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José Antonio Cobacho Gómez (Algezares, 1954) afronta su nuevo mandato como presidente del Consejo Económico y Social (CES) de la Región con una agenda que ... echa humo tras el paréntesis estival. Al frente de la institución desde 2018, el exrector de la Universidad de Murcia (2006-2014) se encamina a completar un decenio como máximo representante de este órgano consultivo. Catedrático de Derecho Civil, fue también miembro del Consejo Jurídico de la Región (1998-2006), así como consejero de la extinta CajaMurcia y formó parte del patronato de la Fundación Caja del Mediterráneo.
-¿Cómo ve el desarrollo y la evolución de la Región de Murcia?
-En la memoria que realizamos todos los años, y que en la última hacemos balance de 2023, se aprecia que la economía murciana ha crecido, aunque bueno no estamos todavía al nivel que está España en general. Pero, en definitiva, hemos crecido en el ámbito económico, ya que a falta de las estadísticas oficiales, los analistas la sitúan en torno al 2%, a solo medio punto de la tasa española. Por ello, insisto en que se ha subido más de lo que se esperaba.
-¿Cuáles son la claves concretas que sostienen esa mejora?
-Pues podemos empezar a señalar el descenso de los costes energéticos, pero también hay que incluir en el último año el propio debilitamiento de la subida de la inflación, que ya no se ha disparado tanto, al contenerse más los precios de consumo, lo que se ha unido al freno al alza de los tipos de interés. Además, acontece un dinamismo en la creación de empleo. Y, todo eso, ha permitido el avance del producto interior bruto (PIB) de la Región. Así que, efectivamente, hemos crecido; y, por ejemplo, lo hemos hecho más en servicios, con una mayor pujanza del turismo, que nos ha impulsado. También sube la construcción, apoyado en la obra pública.
-¿Y qué sectores se han visto más lastrados, según sus análisis?
-Claro que seguimos con déficit. Es el caso de la actividad industrial, puesto que ya se sabe lo que es este sector en la Región. Por otro lado, podemos fijarnos en cosas 'a priori' más raras, como el descenso del sector agrario en 2023, lo que se explica por la sequía, u otros factores meteorológicos. Aparte, está lo que ha pasado en los costos. En suma, un conjunto de aspectos que determinan una menor producción y se refleja en las exportaciones. De hecho, en global, hemos bajado un poco en comercio exterior, aunque seguimos siendo importantes. Por otra parte, los costes laborales suben, algo que hay que destacar, aunque hay que tener en cuenta que venimos de más atrás. Y, luego, hay otras cuestiones, como el déficit de la Comunidad, que sigue disparado.
-Con respecto a esto último, ¿en qué medida la deuda regional afecta a los servicios públicos e impide un mayor crecimiento?
-Es que rebasa los 12.100 millones de euros, según nuestra memoria de 2023, y parece que ha subido incluso más en 2024. Y, eso, claramente, lastra la economía. Por ello, hay que abordar ya el tema del sistema de financiación, puesto que es un problema que viene desde hace años. Sin duda, una asignatura pendiente, ya que pasan y pasan gobiernos pero no se aborda. Mientras tanto, crecemos en población, hasta llegar a 1,6 millones de habitantes, con una mayor proporción de jóvenes e inmigrantes. Al final, urgen más recursos para atender a todos y, con ello, se incrementa todavía más la deuda de la Región a su vez.
-En este contexto, irrumpe el proyecto de creación de un cupo catalán, mientras sigue sin avanzarse en un nuevo sistema de financiación autonómica del Estado, ¿comprende el temor y malestar en el resto de autonomías?
-Lo entiendo perfectamente. Además, como he tenido mucha relación con las universidades de Cataluña cuando fui rector y decano de la Facultad de Derecho, tengo claro que son insaciables los independentista y seguirán con la tabarra. No obstante, si hay que buscar una solución para Cataluña, hay que sentarse con el resto de comunidades y afrontarlo con consenso, no únicamente con esta autonomía y pensando solo en los votos de Junts y ERC, es decir, abordarla con el resto de españoles.
-¿Podría ser una oportunidad para solucionar ya el problema de infrafinanciación de una Comunidad como la nuestra?
