
Secciones
Servicios
Destacamos
El cuerpo de la mujer yacía helado y ensangrentado en un bancal, entre almendros y sobre la tierra, recién arada, teñida de rojo por la sangre. Tenía unos 30 años y llevaba puesta una chaqueta de color gris, unas zapatillas de color rosa y la falda que llevaba puesta estaba subida. En el rostro y en la cabeza tenía varios golpes y en el abdomen, varias puñaladas. Faltaban pocos minutos para las ocho de la mañana y un hombre la encontró cuando iba a desayunar al restaurante-venta Los Collares, situado a una orilla de la carretera RM-422, en Abanilla, que conecta el municipio con Fortuna y con la localidad de Pinoso, en Alicante.
«Iba en un coche de color azul, vio algo en el bancal y se paró. Al comprobar que se trataba de una mujer llamó a Emergencias. Lo vi con el teléfono nervioso, dando vueltas por el aparcamiento», explicó el propietario del establecimiento. La llamada al 112 entró a las 7.47 horas y el hombre ya alertó de que se trataba del cadáver de una mujer, de unos 30 años, y extranjera, que estaba en un terreno agrícola con almendros en un paraje conocido como El Salado Alto de Abanilla, pegado al aparcamiento de Los Collares.
Poco después de la llamada, llegó una ambulancia del 061, cuyos sanitarios confirmaron que la mujer había fallecido. También acudió una patrulla de la Policía Local, que acordonó la zona a la espera de que llegara la Guardia Civil. Mientras, un cliente del local se acercó para comprobar qué pasaba. «Un muchacho que estaba aquí en el bar fue para allá y un policía le dijo que se trajera una manta para tapar el cadáver. Vino, pidió una colcha y cuando se la llevó, uno de los guardias civiles que acababa de llegar le dijo que no se podía tocar ni acceder donde estaba el cadáver y volvió a traer la manta», afirmó el dueño del local.
No se podía tocar ni mover nada hasta que llegaran los especialistas de la Policía Judicial, que se hicieron cargo de la investigación. Al lugar también acudió el forense y cerca de las 11 horas se procedió al levantamiento del cadáver por orden de la jueza de guardia del juzgado de Instrucción número 3 de Cieza, que lleva el caso.
Los agentes del Servicio de Criminalística hicieron una minuciosa inspección ocular del lugar. Junto al cuerpo de la mujer había una chaqueta, tipo rebeca, de color gris, y unas zapatillas de color rosa y con purpurina, que los investigadores recogieron para analizar en el laboratorio. Una testigo que vio el cuerpo y aseguró que la mujer «era recia y tenía las piernas desnudas». También tomaron numerosas muestras biológicas, como restos de sangre que había en la tierra recién removida, y examinaron huellas de zapatos y de rodadura de ruedas de coche, que había junto al bancal.
Fuentes cercanas al caso indicaron que el cadáver presentaba varios golpes en el rostro y en la cabeza y heridas de arma blanca en el abdomen. No llevaba documentación, por lo que no pudo ser identificada en el momento de su hallazgo. Asimismo, las fuentes consultadas aseguran que se sospecha que pueda tratarse de una mujer que ejercía la prostitución.
En este sentido, clientes del restaurante Los Collares manifestaron que no creían que la víctima fuera vecina del pueblo. «Nadie ha echado en falta a ningún familiar y en los grupos de WhatsApp no se ha comentado nada. Aun así, estamos consternados».
La Policía Judicial mantiene abiertas todas las hipótesis sobre la muerte de la mujer hallada en Abanilla. La investigación deberá arrojar luz a algunas cuestiones como, por ejemplo, la identidad de la víctima y si ya estaba muerta cuando fue trasladada hasta el bancal en un coche (los agentes examinaron rodaduras de ruedas de vehículo en la tierra), o si, por el contrario, la mataron allí.
En el lugar donde estaba el cuerpo había restos de sangre en una amplia extensión de tierra y salpicaduras en las piedras. Una de ellas, de tamaño mediano y puntiaguda, estaba cubierta de restos biológicos. Otro dato clave será la hora en la que, como todo apunta, pudo ser trasladado el cadáver hasta ese punto.
El dueño del restaurante aseguró que abrió el local a las seis de la mañana, que pasó por ese sitio y no vio nada. Tampoco lo hicieron los clientes que acudieron a desayunar antes de que el testigo principal se percatara del cuerpo, sobre las 7.40 horas.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La juzgan por lucrarse de otra marca y vender cocinas de peor calidad
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.