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El líder nacional de Vox, Santiago Abascal, durante una entrevista. alberto ferreras / colpisa
Abascal: «El hondo patriotismo español de los murcianos les lleva a conectar con Vox»

Abascal: «El hondo patriotismo español de los murcianos les lleva a conectar con Vox»

«Los inmigrantes ilegales tienen que tener claro que nunca podrán acceder a ayudas sociales y que jamás podrán regularizar su situación», asegura el político bilbaíno

Sábado, 26 de octubre 2019, 11:58

En ruta por carretera hacia Castellón de la Plana, donde le aguardaba uno de esos baños de multitudes con los que se cuenta cada una de sus intervenciones públicas (mañana, en el Pabellón Príncipe de Asturias de Murcia, a las 12.00 horas), Santiago Abascal (Bilbao, 1976) hace un alto en el camino para atender a 'La Verdad'. Cordial y directo, sabedor de las fortalezas y de los puntos más débiles de su discurso, responde sin complejos ni dobleces a cada cuestión que se le plantea. «Estos son mis principios», viene a afirmar; «y si no le gustan, lo siento, pero no tengo otros».

-¿Vio la exhumación de los restos de Franco?

-Vi una parte, porque iba camino de Vigo, y lo hice con mucha tristeza, porque creo que vivimos un momento de discordia nacional, de riesgo para la unidad de España, y de muchísimos problemas para muchos españoles, que ven con perplejidad cómo el Gobierno desentierra a un muerto para atizar los viejos fantasmas del pasado.

-¿No le preocupaba estar perdiéndose un momento histórico?

-Realmente, no. Ayer no asistimos a un momento histórico, sino a un momento lamentable en el que el Gobierno de Pedro Sánchez se hizo un autorretrato muy feo. Un autorretrato que pinta a un partido absolutamente caracterizado por el odio y por buscar el enfrentamiento entre los españoles. El día histórico llegará cuando expulsemos a Pedro Sánchez de La Moncloa.

-¿Coincide, como se ha dicho desde sus filas, en que Pedro Sánchez es un profanador de tumbas?

-Cuando se pretende sacar a un muerto de su tumba, en contra de la voluntad de su familia y de los propios monjes, cuando se le impide a esa familia enterrar a su muerto donde ellos quieran, pues entendemos que estamos ante un acto de profanación, por mucho que se quiera revestir de solemnidad y por mucha habilitación del Tribunal Supremo y de la Junta Electoral que haya tenido. Que esa es otra cuestión, porque estamos ante un acto absolutamente espurio y de naturaleza electoral y que ha contado con el permiso inconcebible de la Junta Electoral y del Tribunal Supremo, que deben ser los únicos en toda España que no pensaban que esto es solo una estrategia electoral de Pedro Sánchez. A día de hoy, la Junta Electoral le ha dicho que no lo reivindique como un logro, lo que hace más ridículo todavía el permiso de la Junta Electoral. Que, por cierto, se le otorgó después de una protesta de Vox para que la exhumación no se hiciera en campaña electoral. Tardó solo 50 minutos en responder. Tenía la respuesta preparada porque está actuando al gusto de Sánchez, en esto y en otras muchas cosas, como permitir todos los actos de acoso y hostigamiento a los mítines de Vox en toda España.

«El jueves no vivimos un día histórico, sino triste. El día histórico llegará cuando expulsemos a Pedro Sánchez de La Moncloa»

Exhumación de Franco

-Palabras muy fuertes, ¿no cree?

-Sí, pero las digo con convicción.

-Habla de rédito político, pero no es descartable que también ustedes, aunque sea sin haberlo buscado, obtengan su parte en las urnas por una probable movilización de la extrema derecha, sin duda indignada por la exhumación.

-Pues realmente no lo pienso así. De lo que estoy convencido es de que lo que ha hecho Pedro Sánchez se le va a volver en contra y a provocar que muchas personas sensatas, nada extremistas, incluso con sentimientos de izquierdas, vayan a votar a un partido como Vox, que es el único que no busca avivar los odios del pasado. Y el único que se opone a una Ley de Memoria Histórica que busca arrebatar la libertad a los españoles. Se podrá comprobar cómo el 10 de noviembre, muchas personas que sorprenderían a todos acaban apoyándonos, porque están cansadas de que se trate de enfrentar a los españoles.

-Hablando de expectativas electorales, las suyas parecen bastante favorables, seguramente por el efecto de la crisis en Cataluña. ¿Hasta dónde piensan que puede llegar Vox en estos comicios?

-Es una incógnita. Desconfiamos mucho de las encuestas, que fueron incapaces de predecir nuestra fuerte irrupción en Andalucía, tan fuerte que facilitó un cambio histórico en esa comunidad, y también porque en las pasadas elecciones nos daban mejores resultados de los que luego obtuvimos. Vemos las encuestas y las predicciones con mucho escepticismo, pero es cierto que Vox está logrando movilizar a millones de españoles; lo vemos en cada uno de nuestros mítines. Pero nuestro objetivo es convertirnos en una fuerza política mayoritaria. Salimos a ganar, no a ser un partido con influencia o que represente a muchos españoles que antes no se sentían representados. Esa es ya una pequeña ambición para todo lo que merece España. Nos sentimos muy capaces de conquistar a medio plazo la voluntad de los españoles y de ser una fuerza mayoritaria.