-No lo sé si se aprovechará, como se suele decir con el Pisuerga pasa por Valladolid, para afrontar lafinanciación en general de todos los territorios. Pero está claro que este asunto pendiente hay que abordarlo no solo para Cataluña, olvidándose del resto. Porque eso sería un problema.
-Indudablemente, se generaría mayor desigualdad y, por ende, afectaría a las regiones más pobres, como la nuestra, que en muchos índices está a la cola.
-Es un hecho que existe desigualdad social, además por la propia circunstancia de la cantidad de inmigrantes que tenemos en nuestra Comunidad hace que haya bastantes diferencias más. Luego está el desempleo de la gente joven, que tiene que vivir aún con sus padres. Así que hay margen de mejora y tenemos un reto que afrontar. Con todo, me preocupa especialmente que seguimos teniendo unas tasas de paro elevadísimas, aunque no solo aquí, en el país en general, en comparación con Europa. Y es que el dato de desempleo juvenil es brutal, pese a la alta cualificación, con gente con estudios universitarios que luego no encuentran trabajo. Es muy alarmante.
-Son retos que requerirían que todas las administraciones fueran de la mano para buscar soluciones, ¿por qué cuesta tanto?
-Los que vivimos intensamente la Transición, como fue en mi caso, aplicábamos mucho el consenso, algo que hoy en día no se produce, ya que ahora lo que hay es disenso, puesto que no nos ponemos de acuerdo ni sobre cuándo es de día o de noche. Por ejemplo, en la actualidad política con el tema de Venezuela. Y eso es lo que sucede con la propia cuestión de la financiación autonómica, que tendría que abordarse desde el consenso.
-Por su experiencia, ¿dónde cree que radica el problema?; ¿por qué no hay en la esfera pública personas de más diálogo?
-Ahora mismo ponerse de acuerdo cuesta mucho trabajo de cara a lograr consensos, empezando por el ámbito más local. Pero también es una realidad a nivel global y, por supuesto, eso es lamentable. Aunque, sin duda, tenemos todo tipo de gente. En cualquier caso, es evidente que en España no hay cohesión ante un tema como el de la financiación autonómica que afecta muchísimo a la Región.
-Precisamente, el CES es un ejemplo a la hora de lograr consensos.
-Aquí todo lo hacemos así. El 99% es fruto del consenso. Por ejemplo esta semana hemos tenido un intenso debate a raíz de un estudio sobre la economía irregular en la Región de Murcia que han realizado dos profesores de la Facultad de Economía. Un trabajo que hemos analizado entre todos internamente, representantes empresariales, de los sindicatos, y cuyas conclusiones se presentarán en su momento. Del mismo modo, hemos tenido también una reunión para ver el informe técnico del proyecto de decreto de zonas especiales de conservación y aprobación del plan de gestión integral de los espacios protegidos del Altiplano de la Región de Murcia.
-Y en el terreno medioambiental, ¿por qué cree que cuesta tanto caminar juntos en la protección del Mar Menor?
-Es cierto que no somos capaces de ponernos de acuerdo muchas veces en la propia Región ante una joya tan importante, que ayudaría en primer lugar al sector turístico, que debería crecer más de lo que lo hace, porque así lo vemos en la evolución de zonas próximas como Almería y Alicante, que han crecido sobremanera. O también Málaga, de la que no hace falta ni hablar. Y es que, aunque mejoran las cifras, no damos el salto como destino. Porque el problema del Mar Menor es algo que ya se veía venir a lo largo de los años, pero tendríamos que ser capaces de solventarlo. Y eso no quiere decir que se vaya contra la agricultura. Pienso que habrá empresarios agrarios que quieran el acuerdo. Así que, en definitiva, lo que haría falta es una actuación conjunta, pero que no perjudicara demasiado al campo. Se trata de revalorizar el destino con un turismo de más calidad, que es lo que nos falta.
-¿Cómo puede la Comunidad dar un mayor salto turístico?
-Tenemos una Región muy bonita, con una costa amplia, también el interior. Y lo que tengo claro, porque lo hemos hablado en el seno del CES, es que el sector del turismo podría experimentar un mayor crecimiento ante su potencial.
