Diez meses sobre la cuerda floja en la Región de Murcia

Antes que eso, hubo múltiples encontronazos que pusieron a prueba la solidez de la coalición, pero sin que llegara la sangre al río. Tanto es así que López Miras y su partido le han quitado hierro a la dinámica de Antelo de ir a su aire, sin diferenciar entre su papel de vicepresidente de la Comunidad y de líder regional de Vox, generando descoordinación y tensiones en el seno del Ejecutivo autonómico, y por consiguiente en la Asamblea Regional. En los Presupuestos de la Comunidad de 2024 Vox exigió reducir parte de las subvenciones nominativas a los empresarios y los sindicatos CCOO y UGT, merced al acuerdo programático para modificar la ley de Participación Institucional. Una propuesta que el PP no compartía pero que se aplicó finalmente, generando una polémica que todavía colea. El consejero Marcos Ortuño tuvo que aclarar que la iniciativa de Vox no era la del Gobierno regional.

Asimismo, en noviembre del año pasado el PP rechazó en la Asamblea una propuesta de Vox para reducir tributos autonómicos, aunque posteriormente se incluyó en los Presupuestos.

La rebelión del campo en contra de la Política Agraria Común de la UE escenificó nuevas disensiones en el seno del Gobierno regional, al posicionarse Vox a favor de las manifestaciones ilegales que colapsaron los primeros días de febrero varios puntos estratégicos de la Región, en contraposición con el flanco popular del Ejecutivo que hizo un llamamiento a utilizar cauces legales para las protestas. La consejera de Agricultura y Agua, Sara Rubira, declaró que no compartía las formas, pero que entendía las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos.

Semanas después, cuando aún persistían las movilizaciones del campo, Vox anunció una proposición para cambiar la ley del Mar Menor sin contar con el acuerdo previo de López Miras y el PP. Antelo informó al Consejo de Gobierno repartiendo unas fotocopias con el contenido de la reforma, lo cual motivó que Marcos Ortuño saliera de nuevo a fijar la postura del PP de que no aprobaría ninguna modificación que suponga un retroceso en la protección de la laguna costera. López Miras se reunió con su díscolo vicepresidente para tratar de limar asperezas de cara a la galería, ya que todo apuntaba a que la coalición no se iba a romper por este motivo.

Aunque no era una sorpresa para nadie, Antelo quiso pasarle a López Miras la factura a cambio del apoyo para que siguiera en la Presidencia de la Comunidad. Todo lo relacionado con el Mar Menor es material sensible para los voxistas, que ya antes del pacto de gobierno votaron con el PSOE y Podemos para tumbar la prórroga de la moratoria urbanística que propuso el Ejecutivo regional en funciones.

Finalmente, Vox se salió con la suya para tratar de rebajar la restricciones en el Mar Menor y el pasado mes de abril acordó con el PP en la Asamblea Regional iniciar los trámites para modificar la ley y tratar de suavizar las medidas para la agricultura y ganadería, en especial a las granjas de porcino que proliferan en el municipio de Fuente Álamo.

El carpetazo al proyecto de El Gorguel que dio el Ministerio para la Transición Ecológica originó otra bronca que también puso a prueba las relaciones entre ambos socios. El consejero de Fomento, José Manuel Pancorbo, dio otra muestra del desbarajuste que reinaba en el Gobierno regional al acusar al PP de vetar una propuesta de Vox para instar al Estado a que declarara El Gorguel de «interés nacional».

Ese mismo día de finales de mayo, en plena campaña para las elecciones europeas, José Ángel Antelo le hizo la contraprogramación a López Miras en la inauguración de la Feria del Mueble de Yecla, acusando a populares y socialistas de querer acabar con la industria del mueble.

El estado del matrimonio de conveniencia entre ambos partidos lo describió el portavoz parlamentario de Vox, Rubén Martínez, en el debate sobre el estado de la Región, cuando agradeció al Consejo de Gobierno «que esté siguiendo el camino marcado por Vox». «Avanzar con Vox es inevitable», apostilló para aclarar quién tenía la sartén por el mango. «Señor presidente, no se olvide de hacia dónde queremos llevar a la Región», le dijo a López Miras para recordarle que está en manos del partido de Abascal. También sacó una lista de asuntos que quedaban por abordar con los populares, que siempre han tratado de disimular la incomodidad que sentían con sus socios, los cuales perderán la visibilidad y el altavoz que les daba estar en el Gobierno.