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Dos años después de su puesta en marcha, el centro municipal para la prevención y detección precoz de VIH e infecciones de transmisión sexual (ITS) ... en Murcia, conocido como 'checkpoint', se mantiene en pie de forma precaria, sostenido por una única profesional. Se trata de una médica que compagina este servicio con tareas en otras áreas. «El 'checkpoint' ha funcionado muy bien desde su creación, es un espacio seguro al que se ha acercado mucha gente para hacerse pruebas de VIH, ITS o hepatitis. Pero por diferentes circunstancias se ha quedado con una sola persona al cargo de todo. Si la médica está de vacaciones, o de baja, el 'checkpoint' queda inactivo. El Ayuntamiento está dejando morir este servicio», denuncia Antonio Serrano, presidente de la asociación Vihsibles. Todo ello en un momento en el que la incidencia de infecciones de transmisión sexual está disparada: los casos diagnosticados de gonorrea han crecido un 130% desde 2021 en la Región de Murcia, mientras los de clamidia y linfogranuloma venéreo se han duplicado.
El 'checkpoint' nació en 2022 para cubrir un vacío. A diferencia de otras grandes ciudades españolas, Murcia carecía de un servicio comunitario enfocado a la prevención de VIH e ITS. Pero el vacío también existía -y existe- en el resto de la Región. Por ello, hasta el servicio municipal de Murcia «se acerca gente de toda la comunidad, hay un aluvión de citas», explica Serrano. El proyecto tiene su origen en la incorporación del Ayuntamiento de Murcia a la estrategia Fast Track, una red internacional de ciudades comprometidas en la lucha contra el VIH. La firma se produjo con el PP en La Glorieta, aunque fue bajo el gobierno municipal del PSOE, tras la moción de censura de 2021, cuando se pusieron en marcha diferentes iniciativas relacionadas con esta estrategia. Entre ellas, la creación del 'checkpoint'.
El proyecto era ambicioso e iba más allá de la realización de pruebas anónimas y rápidas, recuerda el presidente de Vihsibles. Además de una médica, el servicio contaba con un educador social y con el apoyo de las enfermeras del servicio de Vacunas, ya que a muchos de los usuarios se les indica la vacunación frente a hepatitis A o el virus del papiloma humano (VPH). Los planes pasaban por sacar el 'checkpoint' a la calle, acercándolo a los barrios más vulnerables para la detección de hepatitis no diagnosticadas, o a las zonas de ocio. También se buscaba la colaboración con la Consejería de Salud y con el sistema educativo.
Pero todo este proyecto no se ha llegado a desplegar por completo. Para empezar, el 'checkpoint' se ha quedado sin educador social, una figura clave para la prevención. Desde el Ayuntamiento se justifica la derivación de este profesional «a otras funciones relacionadas con la promoción de la salud, emocional y sexual, además de la gestión de las ayudas a entidades relacionadas con la materia».
Tampoco hay enfermeras encargadas de la realización de pruebas en el 'checkpoint'. «Entiendo a las profesionales, porque están en Vacunas y si se tienen que encargar de todo, no dan abasto. El problema, aquí, es que no se ha creado un nuevo puesto para el 'checkpoint', ni se ha tirado de bolsa de trabajo», señala Antonio Serrano. En la práctica, el 'checkpoint' se reduce a una médica «que hace lo que puede». Pasa consulta dos días a la semana y atiende las urgencias fuera de su jornada laboral, para evitar que el servicio quede sin cubrir.
El Ayuntamiento de Murcia defiende que «la promoción de la salud sexual, sobre todo en los más jóvenes, continúa siendo una prioridad», y asegura que «el checkpoint' funciona con total normalidad». Fuentes del gobierno municipal afirman que «el Ayuntamiento ha garantizado la prestación del servicio con personal médico adscrito al mismo» y también se ha formado a enfermeros. En 2023 se atendió a 1.850 usuarios, y actualmente pasan por este servicio unas 55 personas al mes.
La Concejalía de Salud insiste en que «este servicio es fundamental, ya que forma parte de la estrategia de promoción de la salud en todos los ámbitos». Sin embargo, la asociación Vihsibles cuestiona el interés municipal en el 'checkpoint'. «Es un servicio que han relegado, y al que ni siquiera quieren darle publicidad. Su consigna es que tenga un perfil bajo», advierte Serrano.
En colaboración con Vihsibles y otras organizaciones, el 'checkpoint' iba a celebrar el pasado 18 de junio unas jornadas para abordar el creciente problema del 'chemsex' (el consumo de drogas en fiestas sexuales). Estaban invitados a participar expertos en salud pública de diferentes administraciones, médicos de los servicios de Infecciosas y organizaciones sociales. El evento no se llegó a celebrar, sin que el Ayuntamiento haya explicado los motivos.
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