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Muestra de varios perfiles de rostros reconstruidos. Los individuos presentan perfiles muy distintos, en los que destacan las diferencias en la forma de la nariz y del mentón. ASOME-UAB

Ponen rostro a 40 habitantes de La Almoloya y La Bastida

Un trabajo del grupo de investigación ASOME-UAB, que estudia la sociedad argárica, analiza los rasgos faciales de los cráneos recuperados

la verdad

Martes, 5 de octubre 2021, 13:57

Los poblados de La Almoloya (Pliego) y La Bastida (Totana), dos de los enclaves más importantes de la cultura argárica, no dejan de asombrar a los científicos del Grupo de Arquelogía Social Mediterránea (ASOME) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Lo último fue la reconstrucción facial de 40 individuos de la sociedad de El Argar, que se extendió por el sureste de la Península Ibérica hace 4.000 años y fue una de las primeras sociedades urbanas de Europa Occidental. La selección corrió a cargo de Joana Bruno, investigadora de ASOME-UAB, arqueóloga y máster en ilustración científica, tras un detallado estudio osteológico de más de 250 esqueletos recuperados en tumbas bien conservadas de La Almoloya y La Bastida.

El análisis de los rasgos faciales de estos individuos fue posible a partir del estudio digital y biológico de los cráneos encontrados. Es la primera vez que la UAB aplica este método sobre un conjunto tan amplio de individuos de un mismo sitio prehistórico.

Bruno digitalizó los cráneos mediante un escaneado láser de alta resolución en 3D. Sobre los modelos 3D de los cráneos, añadió capas de músculo y otros tejidos blandos, para establecer el aspecto más probable de las personas a las que pertenecieron los cráneos. Un ejercicio «complejo», asegura la arqueóloga, que utilizó técnica forenses y datos del perfil biológico. «El método parte de características biológicas del individuo (sexo y edad) y de las medidas de cada cráneo. Posteriormente, se aplican ecuaciones de regresión a estos datos para obtener la posición relativa de los rasgos faciales. También se añaden valores medios de espesura de los tejidos faciales en zonas específicas del cráneo, para determinar lo que sería su apariencia más probable», añade.

: Escaneado láser de uno de los cráneos del yacimiento arqueológico de La Almoloya.. Asome-UAB

A diferencia de las reconstrucciones faciales de individuos del pasado que suelen basarse en la inspiración artística, Cristina Rihuete Herrada, profesora del Departamento de Prehistoria de la UAB y miembro de ASOME-UAB, explica que el enfoque de Bruno aplica procedimientos científicos comprobables. «Hasta ahora contamos con representaciones de los rostros de 22 mujeres, 16 hombres y dos niños argáricos, procedentes en su mayoría de La Almoloya [un emplazamiento estratégico privilegiado entre Pliego y Mula que en 1944 dieron a conocer Emeterio Cuadrado y Juan de la Cierva]. Se trata del corpus más extenso de representaciones faciales de un solo yacimiento prehistórico hasta la fecha y una mirada sin precedentes sobre una parte importante de la comunidad», destaca Rihuete.

La investigación de Joana Bruno forma parte de su tesis doctoral y está enmarcada en el estudio multidisciplinar que el grupo ASOME-UAB está llevando a cabo y que se basará en imágenes médicas y técnicas estadísticas.

El objetivo, incidió la UAB en un comunicado, es investigar si la forma facial argárica conserva evidencias de parentesco y estilo de vida. De hecho, «los resultados de las comparaciones cuantitativas entre los rasgos faciales y craneales se unirán a los del próximo análisis de ADN antiguo de la misma muestra para comprobar la fiabilidad de la aproximación facial en relación con los diferentes grados de vínculos de consanguinidad. Esto podría abrir una nueva vía para abordar la reconstrucción de las relaciones de parentesco en las sociedades prehistóricas, tradicionalmente 'invisibles' u ocultas a la investigación arqueológica», indica Rafael Micó, también investigador de ASOME-UAB.

Proceso de «relleno» de tejido en progreso. Asome-UAB

El poder de las imágenes

Apoyándose en los conocimientos fenotípicos del análisis preliminar del ADN y en los datos arqueológicos generados por el trabajo de campo de la UAB, Bruno está trabajando en los primeros «retratos» artísticos de los argáricos. «Es innegable el poder de las imágenes para la difusión pública del conocimiento arqueológico», afirma la arqueóloga, para quien «la investigación científica y el trabajo artístico no tienen por qué ser ámbitos separados».

La Almoloya y La Bastida constituían dos de los centros de poder de Europa y durante años ejercieron como capitales en la prehistoria del país. Pero, ¿cómo eran sus habitantes? ¿Cuál era el rostro de estos primitivos murcianos que vivieron en la Edad de Bronce? A estas preguntas trata de dar respuesta esta investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona, que ha permitido conocer el aspecto físico de 40 de aquellos individuos que poblaron estas tierras de la Región de Murcia hace cuatro milenios.

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