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EFE
TOLEDO
Viernes, 20 de abril 2018, 03:06
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, manifestó ayer que si España quiere ser «trasvasista», postura que él no tiene, «no debe ser entre un río que tiene poca agua y otro que tiene menos», máxime cuando la mitad del país tiene ríos desbordados. En una entrevista en 'Los desayunos de TVE', García-Page resaltó la alternativa «clarísima» que suponen las desaladoras, hasta el extremo de que los meses sin trasvase del Tajo al Segura la agricultura e industria del Levante han seguido funcionando por estas instalaciones.
«El otro día me alegró oír a la ministra decir que lo que ha salvado al Levante es la desalación, bienvenida», indicó el presidente castellanomanchego. A su juicio, lo que no puede continuar es que se trasvase de un río «que tiene poca agua a otro que tiene menos», máxime en un momento «donde vemos cómo la mitad del país está desbordado», sino que si España quiere trasvasar hay que hablar de «todos» los ríos.
«Lo que está pasando no es que la España desbordada, a la que le sobra agua, da agua a la España seca, como puede ser Levante, sino que una parte importante de la España seca pierde recursos en favor de otra parte que lo necesita, sin duda», reflexionó. García-Page añadió que el Tajo se está «agotando» y sus recursos son mínimos incluso para atender las necesidades de Levante, sin citar que Castilla-La Mancha «necesita agua» y no ha podido desarrollar infraestructuras, criticó.
Además del Tajo-Segura, en España existen otros trasvases, como los del Ebro a Tarragona y Bilbao, el Júcar-Vinalopó y el Negratín-Almanzora.
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