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El último catálogo de empleos de difícil cobertura abre el abanico a otros perfiles profesionalizados. Más allá de los puestos que siempre incluye la lista relacionados con la navegación, como maquinistas navales o pilotos de buques mercantes, el Ministerio de Trabajo ha autorizado que las compañías contraten en origen, y fuera de la UE, a instaladores electricistas de edificios y viviendas, así como electricistas en general, carpinteros de aluminio, metálico y pvc, y conductores-operadores de grúa en camión, fija y móvil. Esta ampliación, publicada en el BOE y referente al tercer trimestre del año, se debió a las quejas por parte de las patronales debido a la falta de empleados en algunas actividades.
«En la Región de Murcia se necesitan más de 3.000 trabajadores cualificados y formados en el metal, además de otros sectores como las energías renovables, pero también fontaneros, fresadores en la industria, mecánicos y soldadores, entre otros muchos», asegura Andrés Sánchez, secretario general de la Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia (Fremm), que aglutina a más de 50 asociaciones empresariales de la Comunidad. Sánchez considera positiva la ampliación del catálogo, aunque cree que se queda corta, puesto que las empresas acusan una importante ausencia de mano de obra en todos las actividades económicas.
«Todo lo que sea mejorar el mercado laboral de forma ordenada y bajo los parámetros de una formación que exige el sector es bienvenido», subraya el responsable de Fremm. E insta a las autoridades a colaborar con entidades como la suya para resolver la carencia de profesionales. Además, recalca que se ha captado a trabajadores dentro de la Unión Europea; sin embargo, la patronal constata que el nivel de preparación de estos no ha respondido a las expectativas creadas inicialmente. «Hemos tenido que reciclarlos o volver a formar», afirma Sánchez.
Para Javier Ríos, presidente del Gremio Regional de Instaladores Eléctricos de Murcia, existe un «problema muy serio» para desarrollar los trabajos de esta especialidad e incluso colocar el aire acondicionado tan vital en estas fechas. «La falta de personal cualificado es nuestro talón de Aquiles», explica el directivo, que advierte de que fácilmente se necesitan más de cien personas solo en su parcela. «No se encuentran oficiales de primera ni de segunda; después de la crisis financiera de la construcción, mucha gente decidió irse a otros sectores y, además, se ha juntado con un cambio de mentalidad de la sociedad», prosigue Ríos. Precisa que se trata de un oficio que requiere mucho tiempo para aprender: «Deben pasar entre 10 y 15 años para que sean oficiales de primera y la gente no está dispuesta a esperar tanto». También se muestra abierto a que vengan más extranjeros de forma reglada al apostar por seguir ampliando convenios con embajadas y otros países fuera de la Unión Europea.
Por su parte, el sindicato Comisiones Obreras (CC OO) está a favor del cambio pero también muestra un rechazo frontal a una apertura generalizada. El responsable de Trabajo del sindicato en la Región, Víctor Romera, argumenta que las condiciones laborales ahuyentan a los trabajadores. «Si la mano de obra está bien remunerada, unida a jornadas decentes, conciliación y promoción, no hay problemas de cobertura», remarca el sindicalista.
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