-¿No quiere hablar de convertirse en la tercera fuerza política porque teme, como muy probablemente pasó en los comicios de abril, que parte de su electorado se sienta frustrado por no haber logrado acercarse a las expectativas existentes?

-Bueno, esa frustración existió y sería absurdo negarla. Pero es que las expectativas que se generaron estaban deliberadamente infladas por Moncloa, que trató de explotar el miedo de la opinión pública creando una imagen falseada de Vox, lanzando un mensaje totalmente distorsionado y filtrando encuestas falsas, que anunciaban una representación que en ese momento todavía no íbamos a tener, con el fin de movilizar al electorado socialista. Esa trampa no va a funcionar dos veces y Vox va a tener un apoyo muy sólido de la población española. Pero es cierto que el problema de las expectativas son las frustraciones que luego provocan.

«El problema de las expectativas electorales es la frustración que luego pueden generar. Eso le pasó a Vox en los anteriores comicios y sería absurdo negarlo»

Resultados

-Es usted el líder político que seguramente más entusiasmo despierta, lógicamente entre sus simpatizantes, y va de baño de masas en baño de masas. ¿Pero no le preocupa el riesgo de que vayan a oírle a usted, porque les gusta lo que dice, y luego acaben dándole al PP unos votos que iban a ser suyos?

-Los votos no son de nadie; son de todos los españoles. En ningún caso temo el abandono de nuestros votantes, porque su apoyo es muy firme. Somos la fuerza que cuenta con la mayor lealtad de sus votantes y pienso que eso tiene que ver con nuestro mensaje, claro y nítido. Guste o no guste, Vox se expresa con toda claridad y aborda todas las cuestiones con una gran valentía. En estos tiempos de incertidumbre y zozobra, Vox es el refugio para muchos españoles. Y eso no va a cambiar.

-Le mencionaba antes la crisis en Cataluña. ¿Qué soluciones plantea Vox para esa comunidad a corto, medio y largo plazo? ¿Todo pasa por imponer la mano dura?

-La pregunta es acertada al permitir distinguir entre el corto, el medio y el largo plazo. Y es que, evidentemente, una crisis de unidad nacional como la que vivimos no se genera de la noche a la mañana. La degradación de las instituciones autonómicas, su deslealtad al proyecto nacional... tienen hondas raíces y hay que bucear en las últimas tres décadas para entenderlo. El problema interno de Cataluña, la división de la sociedad catalana, no se va a resolver en un año, ni en cinco, y va a necesitar de varios lustros para empezar a atisbar rayos de esperanza. Lo primero que hay que hacer, sí, con mano dura, es garantizar el orden constitucional y restaurar las libertades, lo que pasa por la detención de Torra y la presentación de una querella por rebelión; la intervención de la autonomía de Cataluña, sin plazo, hasta la restauración completa del orden constitucional; la recuperación de las funciones esenciales del Estado, sobre todo en materia de educación; la intervención de los medios de comunicación públicos de Cataluña que han estado al servicio del golpe e incitando las movilizaciones violentas, y la disolución de los Mossos d'Esquadra y la integración en el Cuerpo Nacional de Policía de los agentes leales a la Constitución. Solo después de eso podremos dedicarnos a la tarea lenta, cuidadosa y difícil de restauración de los afectos dañados entre los propios catalanes, y también de algunos catalanes con el resto de los españoles. Es una tarea colosal en la que todos tendremos que ser generosos, pero que no se podrá acometer si antes no se restaura el orden constitucional.

-¿Está mentalizado para ver en libertad, disfrutando del tercer grado, a Junqueras, a Turull, a Cuixart...?

-Estamos indignados y por eso exigimos al Gobierno que inmediatamente traslade a los presos golpistas a cárceles de otros lugares de España, para que la Generalitat no pueda aplicarle beneficios penitenciarios inmediatos y que todos los españoles no tengamos que padecer la impunidad de los autores del golpe separatista y que venimos sufriendo desde su precursor, Jordi Pujol, luego con Artur Mas, con el fugado Puigdemont y ahora con el cabecilla y capo de los CDR, el señor Torra. Sería desastroso para la confianza de los españoles en las instituciones la inmediata excarcelación de los condenados.

-La Región de Murcia, por su situación geográfica, padece especialmente el problema de la inmigración irregular, que es uno de los pilares de su programa. En este terreno, ¿no está tratando Vox de ponerle puertas al campo?

