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«En la Unión Europea, el Estado de Derecho no es una opción, es un imperativo». Con esa referencia a las palabras del presidente de la Comisión Europea, Jaean-Claude Juncker, concluyó su lección inaugural del curso académico, en el templo de Los Jerónimos, el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, quien remarcó que el órgano que preside es el «intérprete auténtico de nuestra Constitución», y lo encuadró «entre los modernos sistemas de justicia constitucional de nuestro entorno, así como garante supremo de la Carta Magna y protector de los derechos fundamentales de la persona».
El magistrado, que no compareció en el breve encuentro con los periodistas que los invitados al acto académico suelen mantener en el Claustro de la UCAM habitualmente, abordó en su intervención el tratamiento de los derechos humanos en Europa, y su interacción con las labores propias del Tribunal Constitucional. «Podemos reconocer que los derechos humanos en la Unión han pasado de significar un límite a constituir el basamento y la meta de la integración», dijo González Rivas durante el acto, que estuvo precedido por una eucaristía oficiada por el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia. La apertura de curso contó con la presencia del presidente de la Comunidad, Fernando López Miras; la presidenta de la Asamblea, Rosa Peñalver; la consejera de Educación, Adela Martínez-Cachá; el consejero de Universidades, Juan Hernández, y el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, entre otros.
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