Un reo encarcelado en Sangonera inicia una huelga de hambre y sed

El preso, un vecino de Totana de 39 años cuyo nombre responde a las iniciales B. C., se encuentra en prisión preventiva desde finales de diciembre por un presunto delito contra la salud pública. Fue arrestado junto a otra persona tras ser sorprendido por la Guardia Civil con cocaína y una gran cantidad de dinero en efectivo en el vehículo que conducía. El acompañante, cuyas iniciales son M. D. A., y que viajaba en el asiento del copiloto, se encuentra en el citado centro penitenciario y acusado del mismo delito.

Los hechos ocurrieron el pasado 26 de diciembre, cuando B. C. viajaba en un turismo propiedad de su familia junto a M. D. A., quien le habría pedido que le llevara aquel día a la localidad de Águilas para comprar un vehículo para uno de sus hijos.

Al parecer, el copiloto habría subido al coche de B. C. portando las sustancias ilícitas entre sus pertenencias sin que el conductor tuviera conocimiento de ello, según afirma la familia en un escrito remitido a este diario.

Cuando el turismo se acercaba a un control de verificación de vehículos desplegado por la Benemérita, M. D. A. habría arrojado una parte de las dosis de cocaína que llevaba por la ventanilla del coche, mientras que otra parte de la droga habría caído en el interior del vehículo, según aseguran las mismas fuentes. Aquel gesto fue detectado por los agentes de la Guardia Civil que, tras observar cómo los detenidos se deshacían de una bolsa, les dieron el alto. El comportamiento sospechoso de los ocupantes llevó a los agentes a recuperar la bolsa arrojada, donde hallaron una sustancia blanca que identificaron como cocaína, según fuentes del citado cuerpo. Posteriormente examinaron a fondo el habitáculo, ya que sospechaban que pudieran estar ocultando en él más estupefacientes. De este modo, los agentes hallaron varias bolsas pequeñas más con la misma sustancia y 2.225 euros en metálico. De esta cantidad de dinero, el preso en huelga de hambre ha reconocido que sí tenía conocimiento antes de iniciar la marcha, aunque defiende que M. D. A. era el poseedor de dicha cantidad y que le dijo que era para la adquisición de un turismo.

El cotejo de la sustancia aprehendida permitió a los agentes comprobar que efectivamente se trataba de 41 gramos de cocaína que, después de ser dosificada, podría haber alcanzado en el mercado ilícito más de doscientas dosis.

B. C., que se ha declarado inocente desde el día de su detención, insiste en que no sabía que M. D. A. llevaba la cocaína en su coche. El propio copiloto ha confesado, según apunta la defensa de B. C., mediante una prueba escrita de su puño y letra, en presencia de tres testigos, que él es el único autor responsable de dicho delito contra la salud pública y que B. C. no estaba al tanto del transporte de la droga. Sin embargo, según las mismas fuentes, esta prueba «no está siendo admitida por la juez que lleva el caso» en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 2 de Lorca.

La hermana de B. C. asegura que este inició la huelga de hambre el pasado día 28 de enero, a la que sumó el lunes una huelga de sed. Por otro lado, fuentes de Instituciones Penitenciarias aseguraron ayer a LA VERDAD que el preso no comunicó formalmente el inicio de la huelga hasta este lunes y que no tenían constancia de que hubiera dejado de comer el viernes.

A partir del momento en que el recluso hizo saber de forma oficial que dejaba de comer y de beber se inició el seguimiento de la evolución de su estado de salud por parte del equipo médico del centro penitenciario, señalaron las mismas fuentes.