Una jornada de juegos sobre una alfombra blanca

Las carreteras de las pedanías altas de Moratalla y Caravaca de la Cruz parecían ayer sábado a mediodía un rosario de coches repletos de familias, que no querían perderse los paisajes nevados que todavía se pueden disfrutar tras el paso del temporal 'Gloria'. El Campo de San Juan, El Sabinar, El Calar de la Santa y las zonas próximas a Cañada de la Cruz e Inazares son las que aún están cubiertas por un manto blanco, en el que las piernas se hunden varios centímetros, lo que permite la realización de varias actividades.

Muchos optaron por hacer muñecos de nieve, otros se lanzaron bolas y los más pequeños se deslizaron con palas y trineos improvisados, mientras que los mayores aprovecharon para pasear contemplando el paisaje que las montañas nevadas ofrecía. Hay quienes incluso decidieron darse un paseo a caballo por las inmediaciones del Arroyo de la Tejera de Perona y por el barranco de la Hoya Amarga.

Poco después de las doce de la mañana, los arcenes de las carreteras se fueron llenando de vehículos, y en las inmediaciones se podían ver niños jugando en medio de los prados vestidos de blanco, jóvenes haciéndose selfis para inmortalizar el momento y vecinos acostados haciendo movimientos con los brazos para dejar la huella de su paso por la zona.

«Los alojamientos rurales están al completo», comentó ayer Juan Ramón Sánchez, de la cafetería Cíclope, en El Sabinar. «Durante la semana apenas ha venido gente a la nieve, pero estos días se espera una gran afluencia de visitantes», apuntó.

La acumulación de nieve en algunos puntos es superior a los treinta centímetros. «El tiempo ha acompañado. Si se hubiese helado, tendríamos nieve para varias semanas», añadió el hostelero. Ayer llovió de forma intermitente en varios momentos del día, pero esto no fue un impedimento para que centenares de personas disfrutaran de una jornada de nieve a lo grande. Eso sí, la mayoría se dejó ver con gorros y guantes de lana. Para hoy también se espera una gran afluencia de visitantes a estas zonas. De hecho, los restaurantes y establecimientos están preparados para ofrecer lo más típico de esta tierra, buenos embutidos y sartenes de migas.