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La familia de Kevin Morales, el joven asesinado en Jumilla en 2021, se convirtió este martes en la protagonista de la séptima sesión del juicio ... que se sigue en la Audiencia Provincial por este crimen. Los padres y las dos hermanas de la víctima exigieron justicia por la muerte del veinteañero, que tildan de «vil asesinato», e hicieron hincapié en que Kevin y su novia Marta ya llevaban meses sufriendo amenazas y agresiones por parte de los miembros del 'clan de Los Antoñones' que se sientan en el banquillo. «Ellos decían que lo iban a matar y lo hicieron», recalcó Humberto Morales, su padre. «No era solo una amenaza».
Los cuatro familiares directos de la víctima explicaron ante el jurado que Kevin ya había sufrido múltiples enfrentamientos por parte de los acusados del crimen antes de que éste se produjese y que algunos de estos, incluso, los había denunciado. «Donde lo veían siempre surgía el problema», explicó la madre de la víctima, visiblemente afectada. «Le buscaban y le decían cosas».
Los progenitores de Kevin explicaron que los problemas con los acusados provenían de la relación que Marta, la novia del joven, había tenido anteriormente con el acusado, Inocente F., 'El Tente'. «Él solo quería defender a su novia», remarcó la madre del joven. La hermana mayor de Kevin relató que la pareja, meses antes del crimen, ya le había confesado los problemas que le estaban generando la familia acusada. «Ellos no superaban que Marta estuviese con mi hermano», recalcó. «Llevaban acosándolos un montón de tiempo. Ellos habían dejado de salir por el pueblo».
Los allegados del joven asesinado –que ejercen la acusación particular en este caso de la mano del abogado Francisco Adán– también desnudaron ante el jurado el tremendo dolor que la muerte de Kevin ha causado a esta familia, que llegó a España hace ya más de dos décadas y que sigue residiendo en Jumilla. «Mi madre a día de hoy no es persona. Apenas duerme y en el Día de la Madre no quiere recibir regalos porque siente que no están todos sus hijos», reconoció la hermana mayor de la víctima. «A ella también la perdimos, de alguna forma, aquel día».
Las forenses que se encargaron de realizar la autopsia explicaron al jurado que el joven falleció de un shock hipovolémico derivado de las heridas de arma blanca que recibió aquella madrugada. Fueron concretamente cuatro y una de ellas fue directa al corazón, lo que, explicaron las profesionales, provocó una «pérdida sanguínea muy intensa». Aunque Kevin fue trasladado al hospital, reconocieron las forenses, «difícilmente hubiera podido sobrevivir» con esa lesión en el ventrículo derecho.
Estas peritos concretaron, además, que el joven presentaba en el momento del ataque 1,13 miligramos de alcohol en sangre –más del doble de la tasa permitida al volante- y que había consumido cannabis. Con esas cantidades, precisaron las profesionales, las facultades del joven aquella madrugada estaban «mermadas».
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