Corrían los años 90 del pasado siglo XX cuando a Fernando Galindo Tormo (Cieza, 1946) se le ocurrió inmortalizar con su cámara fotográfica la bonita ... imagen que divisaban sus ojos: un par de tahúllas de melocotoneros y albaricoqueros cercanas al río Segura que habían florecido con la llegada de la primavera. El conjunto proporcionaba una mezcla de blancos y fucsias a juego con un atardecer y un crepúsculo que sobrealimentaban el espectáculo. Y delante de todo ello colocó a su propia hija, una preciosa niña de 10 años a la que le había pedido que posara para él. Después, tras revelar los negativos, pudo comprobar que la gran belleza del paisaje se había trasladado al papel de la instantánea. Fue desde ese preciso instante cuando Galindo supo que tan imponente momento tenía que enseñarlo y compartirlo.
Entonces, y sin ningún tipo de ayuda, decidió ir a una imprenta y editar almanaques de bolsillo y de pared. Aquel primer año sacó más de 300 ejemplares, que fue repartiendo dentro y fuera de Cieza, incluyendo el IES Los Albares. En este centro educativo ha desarrollado su labor profesional Fernando Galindo durante casi 30 años como profesor de Artes Plásticas y Audiovisual. Desde allí creó el Concurso Internacional de Fotografía Ciudad de Cieza, aunque poco después de jubilarse en 2006 y ante la falta de ayudas para sacarlo adelante, el certamen desapareció.
Galindo ha desarrollado su labor profesional durante 30 años en el IES Los Albares, donde llegó a obtener la condición de catedrático de Dibujo
Fue entonces cuando obtuvo la condición de catedrático de Dibujo. Todo ello le ha valido a Galindo una gloriosa medalla que, de momento, solo es virtual: la de ser el descubridor de la floración de Cieza. Una suerte de moderno 'Indiana Jones' de un santo grial regional como es este espectáculo para los sentidos.
En su haber cuenta con 56 premios de distintas entidades y organismos, destacando el Fotoprix que el alcalde de Barcelona de la época, Joan Clos, le entregó en 1998, o los que le ha ido otorgando la Universidad de Murcia a través de la Facultad de Biología. En cuanto a exposiciones, lleva contabilizadas ya casi 70 en diferentes localidades españolas. La primera fue sobre la Semana Santa de Cieza en el museo municipal allá por 1992, y entre ellas ha incluido los recuerdos de sus visitas a lugares como los Pirineos en otoño, los carnavales de Venecia y otra muy curiosa en la que plasmó los reflejos de los barcos sobre las aguas.
Entre el millón largo de fotografías que ya obra en su haber, Galindo se congratula de que un gran número pertenecen a los rostros de sus convecinos de Cieza, vivos o ya fallecidos. Asegura que esta es una forma de no olvidar nunca a los que ya no están entre nosotros.
Transición digital
En los primeros años del siglo XXI, Galindo abandonó el carrete fotográfico y se subió al carro de la fotografía digital, adquiriendo en cada momento los últimos modelos de una prestigiosa marca internacional. A partir de 2010, encontró otro filón a través de las redes sociales, principalmente el de su cuenta de Facebook, que le ha proporcionado miles de seguidores. Además, sus paisajes del entorno de Cieza relacionados con la floración o con cualquier otro evento son habituales en los espacios de información meteorológica de todas las cadenas nacionales de televisión de España.
Cuenta con más de un millón de fotografías en sus carpetas, muchas de ellas pertenecientes a los rostros de sus vecinos de Cieza, vivos o ya muertos
Sin embargo, y a pesar de este alarde de pasión por su ciudad natal, sus instantáneas no suelen aparecer en las promociones municipales de la floración de Cieza. El Ayuntamiento tiene pendiente también una solicitud para que Galindo se convierta en el cronista gráfico oficial de la ciudad. Pero los reconocimientos en otros ámbitos no paran y este año tendrá el honor de presidir la procesión de Los Hijos de María de Jueves Santo de Cieza con la imagen de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza. La cofradía le otorgará asimismo un reconocimiento en un acto que tendrá lugar poco antes del desfile.
Por el momento ha editado dos libros de gran tamaño: uno sobre la floración que ha distribuido por todo el mundo, y del que ha entregado un ejemplar a varios presidentes del Gobierno e incluso al Rey Felipe VI; y otro que tituló '50 ciezanos de mi tiempo' en el que aparecen otras tantas fotografías y un texto con cada una de ellas elaborado por el catedrático ciezano Bartolomé Marcos. Su amigo Antonio García define a Galindo como «un apasionado de la luz, del paisaje, del paisanaje, de la composición y, sobre todo, un enamorado y gran embajador de su pueblo».
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