Fiscalía y acusación piden que el acusado del crimen de la turista de Singapur en Abanilla sea juzgado por asesinato

Tanto la Fiscalía como la acusación particular acusarán a Mitchell Ong, el acusado de matar a la turista singapurense Audrey Fang en un bancal de Abanilla en abril del pasado año, de un presunto delito de asesinato. Las partes pusieron este jueves sus cartas encima de la mesa durante la comparecencia del artículo 25 de la Ley del Jurado que celebró el Juzgado de Instrucción número 3 de Cieza.

En la cita el Ministerio Público consideró que Ong es autor de un supuesto delito de asesinato -con una horquilla de penas entre 15 y 25 años de prisión-, tesis a la que se adhirió la acusación particular. De esta acusación se le dio traslado al acusado, que compareció por videoconferencia desde prisión. La abogada María Jesús Ruiz de Castañeda, que asumió recientemente la defensa del sospechoso por el turno de oficio, instó, por su parte, el sobreseimiento y la práctica de nuevas diligencias, como una contrapericial del volcado de los teléfonos móviles de ambos o la propia declaración de Ong, que aún no ha abierto la boca desde que fue detenido.

El abogado Manuel Martínez, que ejerce la acusación particular en representación de la familia de la víctima, sostiene que los hechos constituyen un delito de asesinato -que habría cometido «de forma alevosa y con ensañamiento»- y abre la puerta a la aplicación, ya en su escrito de conclusiones provisionales, de diversas agravantes. Esta parte considera que en los atestados elaborados por la Policía Judicial de la Guardia Civil y en las diligencias de investigación judiciales «existen indicios suficientes de criminalidad» contra Ong.

Martínez hace hincapié en que la víctima viajó «de forma sorpresiva» a España, concretamente a Alicante, en abril de 2024, y que sus familiares directos desconocían el motivo de este viaje. Remarca que, al parecer, lo hizo a instancias del sospechoso y subraya que existen pruebas de que ambos se vieron en un hotel y en diferentes salidas para cenar.

Esta parte relata que el 9 de abril -cuando supuestamente se produjo el crimen- en torno a las 23 horas Ong y la víctima se dirigieron en un mismo coche -un Nissan Qashqai gris a un parking cercano a un restaurante de Abanilla. Un lugar, «lejos de la civilización y oscuro», en el que, tras permanecer un rato, a las 23.45 horas, el coche reanuda la marcha. Esta parte sostiene que en el coche ya no viajaba la víctima, «cuyo cuerpo sin vida y con evidentes signos de haber sido apuñalada y golpeada», tanto con un arma blanca como con una piedra, fue descubierto a la mañana siguiente en el aparcamiento.

El letrado de la acusación particular entiende que se ha acreditado que entre ambos existía una relación afectiva «que podía ser de cierta intimidad sin constituirse como pareja propiamente». Sostiene, por último, que el móvil que llevó al acusado a cometer el crimen fue económico porque la víctima había nombrado meses atrás al supuesto autor beneficiario de sus ahorros en caso de fallecimiento.

La letrada de la defensa insistió, por su parte, en que es necesario practicar aún diversas pruebas en esta causa y remarcó que «hasta ahora todo ha ido destinado a incriminar a este señor«. Hizo hincapié en que »se le presume culpable« y que ello le ha llevado, incluso, a perder el contacto con su familia. »Él, sin embargo, ha sostenido, desde el primer minuto, que es inocente«.

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