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Manuela Buriticá es veterinaria, aunque desde que llegó a España procedente de Colombia, hace dos años, no ha podido ejercer. Aún está a la espera ... de la homologación del título. Mireya Martínez es médica de familia y actualmente trabaja en el consultorio de Cox, en Alicante. Además de ser sanitarias, ambas tienen otra cosa en común: padecen trastorno bipolar, un problema crónico de salud mental que sigue rodeado de «mito y prejuicios», lamentan. Para luchar contra el estigma, las dos han decidido visibilizar su realidad. Manuela preside la Asociación Murciana El Ascensor, que agrupa a pacientes de trastorno bipolar de toda la Región y también de la vecina provincia de Alicante. Mireya, por su parte, se ha implicado en el programa de activismo en salud mental de la Fundación murciana SoyComotu.
«Para mí, integrarme en El Ascensor ha sido muy importante. Nos escuchamos, nos apoyamos y nos sentimos identificados cuando compartimos nuestras experiencias», explica Manuela Buriticá desde Orihuela, donde reside. Esta veterinaria de 29 años empezó a presentar síntomas después de la adolescencia. Durante unos cuatro años y hasta que su psiquiatra dio con el origen del problema, fue diagnosticada sucesivamente de ansiedad y de depresión. «Me prescribían ansiolíticos y antidepresivos, pero no me funcionaban», cuenta.
El trastorno bipolar está infradiagnosticado precisamente porque suele confundirse con otros problemas de salud mental. Se caracteriza por la aparición de episodios depresivos y de otros de gran euforia (episodios maníacos o hipomaníacos). En la Región de Murcia, hay unas 9.600 personas diagnosticadas de trastorno bipolar, según la base de datos clínicos de Atención Primaria. Pero el número de afectados es probablemente mayor. Los estudios apuntan a una prevalencia de entre el 2% y el 4% de la población.
¿Qué es el trastorno bipolar? Es un trastorno que afecta al estado de ánimo y que se manifiesta con episodios depresivos y otros de gran euforia (episodios maníacos o hipomaníacos).
Cómo se aborda Hay tratamientos farmacológicos (como el litio), pero también es muy importante la terapia psicológica y el cuidado de los hábitos de vida.
Para saber más Mesa redonda 'El trastorno bipolar: recursos y experiencias'. Museo Arqueológico (18.00 horas).
Manuela Buriticá ha mejorado gracias a que ahora recibe la medicación adecuada, sin olvidar sus sesiones con el psicólogo. Pero el estigma sigue pesando. No sintió el apoyo de su familia y es consciente de los muros que todavía existen en el mercado laboral. Su nueva vida en España no le está resultando fácil, confiesa. A la espera de que se resuelvan los trámites con su título, permanece en paro. Ha intentado encontrar empleo, sin éxito. «Es frustrante; vivimos en una sociedad en la que cada uno sobrevive como puede. Los factores externos influyen mucho en una enfermedad mental: si no tienes trabajo, ni amigos o si tu familia no te apoya. Todo eso tiene un impacto», advierte. Pero Manuela ha decidido que visibilizar su realidad no solo puede resultar terapéutico, sino que es la mejor forma de ir derribando esas barreras. Por eso, esta tarde (18.00 horas) participará en una mesa redonda en el Museo Arqueológico organizada por la Fundación SoyComotu, que tiene como uno de sus objetivos fundamentales la lucha contra el estigma.
Junto a Manuela estará Mireya Martínez, médica de familia. El trastorno bipolar irrumpió en su vida con 30 años. Ahora tiene 43. «Durante mucho tiempo lo escondí, solo lo sabían mis compañeros. Pero tuve la necesidad de visibilizarlo, me di cuenta de que era mi responsabilidad», relata. Comenzó a aparecer en medios locales y muchos de sus pacientes ya saben que su médica tiene trastorno bipolar. «No he tenido ningún problema; valoran cómo los trato y cómo resuelvo sus problemas de salud», subraya. Todos los médicos son en algún momento también pacientes, ya sea de un problema de salud mental o de otra enfermedad cualquiera.
«El estigma nace del desconocimiento, del miedo. La imagen que se ha transmitido en muchas ocasiones de una persona con enfermedad mental crónica es la de alguien que asusta, que puede ser peligroso. Pero quienes se relacionan con nosotros no nos tienen miedo, porque nos conocen. Luchamos por una integración real, para que esto se asuma como cualquier otro problema de salud», reflexiona.
Mireya está activamente implicada en la Fundación SoyComotu, que organiza la charla de hoy. Su presidenta, Nieves Martínez-Hidalgo, apuesta por la «alfabetización en salud mental» para erradicar un estigma que tiene su origen «en la mala información».
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