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La Filosofía siempre pierde en la escuela, a pesar de, reivindican formadores y docentes, ser una herramienta necesaria para armar a la generación más ... expuesta a los bulos y las pseudociencias de defensas clave, como el pensamiento crítico y la capacidad argumentativa.
La reorganización de asignaturas en el Bachillerato y en Secundaria anunciada por el Ministerio de Educación esta semana refuerza la materia de Filosofía para los cursos superiores, pero, a cambio, resta horario a la de Valores Cívicos y Éticos en Secundaria. El resultado de la operación deja un saldo negativo, y la sensación agridulce, sienten los profesores de Filosofía murcianos, de que la ciencia que enseñan siempre sale perdiendo tras el cortocircuito de cada nueva ley educativa.
El diseño del Gobierno refuerza la asignatura de Filosofía en Bachillerato: la materia seguirá, como ahora, siendo obligatoria en primero, pero, tras el cambio lo será también en segundo, bajo la denominación de Historia de la Filosofía, que actualmente solo estudian los alumnos que eligen el itinerario de Humanidades. Con ese paso adelante, la nueva ordenación da dos hacia atrás: la asignatura de Valores Éticos y Cívicos, que ahora cursan los alumnos que no asisten a Religión en todas las etapas y los que la eligen en cuarto de la ESO, queda reducida a un curso en Primaria y otro en Secundaria.
El espacio de la optativa de Filosofía en cuarto de la ESO lo ocupa, considera el Ministerio, una nueva materia denominada Formación y Orientación Personal y Profesional, que propone una aproximación al conocimiento de «lo humano» a partir de disciplinas como la psicología, la antropología y la sociología, «que lo analizan y enfocan desde perspectivas complementarias».
La nueva materia de Valores Cívicos y Éticos se impartirá en al menos un curso entre primero y tercero de la ESO (o excepcionalmente en cuarto, si por motivos de la implantación del calendario no ha dado tiempo a que los alumnos la hayan tenido en los tres cursos anteriores). En Primaria se impartirá en quinto o sexto, según decidan las autonomías.
Esta nueva regulación, teme el catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia y expresidente de la Red Española de Filosofía, Antonio Campillo, puede convertir la materia de Ética en una 'maría', ya que depende de la regulación de las comunidades –«y en esta Región la Filosofía tiene mala suerte», apunta–, y no queda garantizado que la impartan especialistas. Juan Ignacio Martínez, vocal de la Sociedad de Filosofía de la Región y profesor en La Flota, ha realizado el cálculo, y asegura que la materia pierde más de diez horas de enseñanza en la ESO.
La Filosofía gana a cambio peso en Bachillerato, donde la nueva ordenación acaba con la virtual desaparición impuesta por el exministro Wert hace más de una década, recuperándola como obligatoria en segundo curso. Un avance celebrado por los educadores, que defienden como «vital» para los adolescentes la enseñanza de la materia que sienta la bases del pensamiento crítico.
¿Y por qué es tan importante que se enseñe Filosofía? «Se trata de formar a los adolescentes en la capacidad autónoma de juicio y reflexión. La Filosofía les da las herramientas fundamentales para asentar el pensamiento crítico, y debe ser común para todos los estudiantes; no es solo una cuestión crucial para las humanidades, sino también para los bachilleratos científicos, tecnológicos o artísticos. En la era de la posverdad, la tecnología, la ciencia... necesitan ser capaces de pensar con criterio. Ofrece a los estudiantes una cartografía, mapas mentales para orientarse en el mundo», defiende Campillo.
En pleno auge 'fake news', los bulos, la supercomputación y el cuestionamiento constante de la ciencia, la coordinadora del área de Filosofía del IES Alfonso X El Sabio, Inmaculada Hernández Pereyra, entiende como más necesaria que nunca la formación en esa disciplina. «La argumentación, el debate con elementos de juicio, no son posibles sin Filosofía. Aprender a argumentar con el otro de manera que el argumento no sea una confrontación sino un diálogo», defiende la profesora, preocupada por encontrar 'terraplanistas' cultivados en las redes sociales entre los jóvenes.
La inquietud propia de los chicos en un momento crucial de sus vidas, en el que empiezan a tomar conciencia de su condición de ciudadanos y a construir su identidad es, para los educadores, un ímpetu al que hay que dar respuesta. «Son muy receptivos a las clases, les interesan, porque tienen preguntas, ideas y respuestas, pero no saben cómo argumentarlas y construirlas».
Es justo en los cursos de la ESO y Bachillerato cuando los chicos «empiezan a hacerse preguntas, y necesitan orientación para encontrar las respuestas fuera de internet», argumenta el profesor Fran Béjar, promotor de programas e iniciativas en favor de la enseñanza de la materia, como 'Maldita Filosofía', que conectaba en el aula las redes sociales con la asignatura para enganchar a los alumnos y, al mismo tiempo, darle a Facebook o YouTube un uso creativo y reflexivo.
En Historia de la Filosofía, en segundo de Bachillerato, los alumnos estudian «autores del pasado, pero no pensamientos muertos. Platón, Descartes, Habermans... siguen estando vigentes», defiende Hernández Pereyra.
El contenido es fundamental, pero tanto o más, entiende Emilio Martínez Navarro, catedrático de Filosofía Moral de la Universidad de Murcia y autor del Código Ético de la institución, el método. «Tenemos una oportunidad de hacerlo bien, pero no podemos desperdiciarla. Hay que seleccionar los temas con gancho, interesar a los alumnos y no aburrirles, ayudar a formar a ciudadanos capaces de enfrentarse a la realidad y a lo que leen, que no sean engañados ni dóciles». La Filosofía, reivindica, debe ayudarles a distinguir que la astronomía es ciencia y la homeopatía no, a plantearse dónde están los límites de la ciencia, cómo enfocar los dilemas que plantean los cambios tecnológicos, el choque entre el interés colectivo y el individual en cuestiones como la vacunación...
La desaparición de la asignatura de Valores Cívicos y Éticos en Secundaria y Primaria es, para la decana de la Facultad de Filosofía, Francisca Pérez Carreño, un error que no quedará compensado con la impartición de la asignatura de Religión, voluntaria y de oferta obligatoria, para los escolares que la escojan: «Los valores éticos son universales, no es comparable», reclama la decana.
Solo los alumnos que escogen no estudiar Religión reciben actualmente sesiones de Valores. Como muchos de ellos son de tradición musulmana, la coyuntura permite que algunos docentes «aprovechemos esas sesiones para introducir a los alumnos en el pensamiento y los valores occidentales. Son clases muy provechosas durante toda la Primaria y la Secundaria, que ahora se perderán», lamenta Juan Ignacio Martínez.
La materia de Filosofía deja de aparecer mencionada como una asignatura opcional en cuarto de la ESO, si bien cada comunidad autónoma podrá decidir si la mantiene, ha establecido el Ministerio. En la Región, la Consejería de Educación no tiene aún un planteamiento claro sobre la cuestión, y esperará a que el Ministerio concrete los currículos para determinar cómo utiliza su margen de autonomía. Los cambios empezarán a aplicarse el próximo curso en los cursos impares de Primaria, ESO y Bachillerato. Al siguiente (2023-2024), entrará en vigor para los pares.
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