normal.

Al margen de estas limitaciones, las lluvias caídas en lo que va de mes podrían terminar también con el ahogamiento de los parques regionales y montes de la Región. A juicio de la Consejería de Medio Ambiente, esas precipitaciones registradas «podrían servir para frenar el decaimiento de las masas de coníferas (pinos, abetos, sabinas, cipreses, etc.) de confirmarse la tendencia hacia un año normal en la recuperación de las precipitaciones, aunque no resolverá la afección del arbolado de nuestros bosques de manera inmediata», apuntan fuentes de este departamento. De los datos analizados, Medio Ambiente apunta a que en algunas áreas forestales de la Región, entre ellas Mula y Bullas, ya se triplica el agua caída en los seis primeros meses de este año hidrológico (octubre a marzo), con respecto a todo el año hidrológico 2023/2024, algo que también beneficiará a los acuíferos.

Por su parte, la consejera de Agricultura, Sara Rubira, señaló ayer que las lluvias «han venido bien al campo, aunque haya algunas zonas que hayan sufrido pérdidas, pero, en general, han sido beneficiosas». Las oficinas comarcales agrarias siguen valorando los daños sobre el terreno para cuantificar las pérdidas económicas.

Municipios como Mula, Bullas, Cehegín y Caravaca registraron durante la semana pasada entre 400 y 300 litros por metro cuadrado, lo que elevó el caudal de los ríos de la zona y se llenaron los embalses. El pantano de La Cierva ha duplicado su capacidad y sumaba ayer más de cinco hectómetros de los que se beneficiarán tres comunidades de regantes de Mula. El embalse del Argos o la cuenca del Quípar, puntos de aprovechamiento de agua para la actividad primaria en la comarca del Noroeste, también han multiplicado sus reservas y caudales.

El pantano de Alfonso XIII (río Quípar) mantenía ayer 8,7 hm3 más que a finales de febrero, hasta superar en su conjunto los doce hectómetros. El pantano de Puentes, del que aprovechan sus aguas la Comunidad de Regantes de Lorca, ha sumado tres hectómetros más a sus reservas.

El lado no tan positivo son las escasas lluvias caídas en la cabecera del Segura, donde la Fuensanta y el Cenajo cumplen el papel protagonista de pantanos de regulación en la cuenca. Entre los dos han ganado unos ocho hectómetros, una cifra mínima si se compara con su enorme capacidad de almacenamiento y la gran superficie que abarca su cuenca. Las precipitaciones, más intensas durante el pasado fin de semana, sí permitieron al Cenajo superar la barrera del 20%, acumulando 88,5 hm3. Pese a los flojos datos de agua embalsada, el temporal les permitió alejarse un poco del temido escenario de 'embalse cero'.

Otros pantanos como el de Los Rodeos (Las Torres de Cotillas), que ha recibido el agua del desembalse de La Cierva, y el de Pliego, tienen la función de retener fuertes avenidas y prevenir inundaciones. Sin embargo, los regantes no descartan que la Confederación oferte varios hectómetros de agua más adelante, de cara al verano, y dependiendo de cuál sea la situación hídrica de la cuenca. Ya lo ha hecho en otras ocasiones para aliviar déficits hídricos «puntuales» en algunas zonas de regadío.

Los pantanos de Entrepeñas y Buendía, donde nace el Trasvase Tajo-Segura, han sobrepasado la barrera de los 1.200 hm3 en reservas tras el temporal, lo que garantizaría los envíos de agua a la cuenca levantina hasta bien entrado 2026. El acueducto está parado por obras de mantenimiento, por lo que no se ha derivado agua desde mitad de diciembre. En abril haría falta aprobar un nuevo trasvase. Según la Asociación de Municipios Ribereños, la actual situación hidrológica de estos embalses tras las lluvias no se registraba desde hace 27 años.

El Gobierno regional exigirá al Ministerio de Agricultura la inclusión de los cultivos de cereal, aromáticas, olivo y viñedo entre los beneficiarios de las ayudas directas para paliar los daños ocasionados por el ciclo de sequía de los últimos años. Los productores discrepan con los criterios que ha establecido el Ministerio para decidir qué cultivos y de qué comarcas se quedan fuera de las ayudas procedentes de fondos europeos para el sector. Así se dio a conocer ayer en la Mesa del Secano de la Región, celebrada en el Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz, donde se contó con la presencia de las organizaciones agrarias (COAG, Asaja y UPA) y las cooperativas (Fecoam). La consejera de Agricultura, Sara Rubira, comentó al término de la reunión que «en nuestras alegaciones vamos a pedir que reconsideren la postura y amplíen la cobertura también a estos otros cultivos. Además, dado que en todos los reglamentos comunitarios se prevé que los Estados miembros puedan aplicar fondos hasta el 200%, se va a instar al Gobierno de España a que complemente esta cuantía».

Pedro Guerrero (Fecoam) señaló, por su parte, que la escasez de producción como consecuencia de la sequía afecta al tejido empresarial, ya que «hay varias cooperativas que han puesto en marcha ERTE porque es inviable mantener una estructura empresarial con esta situación». Denunció que «la situación es insostenible» porque «no podemos estar pidiendo ayudas constantemente. Por otro lado, la consejera recordó que la Comunidad está ultimando el diseño de una convocatoria de ayudas de 4,5 millones de euros destinada a la replantación de almendros que se hayan secado. En concreto, se concederán 12 euros por cada árbol que se arranque y se sustituya por otro nuevo, con una ayuda máxima de 24.000 euros por agricultor. Se podrá alcanzar a un máximo de 375.000 almendros en toda la Región, como ya anunció la Consejería hace mes y medio.