-Por lo que se refiere al tejido productivo ¿qué análisis hace del tejido empresarial existente?; ¿tenemos que hacer un mayor esfuerzo en industrialización?
-Tenemos que hacer lo posible para que haya más empresas y menos desempleo, así que, efectivamente, como nos dicen los economistas, debemos pegar además un salto un poquito mayor en la actividad industrial, así como contar con un tejido más grande, con compañías de mayor tamaño. Y aunque contamos con empresas familiares importantes es necesario seguir creciendo.
-Apunta usted también a la importancia de mantener fuerte al sector agrario, pero ¿cómo se ve su futuro ante el cambio climático y la falta de recursos hídricos?
-Pues con preocupación. Nosotros, por ejemplo, en la cuestión del Trasvase Tajo-Segura hemos visto y analizado la situación y nos hemos preguntado qué sería de la Región si se redujera o se suprimiera. Porque ahí está la importancia del sector agrario, que emplea a muchísima gente. Por eso, nos hemos pronunciado siempre a favor de esta infraestructura.
-En el campo juegan un papel clave los trabajadores inmigrantes, y desde el CES siempre se ha puesto en valor su papel. No obstante, ¿cree que la sociedad valora su aportación?
-Estas personas, vengan de donde sea, una vez que se instalan aquí y viven durante años, es indudable que realizan una aportación muy importante. Así lo hemos expuesto siempre, tanto por parte de los empresarios como de los sindicatos y, por supuesto, del tercer sector. Se trata de una mano de obra fundamental. Además, suponen una población joven.
-¿Y qué valoración hace de los discursos xenófobos que buscan criminalizar a este colectivo?
-Se aprecian exageraciones en algún sector, pero creo que no es algo muy amplio en nuestro territorio. Aunque, es cierto que se da ahora este movimiento en toda Europa Y aunque hay gente que piensa así, está claro que no se puede ligar delincuencia con inmigrantes. Porque se trata de personas que han venido aquí en busca de trabajo y se han instalado para quedarse. Y esa es la realidad. De ahí la importancia que tiene su formación. Por ello, creo que hay que gestionar todo lo de la migración con prudencia, paciencia y sentido común.
-No quiero dejar de preguntarle sobre qué le parece el Plan de Acción por la Democracia.
-Como jurista, no lo termino de ver claro, por ejemplo, en relación a esa especie de control a los medios de comunicación. Y aunque es un tema que no hemos abordado en el CES, se trata de un asunto que suscita dudas, ya que se habla de controlar, cuando estamos ante uno de los principios constitucionales elementales, como es la libertad de expresión. Así que su aplicación la veo harto difícil. No obstante, ya se verá si se logrará, puesto que en Derecho, como se suele decir, dos por dos no son cuatro, ya que a veces son cinco, y en otras ocasione son tres. En cualquier caso, lo veo complicado.
-Otro desafío fundamental en los próximos años será cubrir el déficit de vivienda.
-Es un tema importantísimo. Y tan es así que justo en la reunión de la Comisión Permanente del miércoles, estuvimos hablando de esta problemática, y de su importancia, sobre todo, al pensar en la gente joven. De hecho, vamos a encargar un estudio para elaborar un informe sobre la situación en la Región. Además, cuando le presentamos al presidente de la Comunidad la memoria anual, a principio de verano, ya nos manifestó su propia preocupación al respecto. Porque es una cuestión que todas las autonomías han dejado de lado, cuando siempre antes se construían viviendas sociales.
-Pasan los años y las infraestructuras siguen como el gran talón de Aquiles, tal como reflejan desde el CES, más allá de contar con el aeropuerto de Corvera y tener por fin el AVE.
-Esa es una asignatura pendiente muy grande. Porque aparte de todos las carencias ferroviarias que hemos sufrido, luego tenemos la situación del aeropuerto, cuyas cifras parece que no están respondiendo como se esperaba. Aunque deseamos que poco a poco vaya creciendo. Pero es que en materia de infraestructuras, insisto en que todavía tenemos mucho que avanzar. En cualquier caso, es verdad que hemos mejorado poco a poco en carreteras, aunque quedan proyectos pendientes. Porque, al final, se trata también de sacar rendimiento y obtener una rentabilidad.
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