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Un hostelero de la Región, con un boyante negocio en la capital en constante crecimiento durante los dos últimos años, está ahora mismo «haciendo la campaña de la fresa en Huelva». Es decir, doblando el lomo en el campo a cientos de kilómetros de su casa «para intentar no quedarse en la ruina» por los créditos que tuvo que pedir precisamente para levantar el local, que no sabe si podrá reabrir. Con este ejemplo explica la situación de tantos y tantos hosteleros murcianos el presidente de la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo (Hostemur), Jesús Jiménez, quien lamenta la incertidumbre y la ausencia de estrategias públicas para el desconfinamiento y la vuelta a la «nueva normalidad».
«Hemos entrado muy deprisa y ahora nadie tiene prisa por salir», critica Jiménez en referencia a las restricciones adoptadas para frenar el avance del coronavirus. «Hay que empezar a abrir la mano con medidas que permitan iniciar poco a poco la actividad, recuperar trabajadores de los ERTE, reactivar la economía. Estamos superando la crisis sanitaria, pero es que estamos entrando en una crisis económica y no podemos seguir con esta incertidumbre», recuerda Jiménez. Calcula que, de alargarse el cierre de la hostelería más allá del próximo mayo, «alrededor del 15% de los negocios tendrían que cerrar definitivamente». Unos 500 bares y restaurantes en toda la Región, aunque hay zonas más castigadas como Lorca, los municipios del Mar Menor, «que lleva cuatro DANA seguidas». Protesta Jiménez porque «no hay fechas» con las que trabajar, «y lo único que conocemos son insinuaciones que ha hecho la ministra de Trabajo (Yolanda Díaz), que dice que hasta finales de diciembre nos olvidemos. Si eso fuera así, supondría la quiebra para el 95% o el 99% de los empresarios del sector en la Región. Nadie lo aguantaría», advierte. «Estamos teniendo muchos problemas para hacer frente a todos los gastos fijos de estas semanas, incluidos los alquileres. Yo conozco ya a tres empresarios que han entregado las llaves de los locales. Solo hay que imaginarse esto, pero multiplicado por seis meses. Yo también me iría a la quiebra. Hay una falta de profesionalidad tremenda en los políticos de este país. Tengo 130 trabajadores que llevan un mes y medio sin cobrar. Es un disparate». Tampoco entiende Jiménez que «estén abiertas todas las empresas de un polígono industrial y los dos restaurantes de ese polígono no puedan abrir para servir comidas para llevar, por ejemplo».
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En cualquier caso, pide el presidente de Hostemur «flexibilidad» a la hora de aprobar protocolos, ya que el sector es «muy heterogéneo y con una casuística muy diversa. No podemos irnos a instalación de pantallas y reducciones de aforo generalizadas porque hacemos inviables los negocios. Tienen que ser los expertos en riesgos laborales los que trabajen con el sector de la hostelería para activar estas medidas». De hecho, Hostemur y el resto de federaciones regionales del país ya están elaborando un protocolo propio para el día de la apertura y diseñando un sello de certificación de «establecimiento seguro». Porque defienden abrir con «todas las medidas de seguridad posibles». No se muestra muy amigo Jiménez de la instalación masiva de mamparas, que es una de las actuaciones que se barajan junto a la instalación de máquinas dispensadoras de gel hidroalcohólico para dotar de mayor seguridad a los establecimientos.
Todas estas medidas que reclama el sector se pusieron ayer encima de la mesa en la reunión que mantuvieron por videollamada el director del Instituto de Turismo de la Región de Murcia, Juan Francisco Martínez, y la secretaria de Estado de Turismo, Isabel María Oliver. «Hemos puesto de manifiesto que se hace necesario que, de manera inmediata, toda la hostelería y la cadena del turismo sepa qué tiene que hacer cuando abran sus negocios. Qué distancia tienen que guardar las mesas de las terrazas, qué elementos de separación se pondrán entre ellas, qué material tendrán que llevar los trabajadores», enumeró Martínez a LA VERDAD. «Entendemos que tiene que ser el Gobierno de España quien nos lo diga, porque tiene que haber seguridad y confianza. Y esto se tiene que trasladar ya». Pese a todo, la respuesta que trasmitió Oliver a los directores generales de Turismo de todas las comunidades fue que «se está trabajando en ello y en la próximas semanas esperan tener una respuesta para todo esto».
A pesar de las reticencias de los empresarios a invertir en estos tiempos de incertidumbre, la empresa archenera Creamur Publicidad ha tramitado en quince días los mismos pedidos de mamparas y pantallas de metacrilato que todo el año pasado. «Más de 6.000 este mes», cifra José Carlos Crevillén, gerente de la firma, que ha tenido que ampliar plantilla.
La mayoría de las pantallas han ido destinadas a farmacias y supermercados, e incluso para el Ministerio de Justicia. Pero en la siguiente casilla de salida están bares y restaurantes. En los próximos días, Creamur montará una mampara en la barra del pub Candela, en Archena.
«La mayoría de los bares piden información, aún hay mucha incertidumbre sobre la apertura», reconoce Crevillén en sintonía con el presidente de Hostemur. «Mi prioridad ahora son los establecimientos que realmente necesitan estos productos, que son los que están abiertos», explica Crevillén. No obstante, esta empresa ya ha firmado un convenio con el Ayuntamiento de Archena para que todos los establecimientos puedan obtener una bonificación a la hora de acometer la inversión. Juan José Gonzálvez, propietario del Candela, desembolsará un total de 2.000 euros con el único objetivo «dar seguridad a clientes y a trabajadores».
Los empresarios del sector de la hostelería de la Región de Murcia dan prácticamente por hecho que no podrán soportar la carga de las plantillas tal y como las tenían en el momento del cierre, máxime cuando los locales podrían reabrir sus puertas con aforos drásticamente reducidos como consecuencia del distanciamiento social. «Los ERTE son una bomba de relojería. Es un buen instrumento para evitar que las empresas cierren de golpe, pero no está previsto para una situación que se ha alargado más de las dos semanas previstas en un principio por el Gobierno», asegura Jesús Jiménez. Por eso el sector reclama una prolongación de los ERTE hasta diciembre por motivos de producción, y una flexibilización de estos expedientes respecto a la obligatoriedad de mantener todos los puestos de trabajo seis meses después del reinicio de la actividad, como se recoge en la ley.
En este asunto incidió precisamente ayer el director del Instituto de Turismo de la Región, Juan Francisco Martínez, en su reunión con la secretaria de Estado del ramo, Isabel María Oliver, quien señaló que el tema de los ERTE «depende del Ministerio de Trabajo», por lo que «en los próximos días nos dirían algo», según Martínez. Sin embargo, el director del Instituto de Turismo quiere «ser positivo» y cree que esta reclamación va a ser atendida por el Gobierno de Pedro Sánchez «para que no le vaya la pelota al empresario nada más abra la persiana, que vaya tirando de la bolsa del ERTE según la producción y vaya recuperando poco a poco su plantilla. Pero, en ese tiempo de recuperación de la normalidad, que sea el Estado quien asuma el coste de los salarios».
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