El TSJ rebate a la CHS y obliga a renovar un permiso para un cañón antigranizo

El TSJ, a través de la sala segunda de lo Contencioso Administrativo, decidió el pasado mes de febrero estimar el recurso que la productora frutícola jumillana Frutas La Traviesa interpuso en 2023 después de que el organismo de cuenca decidiera «dejar sin efecto» su propia resolución anterior.

La Confederación Hidrográfica del Segura justificó la orden por la «dudosa eficacia» del sistema y los «posibles efectos adversos sobre el medio ambiente», además de «posibles riesgos para la salud del funcionamiento del cañón antigranizo por el ruido generado en las explosiones (ondas de presión que se transforman en ondas sónicas) y el gas acetileno utilizado para provocar la explosión». Sin embargo, la sentencia judicial anula la orden de la CHS «por no ajustarse a Derecho», estimando por «allanamiento» el recurso de la mercantil.

Algunos productores que han optado por instalar este tipo de artilugios para combatir el granizo no dudan de su fiabilidad. Sin embargo, un informe de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de hace unos años insiste en que «estas técnicas no tienen base científica alguna», y añade que «consecuencia de esta evidencia es la ausencia de trabajos científicos sobre los cañones antigranizo de ondas sonoras desde hace muchos años, por lo que, consecuentemente, no se apreciarán efectos de estas actividades sobre el clima local».

La proliferación de estos cañones antigranizo desde hace años ha terminando por desatar las ira de los agricultores de secano de la Vega Alta y el Altiplano, que acusan a los promotores de estos artilugios de «neutralizar las tormentas» y a la CHS de «no establecer un control y permitir que se instalen cada vez más equipos». De hecho, fue a raíz de estas primeras protestas de los agricultores cuando la CHS cortó de raíz los permisos para la instalación de estos equipos. Es ahora cuando el TSJ rebate al organismo de cuenca en este sentido.