Enfermeras en las aulas: así funciona un programa pionero al que «le faltan recursos»

«Los niños tienen más facilidad, en edades tempranas, para adquirir hábitos saludables, y por eso es importante empezar cuanto antes. Es una estrategia que nos está dando muy buenos resultados», subraya. El papel de esta profesional es clave en los programas de educación para la salud que se desarrollan en los cinco colegios públicos, dos concertados, un instituto y un centro de adultos que se encuentran en esta zona básica de salud. Pero solo la enumeración de esta larga lista de centros educativos revela hasta qué punto el programa de Enfermería Escolar puesto en marcha por la Consejería de Salud necesita refuerzos.

Así quedó de manifiesto este jueves en las I Jornadas de Enfermería Escolar, celebradas en La Arrixaca. «El plan iniciado en la Región no es malo, es un inicio. Pero le faltan muchos más recursos, dotarlo de más profesionales», advirtió Daniel Guillén, presidente de la Asociación Científica de Enfermería y Salud Escolar (Aceese).

El Programa de Atención Comunitaria Escolar para la Salud (Paces) ha permitido dotar a los 85 centros de salud de la Región de una enfermera que cubre todos los colegios e institutos de su zona. El consejero de Salud, Juan José Pedreño, defendió que estos profesionales estén integrados en Primaria y trabajen desde el centro sanitario, porque resulta «más útil y eficiente» que ubicarlos directamente en los colegios.

Al presidente de Aceese, este modelo no le disgusta, pero lo ve mejorable. «La experiencia me ha enseñado que es importante que las enfermeras escolares estén integradas en Primaria, porque si no hay una estructura detrás no puede haber continuidad de cuidados, ni las mismas condiciones laborales», reflexiona. En este sentido, «el modelo de Murcia está bien integrado», señala. Sin embargo, la falta de profesionales lleva a que las enfermeras tengan que asumir zonas básicas de salud con un número inabarcable de colegios, con lo que «realmente no pueden cubrir todas las necesidades».

A esto se suma el hecho de que, en la práctica, muchas de estas enfermeras tienen que compaginar la educación para la salud en los colegios con otras tareas en el centro de salud, desde las analíticas a primera hora de la mañana a cubrir huecos o hacer guardias. El resultado es que la Enfermería Escolar está enfocada en la Región a reforzar los programas educativos y preventivos, más que a la atención o seguimiento de escolares con enfermedades crónicas. Hay solo 5 enfermeras para cubrir a niños que presentan necesidades muy extremas de un control continuo.

Las cifras globales del programa hablan por sí solas: la Región cuenta con 90 enfermeras escolares para cubrir cerca de 600 centros educativos de enseñanza no universitaria en los que estudian unos 285.000 alumnos.

Raquel María Fernández lleva dos años dedicada a la Enfermería Escolar. El curso pasado estuvo en La Manga, y ahora ejerce en el Mar Menor. Cubre ocho centros educativos repartidos por El Algar, Los Belones, Llano del Beal y Los Nietos. «Se necesitan más enfermeras», admite. Principalmente, su labor se centra en la educación para la salud. «Hay colegios que son más activos que otros, te vas planificando y también respondes a lo que te van demandando; siempre voy con el teléfono en la mano», resume Raquel.

Las necesidades son ingentes. Entre los muchos aspectos a abordar, la salud mental ha ganado en importancia. «Cada vez hay más casos que requieren atención, pero no hay equipos psicológicos para cubrir todos los centros. Muchas veces los profesores se ponen en contacto con nosotras porque nos ven como el nexo de unión con el sistema sanitario. Hay niños con problemas muy graves que tienen que esperar cuatro meses para una primera consulta, y nos piden que tratemos de agilizarlo. En los centros vemos casos a diario: anorexia, bulimia, depresión aguda», advierte Raquel.

Las enfermeras escolares tienen un papel importante en la prevención en salud mental, con actividades encaminadas a trabajar la motivación o los estados de ánimo. También la salud afectivo-sexual es prioritaria. «Desarrollamos talleres que funcionan muy bien, son muy participativos. La educación afectivo-sexual hay que abordarla cuanto antes, porque estamos viendo cómo aumentan las infecciones de transmisión sexual, y tenemos juegos sexuales en las redes que son muy peligrosos», subraya la enfermera escolar de El Algar.

Queda mucho por hacer, coinciden los profesionales. Sobre el papel, la Región de Murcia es una de las comunidades con más enfermeras escolares, pero los modelos son tan diferentes que no resultan comparables. Según un estudio del Consejo General de Enfermería, en la Región hay 88 enfermeras escolares (90 según la Consejería) frente a las 67 de la Comunidad Valenciana. Pero los profesionales del territorio vecino están físicamente en los centros, contratados sobre todo por los ayuntamientos, aclara Daniel Guillén, presidente de Aceese.