La gripe sigue sin dar señales de vida por segundo invierno consecutivo

Al margen de este sistema centinela, La Arrixaca ha confirmado otros cinco casos de gripe entre más de 1.400 muestras de pacientes que han sido atendidos en el hospital con síntomas respiratorios, según refleja el último informe del servicio de Epidemiología. Tampoco hay señales de epidemia gripal en Atención Primaria, que está comunicando una media de tres casos diarios, según los datos facilitados por la Consejería. La incidencia oscila entre 0,1 y 2,7 infectados por cada 100.000 personas a la semana. La comparación con los 2.900 positivos por 100.000 que se han llegado a registrar de Covid permite comprobar la escasa presencia de la gripe.

«A todos los pacientes que nos llegan con síntomas respiratorios se les hace una prueba para descartar los diferentes virus, y la gripe aparece de forma muy aislada. La semana pasada diagnosticamos un caso, y no recuerdo ninguno más», explica Pascual Piñera, jefe del servicio de Urgencias del Reina Sofía. Esto puede obedecer a dos causas, señala el médico. De un lado, «el uso de la mascarilla como barrera, que no solo previene la Covid sino el resto de virus respiratorios». De otro, que el SARS-CoV-2 esté ocupando «el nicho habitual» de la gripe.

Manuel Sánchez-Solís, jefe de Pediatría de La Arrixaca, confirma esta percepción, aunque avisa: «No es descartable que aumente la incidencia de gripe en febrero, conforme vaya descendiendo la Covid».

Aunque no haya gripe, otros virus sí están haciéndose hueco este invierno, a diferencia de lo que ocurrió la temporada pasada, cuando prácticamente solo hubo Covid. El sistema de vigilancia centinela de Salud Pública ha detectado 17 casos de virus respiratorio sincitial desde octubre, que se suman a otros 248 casos diagnosticados durante este periodo por el servicio de Microbiología de La Arrixaca. Este virus es el causante de la bronquiolitis, que se está haciendo notar en las consultas de los pediatras y en las Urgencias desde el otoño, señala Manuel Sánchez-Solís. «Normalmente, la epidemia de bronquiolitis empieza a mediados de diciembre y dura tres meses como mucho, pero en esta ocasión comenzó mucho antes, a principios de octubre, y todavía continúa», advierte.