El mapa del poder local empieza a cambiar de color

El viejo adagio de que una imagen vale más que mil palabras podría aplicarse al nuevo mapa del poder local en la Región. Comparado con el de 2011, al casi absoluto 'poder azul' que éste lucía le han aparecido varios ronchones. La epidemia de mayorías socialistas que tiñe ahora de rojo una parte notable de los términos municipales ha sido especialmente virulenta en la comarca del Noroeste.

Calasparra, merced al pacto del exalcalde Jesús Navarro, era el único feudo socialista en ambas zonas durante la pasada legislatura. Hoy, Bullas, Caravaca de la Cruz y Cehegín se han sumado, y José Vélez, el actual regidor de Calasparra, podrá mantenerse en la alcaldía si renueva su pacto con Izquierda Unida, como parece más que probable. Y eso que ha perdido medio centenar de votos. El vuelco en Bullas deja a Pedro Chico en la oposición tras perder 1.760 votos y cuatro concejales, mientras que en Caravaca de la Cruz han sido tres ediles perdidos y 1.837 sufragios los causantes de la debacle. En Cehegín, el desplome ha sido incluso mayor: 2.312 papeletas menos.

De hecho, atendiendo a los datos de voto por circunscripciones, en la número 4 (que engloba a la comarca con los municipios de Calasparra, Caravaca de la Cruz, Cehegín y Moratalla) el PSOE lograría la victoria con 19.741 votos. La cifra es apenas mayor en 1.522 sufragios que la de 2011, pero suficiente frente al desplome popular, que pasa de 28.616 votos a 17.508, una caída del 35%.

La parte de poniente del mapa regional también enrojece en Mula y Campos del Río, pertenecientes a la vecina comarca del Río Mula. La ciudad que le da nombre regresará a la nómina de alcaldías socialistas gracias a un respaldo del 41% de los votantes. Eso sí, al contrario que en Campos del Río -ganada por mayoría absoluta-, tendrá que haber un pacto entre PSOE e IU.

No parece difícil que en la decena de municipios en los que el PSOE logra mayoría simple se pueda llegar a ese tipo de pactos, salvo en Beniel y Cehegín, donde IU no logró entrar en la corporación. Los 14 concejales de la coalición podrán apuntalar a los candidatos socialistas de Águilas, Alhama, Jumilla y los cinco municipios del Noroeste y Río Mula ya analizados.

También podrán hacerlo en La Unión, una de las derrotas más dolorosas para el PP. El consejero Francisco Bernabé, exalcalde de la localidad minera, dejó a su número dos, Julio García Cegarra, al mando para dar el salto al Ejecutivo regional. Dijo que iba a trabajar por La Unión, pero casi todo ha ido en su contra: desde el fiasco de Aria en Portmán al 'sapo' que tuvo que tragar nada más llegar a la consejería a costa de El Gorguel. Los vecinos, resabiados tras décadas de promesas de regeneración -de la bahía- tomaron nota y se lo han cobrado a Cegarra en forma de 1.895 apoyos menos en las urnas. El PSOE local recupera el poder, aunque tendrá que pactar con IU para lograr mayoría absoluta.

Dolorosa también ha sido la derrota del PP en Alhama de Murcia, uno de los municipios con las arcas municipales más saneadas: menos de un millón de deuda y seis de remanente positivo de tesorería. Aunque el PP mantiene casi el mismo nivel de respaldo electoral -3.453 votos, 127 menos que en 2011- la irrupción de Ciudadanos y la mejora de Izquierda Unida han dejado al PP en minoría.

Los socialistas también pueden gobernar ahora en Ricote sin el apoyo de los independientes de AIRE, que logran mantener su concejal. En Librilla, sin embargo, tendrán que llegar a un acuerdo con la Unión Progresista de Librilla, liderada por Mar Hernández Porras. Con apenas 93 votos de diferencia respecto a la fuerza más votada (PP) y también cinco ediles, la abogada anunció que opta a la alcaldía. Hernández Porras, que militó en el PSOE, y su ejecutiva analizarán el jueves los resultados. La clave estará en la posición del único edil del PSOE, informa Isabel Franco.

Librilla y Ojós son los 'lunares' de la resurrección socialista, con solo un edil en cada corporación. También ha sido decepcionante el resultado en Puerto Lumbreras, donde Izquierda Unida los relega a tercera fuerza con tres ediles y cuatro años de mayoría absoluta del PP de María Ángeles Túnez por delante. Aquí, la herencia del exalcalde Pedro Antonio Sánchez parece que no sufrido el destino de La Unión. El PP se apunta un 55% de los votos, a pesar de perder casi 1.200 sufragios.

Por peso demográfico, los alcaldes 'emergentes' del PP que han logrado mantener la mayoría absoluta son, además de Túnez, Marcos Ortuño (Yecla), Visitación Martínez (San Pedro del Pinatar) y Patricia Fernández (Archena). Si la competición fuera solo entre ellos tres, sería Fernández la vencedora, con un respaldo del 50,4% frente al 47,4% del yeclano y el 49,2% de Martínez.

El que resiste sin inmutarse es Víctor Manuel López, el regidor del PP reelegido en Ulea. López saltó a la palestra hace cuatro años cuando logró un apabullante 70,3% de votos, el máximo regional. A pesar de como han venido dadas para el PP en los comicios locales, López ha mantenido el tipo consiguiendo el 67,2% en esta nueva cita.

El regidor que en 2011 logró el segundo mejor porcentaje fue José Luis López Ayala en Villanueva del Segura, con un 70,3%. Su imputación forzó su salida de las listas, y se ha notado: el PSOE gana el municipio y el apoyo del PP se desploma 22 puntos porcentuales.

El PP de Cieza ganó las elecciones municipales al resultar la lista de Juan Manuel Molina la más votada, pero perdió la hegemonía de la mayoría absoluta ostentada a lo largo de 12 años. La pérdida de cuatro escaños plenarios, que deja a los populares en 8 concejales, podría convertir en pírrico el triunfo en tanto en cuanto el PP quedaría completamente desguarnecido ante la eventualidad de que el bloque de izquierdas decidiera pactar y reunir los 6 ediles del PSOE, tres de Izquierda Unida-Los Verdes y dos de la agrupación de electores Cieza Puede, impulsada por Podemos.

Serían en total once concejales contra los diez que podría juntar el PP en el caso de que decidiera -y consiguiera- aliarse con Ciudadanos Centristas Ciezanos, con un representante, y Ciudadanos, con otro edil. Tras conocerse los resultados electorales, el candidato socialista Pascual Lucas ya manifestó su intención de sentarse a hablar con el resto de fuerzas políticas. Miguel Gual, de Cieza Puede, esgrimió una vez más el lema antipactos que encabeza todos los decálogos de Podemos, aunque admitió que, si los acuerdos tuvieran que llegar, lo harían «con luz y taquígrafos» y, por supuesto, con el respaldo previo de las bases. Francisco Saorín de IU-Verdes ya dejó entrever en la medianoche electoral que su formación podría postularse para pactos puntuales, que no de gobierno en principio, si bien es verdad que todo puede andarse ante la compleja e inédita situación cuarteada en la que queda el pleno, informa Antonio Gómez.