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Valentín Sánchez, el principal acusado del juicio por los disparos de Abarán en diciembre de 2011, defendió ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Murcia que nunca tuvo intención de matar a los hermanos Yepes. Durante su declaración, aseguró que disparó contra la furgoneta donde se encontraban los tres hombres para impedir que se marcharan hasta que llegara la Guardia Civil, no para causarles daño.
El empresario abaranero afronta una pena de 28 años de prisión que pide el fiscal por tres intentos de asesinato. Por su parte, los hermanos Yepes también afrontan solicitudes de condena por parte de la Fiscalía de dos años para Javier, tres para David y seis años de prisión para José Manuel por presuntos delitos de lesiones y coacciones.
Durante su interrogatorio, el acusado relató su versión de los hechos, tras haber sido sometido a amenazas y agresiones por parte de los hermanos Yepes en su nave industrial. Cuando se marcharon salió armado con su pistola en busca de su hijo mayor que momentos antes había huido perseguido por David Yepes.
Se dirigió hacia donde estaba detenida la furgoneta a unos 300 metros de distancia. «Cuando los vi, pensé que si se iban antes de que llegara la policía, podrían regresar y hacer más daño, incluso buscar a mi hijo, que estaba desaparecido en ese momento», explicó.
«Disparé para que no se fueran, no para matarlos. Si mi intención hubiera sido causarles daño, habría disparado directamente contra ellos, pero no lo hice. Solo quería que permanecieran allí hasta que llegara la Guardia Civil», afirmó en su defensa.
Valentín añadió que efectuó tres disparos hacia el vehículo, pero aseguró que intentó evitar herir a los ocupantes. «Apunté al cristal y las partes del coche, no directamente a ellos. No quería lesionar a nadie. Si hubiera querido, tenía nueve balas y habría podido matarlos. Esa nunca fue mi intención», insistió. Sin embargo, uno de los hermanos Yepes, David, recibió uno de los balazos y le provocó una paraplejia que lo dejó postrado en una silla de ruedas de por vida. A su hermano Javier, de 23 años, le dio otro proyectil y le destrozó un pulmón.
Durante su declaración, Valentín recordó que los minutos previos a los disparos uno de los hermanos, José Manuel, lo mantuvo retenido con un cuchillo en el cuello mientras los otros agredían físicamente a sus hijos. También aseguró que los hermanos Yepes rociaron la nave con un líquido inflamable y amenazaron con prender fuego al lugar y quemar a todos. «Pensé que no saldríamos vivos de allí», declaró.
Valentín también indicó el trauma psicológico que sufre desde entonces. «No he vuelto a dormir bien. Tomo pastillas para poder levantarme cada día y sigo en tratamiento psicológico. Los seis meses que estuve en prisión no han sido nada comparados con la media hora que me hicieron pasé en la nave. Estoy marcado para siempre» explicó visiblemente afectado.
José Manuel Yepes también declaró en el juicio como acusado. Según su testimonio, él y sus hermanos acudieron a la nave para pedirle los boletines eléctricos necesarios para mantener el suministro en los dúplex que habían comprado. «El promotor nos había dicho que Valentín era el encargado de la instalación eléctrica, pero que no los entregaría porque tenía deudas pendientes con él. Fuimos allí a hablar, pero nunca pensamos que terminaría así», afirmó.
José Manuel explicó que dos días antes del incidente ya habían visitado la nave sin éxito. En su segunda visita, el 22 de diciembre, fueron con la intención de hablar con Valentín padre después de que el hijo mayor les indicara que solo él podría entregarles los boletines si pagaban ciertos gastos. «Entramos y le explicamos la situación, pero se negó rotundamente. Mi hermano David y el hijo mayor de Valentín comenzaron a discutir y se empujaron», explicó.
Sobre los disparos, José Manuel afirmó que ocurrieron mientras intentaban huir en su furgoneta. «Salimos de la nave cuando Valentín nos dijo que estaba todo solucionado, que no nos preocupáramos. Cuando estábamos detenidos en un cruce, escuchamos el primer disparo. Al segundo disparo, mi hermano Javier gritó que lo habían herido. Intenté arrancar la furgoneta, pero estaba calada. Después escuchamos el tercer disparo, que le dio a mi hermano David», recordó. Según José Manuel, Valentín no les dijo que esperaran a la Guardia Civil. «Él solo disparó», afirmó.
José Manuel también respondió a preguntas sobre lo ocurrido en la nave y negó haber utilizado un cuchillo para amenazar a Valentín, como afirma el empresario, y rechazó haber agredido físicamente a sus hijos. «El único cuchillo que había era uno pequeño que usaba Valentín para comer fruta. En un momento le sujeté el brazo para evitar que hiciera algo con él, pero nunca lo amenacé», aseguró.
Sobre los objetos que se habrían encontrado en la furgoneta, como un cuchillo con restos de ADN de Valentín, José Manuel dijo que no podía explicarlo y negó que perteneciera a él o a sus hermanos. También rechazó que hubieran rociado la oficina o a los hijos de Valentín con un líquido inflamable.
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