-Bueno, es que tiene que haber una política alternativa a quienes piensan que los países no tienen que tener fronteras. Nosotros estamos convencidos de que las fronteras, bien guardadas, protegen nuestra identidad, nuestro sistema de libertades, nuestro modo de vivir, la prosperidad de nuestros hijos... En España no cabe todo el mundo y nuestro mensaje es claro: el que entra ilegalmente en España tiene que ser inmediatamente repatriado. Y el que entra en España legalmente, pero luego comete delitos graves, tiene que ser deportado. Y el que ha convertido su modo de vida en España en una sucesión de delitos leves, también tiene que ser expulsado. Este mensaje es importantísimo, y hay que decirle a quien entra ilegalmente en España que nunca podrá regularizarse ni acceder a ayudas sociales. Ahora está ocurriendo todo lo contrario y eso genera un 'efecto llamada' por las ayudas sociales que se les están dando y las facilidades para regularizar su situación. A la inmigración legal, a la que respeta nuestras leyes, le damos la bienvenida.

«Somos conscientes de que ni todo nuestro mensaje ni todo nuestro programa lo acepta una mayoría de españoles, pero no hemos venido a la política a hacer marketing, sino a defender principios»

Un discurso visceral

-¿Y con los 'menas' qué piensa hacer? Porque a ellos no los puede expulsar, al menos con tal facilidad.

-Yo no digo que sea fácil la expulsión, pero hay que poner todos los mecanismos del Estado y de la inteligencia del Estado a trabajar para investigar su procedencia y devolverlos a sus países. Lo que no es aceptable es que los políticos nos estén diciendo, con fatalismo, que no se puede hacer nada y que tenemos que convivir con esos menores no acompañados que están creando problemas gravísimos de convivencia: robos, agresiones...

-¿Es usted consciente de que la postura que mantienen desde su partido sobre algunas cuestiones, como el matrimonio homosexual, el aborto, la violencia de género... son su principal talón de Aquiles? ¿Que provocan un gran rechazo en amplios sectores de la población, por tratarse de temas ya largamente superados, y que eso les hace fácilmente atacables?

-Somos conscientes de ello y lo asumimos, porque Vox ha venido a decir a los otros partidos políticos que aquí no hay debates cerrados y que ha habido una dictadura y un consenso progres que nos ha dicho a los demás lo que podíamos o no pensar y debatir. Nuestro mensaje en estas materias ha sido ampliamente distorsionado por otros partidos y por algunos medios de comunicación, pero Vox no ha venido a esconderse. No todo nuestro mensaje ni nuestro programa es aceptado por una gran mayoría de españoles, ni siquiera en algunos aspectos por una parte de nuestros votantes, pero lo importante es que ellos disfrutan de un partido que no oculta sus principios, ni una parte de su programa y que va de frente diciendo su verdad. Defendemos las cosas en las que creemos, que unas veces son socialmente mayoritarias y otras no, pero que no sería lícito ocultarlas. No hemos venido a la política a hacer 'marketing', sino a defender principios y convicciones. Es la única forma honrada y decente de estar en política.

-Volviendo a problemas que afectan gravemente a esta Región, le supongo al tanto de la dramática crisis por la que atraviesa el Mar Menor. ¿Tiene una idea formada acerca de cómo se ha llegado a esto?

-Nuestros compañeros de Murcia nos trasladan que la dirección política sobre el Mar Menor no ha funcionado, porque no se ha abordado de manera técnica y científica, ni se ha trabajado para que todos los usos sean posibles y compatibles con la protección del Mar Menor. Debe haber una gestión independiente y apolítica sobre esa joya.

-¿No piensa que ha podido existir inacción, y hasta connivencia de los poderes públicos, con determinados sectores... empresariales?

-Bueno, o quizás ha habido miedo a determinados sectores ecologistas. No lo sé. Por eso hay que tener una visión integral del problema para que el Mar Menor sea un mar con vida y todos puedan convivir en él.

-En los últimos días, algunos de sus representantes públicos han protagonizado algaradas y enfrentamientos que no sé si usted avala. ¿Cree que esa es una forma aceptable de hacer política?

-Le aseguro que no sé a qué incidentes se refiere exactamente.

-Bueno, este jueves, por ejemplo, pudimos oír en el Parlamento europeo a una diputada de Vox gritando '¡Rojazo de mierda!'.

-No, disculpe. Eso es profundamente falso. La frase de nuestra compañera fue '¡que se voten las enmiendas!'. Pero ha habido algún periodista progre que se ha esforzado por manipularlo. Hemos hecho el esfuerzo de escucharlo y se oye perfectamente. Lo habían preparado todo para que el revuelo fuera muy grande, pero es falso que se gritara eso.

-En los pasados comicios, la Región fue uno de los territorios en los que Vox obtuvo mayor porcentaje de apoyos. ¿Cree que han logrado conectar con el sentir y el carácter de muchos murcianos?

-No tengo duda alguna. Eso tiene que ver con que Vox siempre ha apelado al patriotismo, sin complejos, y si algo caracteriza a los murcianos es su hondo patriotismo español. Además, los murcianos se han visto siempre como unos de los grandes paganos del Estado de las Autonomías, al no disfrutar de un plan hidrológico nacional que respondiera a las necesidades de esta región. Y Vox también ha sabido poner voz a sus preocupaciones respecto a la inmigración ilegal.

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